PETER BOGDANOVICH
“American Graffiti” (1973), “La ley de la calle” (1983), “Rebeldes” (1983)… “La última película”, son títulos que retratan a la perfección a la juventud americana, o de cualquier otro lugar, especialmente en su paso a la madurez, y generalmente en pueblos normales. En todas ellas hay nostalgia, melancolía, humor, y cierto tono crepuscular, el fin de la adolescencia, el paso a la edad adulta, la pérdida de la inocencia. En “La última película”, que es una película crepuscular, la televisión juega el mismo papel que el ferrocarril en el western para el final y cambio de una época.
En los 70 comienza el cine moderno y con ello estilos visuales muy diferentes que ya venían desarrollándose en los 60 y aunque en “La última película” hay detalles de éstos lo cierto es que es sobria y bastante clásica.
Personajes bien descritos en un ambiente bien retratado donde los jóvenes se divierten y entretienen como pueden al no haber excesivos medios para hacerlo, y donde no ven un futuro esperanzador salvo saliendo de allí, algo que no todos podrán hacer. Un pueblo pequeño donde todos se conocen y donde no hay secretos. La imposibilidad de salir de muchos, su frustración e impotencia son algunos de los múltiples temas de este gran fresco. El descubrir de la sexualidad, la traición, la amistad, la falta de intimidad, la cobardía en la pertenencia a un grupo, la falta de honestidad, la inmadurez, ya sea para afrontar responsabilidades o comportarse como es debido, el aburrimiento, la ausencia de figuras paternas o referentes, la búsqueda de los mismos, el sentimiento de ausencia, de pérdida… Todo esto y más se va haciendo patente en la historia de los jóvenes y no tan jóvenes personajes que Bogdanovich nos muestra.


Los principios de los 50 con su conservadurismo, que en realidad era respetado sólo en ocasiones, y la dificultad para divertirse y superar el aburrimiento por parte de los jóvenes, llevaban a todo tipo de situaciones, mezclas y cotilleos, como en todos los sitios. Uno de esos entretenimientos es el cine, un mundo de sueños donde se podía uno evadir de su vida y soñar con cosas mejores. Se homenajean dos películas “El padre de la novia” (Vincente Minnelli, 1950) y “Rio rojo” (John Ford, 1948). También un cartel de “Arenas sangrientas” (Allan Dwan, 1949), Winchester 73 (Anthony Mann, 1950)...

“La última película” trasciende, como gran película que es, el mero retrato de época, es un estudio de la condición humana, antropológico y universal.

Sam el dueño del bar y figura paterna elegida por Sonny, está magníficamente interpretado por Ben Johnson. Es un personaje esencial en la película. Representa todo lo que fue una vez aquel pueblo, es dueño de varios establecimientos y una fuerza moral. El rememorará lo que pudo ser y no fue en una historia de amor y se verá reflejado en esos chicos que van a su billar y su cine. La mirada perdida y su silencio cuando se despide de los dos chavales que van a pasar un fin de semana a Méjico lo dice todo. Sonny llegará a comentar que nada fue igual desde que Sam murió. La ausencia de esa presencia que daba sentido a todo, deja sin espíritu a todo el pueblo, a todo el entorno de los que le apreciaban.
Dedicada a Capaldi.
Espero impaciente la segunda parte!! A veces una mirada a esa época de la vida no viene mal para comprender claves del hoy.
ResponderEliminarQué guapa ahi Cybill Shepherd!!!
Gracias x tu trabajo siempre enriquecedor y hasta la 2/2!!!
Besos,
R
Muchas gracias R, sí, aunque la época sea distintas las cosas que pasan o se sienten son las mismas, universales. Muy guapa sale la verdad. Mañana hasta desnuda...
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