La película no deja grandes rasgos distintivos de estilo,
pero sí hay ciertos aspectos interesantes a destacar. Entre los más destacados
mencionaré la frontalidad de los encuadres y la fotografía y uso de los
colores, incluidos los del vestuario, que tienen más sentido y significación y
dan profundidad al conjunto.
La frontalidad aparece a menudo en la cinta, pero se hace
especialmente patente para mostrar las relaciones de Eilis, los pilares de su
vida, la gente en la que ella confía o puede confiar. Su familia, sus amigos y
su pareja.
·
La cámara.
-Así se presenta a su familia en Irlanda, a su encantadora
hermana y su recia madre, en un plano frontal en la cena que luego pasa a
planos y contraplanos durante la conversación, incluyendo a una o dos de las
comensales, en honor a un estilo sobrio y clásico.
Una hermana absolutamente encantadora y que es el principal
sostén de Eilis, su persona de absoluta confianza, que asumirá el cuidado de su
madre tras cuidar de su hermana, renunciando a otros sueños por su familia. Un
personaje abnegado y conmovedor, como su relación con Eilis.
Una madre preocupada por el frío, el dinero y la ropa allá
en América, como todas las madres, práctica.
-De la misma forma se presenta la casa de la señora Keogh,
donde las cenas serán uno de los aspectos cotidianos y recurrentes en la vida
de Eilis. Planos frontales que luego se diversifican según se desarrollen las
conversaciones. La señora Keogh (Julie Walters) es muy grande y atizará sin piedad a las chicas
con ironía cuando lo merezcan, menos a Eilis.
-No solo serán encuadres, también la frontalidad aparece en
travellings siguiendo a los personajes. El primero será con su amiga irlandesa,
Nancy (Eileen O’Higgins), aunque en ese travelling se inserta uno desde sus
espaldas bastante desconcertante.
Hay otro travelling que me incomoda un poco por exceso de
subrayado. Es ese que muestra el
dolor de las familias al despedir a sus hijos, padres, amigos… que se van
camino a América, visto desde el barco y a cámara lenta con música lacrimógena.
Resulta excesivo, demasiado recalcado.
-El decidido coqueteo de Tony con Eilis tras el baile será en
plano frontal también, lo que da confianza en el futuro de sus intenciones. También en plano frontal lo veremos en su bonito paseo en autobús, donde los
planos se hacen más cortos o más generales según la complicidad en la
conversación. Una pareja encantadora.
-Eilis: No.
-Jefa: Entonces quédatelo, no hay otro italiano como él en
Nueva York.
Lo cierto es que a Tony le apasiona el béisbol, pero
demuestra una gran sensibilidad intentando evitar temas que son ajenos a Eilis.
Su petición de matrimonio también será en plano frontal.
·
El vestuario.
Si os percatáis, Eilis va de verde la mayor parte del tiempo
al inicio de la película, especialmente en Irlanda y con ese abrigo del que
parece no poder separarse. El verde en honor a su tierra, el verde como símbolo
de su ingenuidad, de su inmadurez. También en tonos oscuros, como en su trabajo
en Bartocci’s. Poco a poco esto irá cambiando y su ropa variará, se hará
colorida, y la veremos de amarillo, rosa, naranja… Un cambio unido a su
madurez, a su salida del cascarón, donde irá dejado atrás su timidez y
desconfianza, su carácter retraído, gracias a Tony, que será clave en ese
cambio.
Se usa un contraste marcado con esa desconocida amiga que la
ayuda en su travesía y sus vomitonas de camino a América, una chica
experimentada y vestida de rojo pasión que hace el clásico papel de compañero
que ofrece su providencial ayuda para encaminar en su viaje iniciático al
héroe/heroína. La atenderá en sus divertidas cagaleras y vomitonas, la
defenderá de sus despreciables vecinas y la instruirá en cómo debe comportarse
en el barco, cómo debe evitar las comidas antes de las tempestades y en cómo
comportarse ante los guardias para acceder a la tierra prometida, a América.
Frente a un espejo la veremos de verde, en un restaurante,
antes de recibir los piropos de un camarero, un momento previo a su caída en
depresión, sintiendo su inadaptación con todas sus fuerzas. Esos espejos y
reflejos distorsionados marcan dicha inadaptación en esa primera etapa
americana.
De negro, el atuendo en su trabajo, recibirá la trágica
noticia del fallecimiento de su hermana que le dará el padre Flood. Una
conversación en estilo clásico, plano general al inicio y al final con
plano-contraplano durante la charla.
Eilis se casará de naranja, un color mucho más cálido y
luminoso, acorde a su nuevo estado emocional, lleno de contrastes. Amarillo
usará en la misa por su hermana, en una elipsis de una a otra escena.
A su vuelta a Irlanda todos resaltarán su cambio y su gusto
vistiendo, en tonos suaves, pastel y coloridos, con chaquetas azules y vestidos
amarillos o rosas.
La fotografía de Yves Bélanger es muy clara, en tonos
pastel, casi angelical, que me recuerda en cierta medida a Sorolla, aunque sin
su “vaporosidad”, especialmente en las escenas de playa.
Saoirse Ronan está realmente esplendorosa. Una
interpretación conmovedora y con muchos matices, sutil, controlada, llena de
sensibilidad y calidez, que es la base y la columna vertebral de toda la cinta.
Humana, sensible, ingenua… desarrolla la evolución de su encarnación con una
agudeza magistral.
Eilis es una soñadora, ingenua e inocente, firmemente
enraizada en la cultura irlandesa, a la que le cuestan las relaciones
personales, que no tiene éxito con los chicos, que es muy familiar, tímida,
introvertida. Tiene un carácter afable, educado, muy tímido, pero encantador,
que rendirá a todos los que la conozcan.
Esto se retrata a la perfección, además de en el desarrollo
ya explicado de su vestuario, en una de las primeras escenas de la cinta, ese
maravilloso y largo primer plano sostenido sobre su rostro en el baile donde
triunfará su amiga mostrando su soledad. Soberbia Ronan.
Algo se rompe en Eilis al irse de Irlanda, algo en su
interior a pesar de cumplir su sueño. La despedida de su hermana escenifica
esto a la perfección, con un sentimiento y una sensación donde se intuye que no
volverán a verse… Un amor sincero y necesario.
La relación con su familia está muy bien desarrollada, llena
de matices. Su vínculo con su hermana, su principal apoyo y amor, protagonista
de uno de los momentos más desgarradores, y su relación con su madre, más fría
y respetuosa pero igualmente sentida. Las escenas con su hermana y, sobre todo,
su madre son profundamente desgarradoras en los momentos más dramáticos (la
despedida por ejemplo). La íntima emoción de Rose leyendo y escribiendo las cartas a su hermana, habiendo entregado su vida a su madre, es conmovedora.
Lo mismo ocurre con la asunción de la muerte de Rose, el
sostén de Eilis, su ángel de la guarda, que cuando su hermana parece poder
volar sola sólo le queda morir. Poco consuelo.
Incluso muerta será su principal confidente, como veremos
cuando Eilis cuente a la tumba de su hermana su secreto, su matrimonio con
Tony, ese anillo que oculta.
La última escena con la madre es tremendamente dolorosa, en
una amalgama de sentimientos realmente complejos, donde la ausencia, el abandono
y la soledad, la ruptura de los hilos familiares, se exponen con sutileza. Una
madre comprensiva que debe asumir su soledad, que ve rota y truncada su esperanza de su compañía, el abandono tras tener a esa hija cerca de nuevo,
algo que no puede sentir de otra manera que como un rechazo… Emocionante.
Eilis, por su parte, decide finalmente en esa encrucijada de
amores y deberes, donde debía elegir entre vivir su vida o vivir la de otros,
aunque fuera placenteramente. Una escena emotiva, conmovedora, dura y escueta.
También lo es la conversación telefónica de Eilis con su
madre a cuenta de la muerte de Rose. Una Saoirse Ronan extraordinaria, dulce y
sensible.
Su evolución se hace evidente en América. Sus dificultades
sociales se van matizando, su rigidez y torpeza en las ventas se van
corrigiendo y depurando, para lo que será vital la figura de Tony, un excelente
Emory Cohen. También la ayuda en su casa de acogida y la amable y comprensiva
supervisora en el trabajo serán de vital importancia. Veremos cómo su carácter
también se va endulzando y haciéndose más vivaz, alegre y positivo en el
trabajo. Cuando mejor esté, cuando el amor la redima, llegará la tragedia.
El impacto del cambio de vida y de continente es lógico. Una
simple mirada a una foto de su familia nos llevará a Irlanda de nuevo,
brevemente, para que veamos la rutinaria vida de Rose (Fiona Glascott), y sus
lecturas de las cartas que le manda su hermana. Eilis, por su parte, caerá en
depresión, al no saber canalizar ese cambio, echando de menos a su familia y su
sencilla vida irlandesa. Conforme las cartas se hagan más positivas, una vez
conozca a Tony, Rose se emocionará y a la vez sentirá una amalgama de
sentimientos, ya que es consciente de que pierde a su hermana para siempre, que
no volverá…
El costumbrismo es predominante, siempre tranquilo y sutil.
Comidas, trabajos, ocio en bailes… Una escena muy simpática al respecto la
tenemos en la casa de Tony, cuando éste presenta a Eilis a su familia italiana
y a su grosero e indiscreto hermano menor.
La iglesia y el cura que la ayuda será su principal vínculo con la Irlanda de sus raíces. La labor y presencia del cura, el padre Flood (Jim Broadbent), será indispensable para Eilis, ya que le proporcionará el trabajo, la inscribirá en clases en la universidad para que tenga conocimientos en contabilidad, como su hermana, algo que ella quería, pagándole el primer semestre, además de darle todo el apoyo moral posible. La escena cumbre será en Navidad, junto a un montón de irlandeses que ayudaron a levantar tantas y tantas infraestructuras en los Estados Unidos, ahora desahuciados. En esa escena navideña, donde Eilis colabora en un comedor ayudando al padre Flood, tendremos un momento profundamente emotivo con la canción tradicional, que define ese arraigo que nunca se pierde, que nunca se olvida, que permanece agazapado o tímido o preso… pero nunca muere. La añoranza y los hilos invisibles. La labor de la iglesia queda muy bien plasmada.
No sólo recibirá el apoyo de la iglesia, también de la
señora Keogh, a la que se gana con su carácter y educación como huésped suya,
así como a las amigas con las que allí convive, que la guiarán, depurarán su
estilo e incluso la enseñarán a comer pasta para que dé buena impresión en casa
de su novio Tony, que es italiano. Keogh llegará a darle la mejor habitación
de la casa y la más independiente.
Eilis tiene un carácter más serio y responsable que sus
compañeras, más juerguistas y experimentadas, es por ello que le tocará ser la
cuidadora de la chica nueva que no parece caer muy bien a nadie…
A su regreso a Irlanda los comentarios sobre su adquirido
glamour serán constantes, en una demostración más de que Eilis ha dejado atrás
a la inocente mojigata que fue, pero sin dejar de ser ella misma.
El final de su evolución lo tenemos en una de las escenas finales, en su viaje de regreso a América, cuando culmina su madurez
aconsejando a una joven desvalida e inexperta, como aquella que fue ella misma
al inicio del film, convertida en mentora donde antes fue alumna,
recomendándola que no coma para evitar los vómitos en el barco. Una
conversación con desenfocados en el mismo plano según intervengan las chicas en
la charla.
“Brooklyn” es una encantadora y delicada película que se
disfruta sin dudas, aunque sin gran trascendencia y con sus defectos. Una buena
película que deja la deslumbrante, cautivadora y adorable interpretación de Saoirse
Ronan como el principal aliciente, y el tono agradable y romántico generalizado.
También por la adaptación de Nick Hornby.
Una peli amable.
ResponderEliminarTanto tiempo leyéndote y me sigue admirando tu capacidad de observación. Tu manera de explicar mil detalles (coincido contigo en el recuerdo de Sorolla), tu lenguaje fluido, rico, y tu maestría.
Gracias.
Bss
Muchas gracias Reina. Creo que te gustaría, a mi me gustó bastante. Besos!
Eliminar
ResponderEliminarPELÍCULA: El renacido
DIRECTOR: Alejandro Gonzalez Iñárritu (El renacido)
ACTOR: Leonardo DiCaprio (El renacido)
ACTRIZ: Brie Larson (La habitación)
ACTOR DE REPARTO: Sylvester Stallone (Creed)
ACTRIZ DE REPARTO: Alicia Vikander (La chica Danesa)
GUIÓN ORIGINAL: Inside out
GUIÓN ADAPTADO: The Martian
PELÍCULA EXTRANJERA: El hijo de Saúl (Hungría)
PELÍCULA ANIMADA: Del revés (Inside Out)
FOTOGRAFÍA: El renacido
VESTUARIO: Cenicienta
MONTAJE/EDICIÓN: Mad Max: Furia en la carretera
MAQUILLAJE: Mad Max: Furia en la carretera
BANDA DE SONIDO: Los odiosos ocho
CANCIÓN ORIGINAL: Till it happens to you (Hunting ground)
DISEÑO DE PRODUCCIÓN: Mad Max: Furia en la carretera
MEZCLA DE SONIDO: El renacido
EDICIÓN DE SONIDO: Mad Max: Furia en la carretera
EFECTOS VISUALES: Mad Max: Furia en la carretera
DOCUMENTAL: Amy
CORTOMETRAJE: Ave María
CORTOMETRAJE DOCUMENTAL: Body team 12
CORTO ANIMADO: Sanjay's Super Team