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jueves, 22 de septiembre de 2011

QUEEN: Made in Heaven (1995)




Como homenaje al reciente 65 aniversario del nacimiento de Freddie Mercury, me parece adecuado comentar el que fue el último álbum, póstumo, de la banda. Un disco dedicado a la memoria de Freddie, que sin ser de los mejores discos del grupo, ni mucho menos, tiene algo especial, una atmósfera profundamente emotiva que sobrevuela cada segundo de escucha. Es difícil no pensar en que la voz que suena ya no está, que cuando lo grabó estaba en las últimas y que ni siquiera pudo acabarlo.
El disco se fue grabando cuando Freddie encontraba fuerzas para entrar en el estudio, cosa que cada vez ocurría más ocasionalmente. Estaba bastante tocado. Las pocas horas que podía entrar a grabar procuraba aprovecharlas al máximo para dejarnos esta última obra. A pesar de todo el esfuerzo de Freddie el resto de componentes tuvo que rellenar con sus voces algún momento que Mercury no pudo cubrir en alguna canción. De hecho tan solo 3 temas son completamente nuevos, el resto provienen de canciones que fueron realizando en el tiempo (Mother love, You don’t fool me, A winter’s tale).
La voz del cantante suena muy bien y en general es un disco muy melódico y con canciones más que aceptables. Un disco lento, lleno de baladas y medios tiempos, y es que para este disco estaba claro que lo más acorde y lo que iba a predominar eran temas de este tipo. Se logran momentos realmente emotivos, emocionantes sin duda, con algunas de las canciones que ahora comentaremos.
It’s a beautiful day: Una canción que es como un despertar, cortísima pero eficaz para hacernos y deleitarnos con la voz de Freddie, que canta casi a capela con un piano acompañando y ciertos sonidos ambientales de sintetizador. Muy espiritual.
Made in heaven: De solemne inicio, contundente, se convierte en un sensible medio tiempo, dulce y melódico con la épica clásica de Queen y la voz de Mercury. Un excelente e intenso tema de momentos vocales y líricos magistrales, coros que entran en los momentos adecuados y la atmósfera nostálgica que sobrevuela todo el disco, de tristeza. Gran entrada al solo de May que lo resuelve sin alardes. Uno de los mejores temas del disco que parece un presagio desde el título. Este tema ya fue lanzado por Mercury en su primer disco en solitario de 1985.
Let me live: Coros eclesiásticos dan inicio al tema, Góspel a lo Queen. Parece ser que es el único tema del grupo con coros de otras personas. Otro medio tiempo tranquilo con la voz de Mercury dulce y suave que conversa con los coros Góspel del inicio. Aquí se puede oír la voz del resto de componentes del grupo en varias estrofas, la diferencia con la de Freddie es abismal pero queda simpático en el tema, aunque fuera por obligación más que por otra cosa. Bonito solo de Brian May,  también los arreglos de piano y el juego con los coros Góspel. Una vez más la espiritualidad muy presente en el disco. El último minuto con la canción, rompiendo, es de los que suben el ánimo.
Mother love: Tema muy lento y uno de los más emotivos, junto con Made in heaven y otros que mencionaré. La voz de Mercury más grave, típicos arreglos de teclados a lo Queen que llevan la base de la canción y crean las atmósferas y emociones. Sutilísimo solo de May, con notas tocadas casi sin querer, muy desnudo, sin amplificar apenas, en onda blusera. En la parte final se oyen fragmentos de conciertos, aplausos del público, los famosos gritos al tendido de Mercury… hasta que oímos el llanto de un bebé. Un retroceso de toda la experiencia vital de Mercury, algo que hace que se te pongan los pelos como escarpias.
My life has been saved: Inicio de balada que coge ritmo de medio tiempo para definirse como tal en realidad. Convencional con mucha presencia de May, que tiene tiempo para marcarse unos correctos solos. Tiene momentos brillantes como un final más intenso pero es un tema, en general, insulso.
I was born to love you: Inicio tremendamente lírico, lento e intenso que da paso a unas guitarras que rompen dando comienzo al tema de más ritmo del disco. Buenos detalles de piano rellenando huecos, un rock con mucha melodía, presencia de los clásicos coros de Queen y un resultado enérgico y eficaz. Parón donde Freddie se nos luce y excelente recuperación del tema para introducir el solo de May, mucho más rockero y espectacular. La parte final con el estribillo y May dejando detalles con su peculiar sonido de guitarra ponen la guinda a un estupendo y alegre tema. También se editó en el primer disco de Mercury en solitario.
Heaven for everyone: Un nuevo tema con la palabra cielo en su título. Tema suave donde lo más destacado es el trabajo vocal de Mercury y los arreglos, así como los coros. Fue usado por Roger Taylor en su banda The Cross en 1987. Por lo demás no es de los más destacados, excesivamente lineal pero de bonita melodía.
Too much love will kill you: Single en el disco de 1992 de Brian May, e interpretada por él, se quedó fuera de The Miracle. Aquí la oímos en voz de Mercury y es absolutamente espectacular. Un baladón espléndido. Con una sutil guitarra acompañando a Freddie llegamos al precioso estribillo, cantando igual, casi a capela sin apenas acompañamientos, tras él se empiezan a sumar instrumentos y la intensidad comienza a subir, la batería suave, los arreglos de sintetizador más presentes hasta que volvemos a llegar al estribillo esta vez con contundencia, la batería ya sin ocultarse y Freddie en plenitud. Uno de los temas estrella del disco.

You don’t fool me: Un sonido divertido y sugerente que recuerda al pop de los 80 en los coros y teclados. Una melodía muy pegadiza y la voz de Freddie que comienza a despiezar las estrofas. Gran solo de guitarra de May y los teclados, que llevan la melodía, siempre presentes. Un tema muy cachondo y hasta sexy. Una vez más los coros con Freddie preeminente deben ser destacados, en la parte final sobre todo.
A winter’s tale: Otro tema lento, muy nostálgico, con mucha carga emotiva, muy suave, no intenso como “Too much love will kill you”, casi un blues, con un gran trabajo en los platos de Roger Taylor y unos coros que van in crescendo en el estribillo hasta hacerlo suyo. Un Freddie extraordinario en la parte vocal con un desgarro potentísimo, vibrante, conmovedor que emociona sin reparo. Acertadísimo el trabajo de May con esa guitarra agudísima. Un bonito tema de despedida, aunque el disco no finaliza en realidad.
It’s a beautiful day vuelve a sonar algo más alargada y acelerada, una remezcla curiosa. Para terminar el disco 22 minutitos de música ambiental o ni eso.
En definitiva un buen homenaje de una de las más grandes y exitosas bandas de la historia del rock a su cantante, uno de los mejores, con más personalidad e influyentes que ha habido y habrá. Una voz sin parangón. Va por él.