Una entretenida película para las fechas religiosas,
especialmente la Semana Santa. Una visión que pretende ser distinta, desde otro
punto de vista, sobre los últimos días de Cristo y su resurrección,
convirtiendo el relato en una trama detectivesca y forense, nada que ver con
CSI, como se ha comentado en diversos sitios, aunque se queda a medias.
Otro renacido, Kevin Reynolds, dirige está cinta donde no
encontraremos nada especial más allá del mencionado planteamiento, ninguna
genialidad en esta convencional película, que entretiene y se ve con agrado,
además de dejar un par de emotivos e intensos momentos. Una clásica historia de
redención y búsqueda de la verdadera fe y respuestas que emprenderá
nuestro protagonista, interpretado por Joseph Fiennes.
Poncio Pilato encarga investigar al centurión Clavius la
extraña desaparición del cuerpo del llamado Mesías, un predicador nazareno
crucificado tres días antes, ante los crecientes rumores de una posible
resurrección.
La narración es un flashback, con una historia que se inicia
33 años después del nacimiento de Cristo, junto a nuestro vagabundo
protagonista en el desierto de Judea, que nos llevará a sus recuerdos, al día
de la muerte del Mesías.
Un flashback que se inicia con una aceptable escena de
acción donde apreciaremos las tácticas romanas de combate hasta matar a Barrabás.
Dirigida con competencia por Reynolds, los entornos, con un
efectivo uso del plano general, están bien mostrados, como apreciamos en las
estancias de Pilatos (Peter Firth). La ambientación de la película es
excelente, una de sus grandes virtudes.
Tanto Barrabás como Pilatos mencionarán al Mesías ante el
tribuno Clavuis, un descreído politeísta romano, que inicia su
redención.
Algunos de los momentos clásicos conocidos por todos
aparecen en la película, a veces cambiados o en forma de guiño, como Barrabás y
su ejecución, Pilatos lavándose las manos mientras le encarga a Clavius tener
piedad del nazareno en la cruz y poner orden; un traidor vendiéndose por unas
monedas, como Judas, y delatando a María Magdalena (María Botto).
Asistiremos a los momentos cruciales de la pasión y
resurrección de Cristo, aunque de manera algo tangencial, siguiendo el periplo
de Clavius y siempre a través de sus ojos. La muerte de Cristo, Pilatos
lavándose las manos, traidores por monedas, la milagrosa e inexplicable
resurrección, una Sábana Santa, milagros con peces y leprosos…
La muerte de Cristo (Cliff Curtis) será piadosa y rápida con la lanza, ante los desesperados ojos de su madre, María. Un temblor precederá a todo mientras vemos crecer las dudas de un soldado romano tras presenciar 6 horas de agonía. Una crucifixión rigurosa con los clavos en las muñecas, no en las manos.
Joseph Fiennes hace una magnífica encarnación con un buen
arco dramático que va desde el cansancio, descreimiento y hastío hasta una
nueva realidad que se abre ante sus ojos y le trastoca todo su código de
valores y creencias. Una gran evolución, de la ambición pura y egoísta a los
valores cristianos, donde aquella ambición queda eclipsada ante su encuentro con
el Mesías. Su lenguaje gestual y corporal va evolucionando con sutileza hasta
romper en honda emoción en la parte final. Irá acompañado por un novato
enchufado que pretende medrar a cualquier precio. Lucius Tycho Ennius (Tom
Felton), que también tendrá su redención.
Un hombre que ambiciona riquezas y paz, sin más
complicaciones. Una evolución bien llevada y elaborada. De descreído y rezando
a los dioses romanos por puro formulismo, con frialdad burocrática y
convención, comenzará a sentir fascinación por ese Mesías al que vio en la
cruz. Luego rezará a Yahvé como rezaba a sus dioses romanos. Un sueño le
mostrará una resurrección en las aguas. Sus dudas aumentan.
La lucha entre el politeísmo romano y el monoteísmo predicado por Jesucristo y sus seguidores es uno de los conflictos que espoleará la trama. A esto se suma la lucha por la hegemonía y monopolio religioso, con el sanedrín judío pidiendo un sello romano para evitar el robo del cadáver que propicie una expansión y explosión de la anunciada profecía de la resurrección al tercer día, ya que perjudicaría su poder. Un sello comprobado por el mismo sanedrín. Un sello concienzudo, con cuerdas, lacrado y con guardias. A Jesucristo se le dará sagrada sepultura, un entierro digno y distinto, pero controlado por los romanos, ya que consideran locos a los seguidores de Jesús. Una amenaza en sus ideas contra la colección de dioses romanos y su nutrido panteón. Minerva, Marte… Un debate que debió darse y que terminó con las antiguas creencias romanas. Del mismo modo, el conflicto con el sanedrín judío acerca de esa figura y el peligro que suponía, plasma una realidad muy atractiva en la época, unas luchas religiosas y de mercado que una sola persona vino a dilapidar. A los cristianos se les considera una moda pasajera que terminará con la muerte del Mesías… Un ligero error de cálculo. Todo por un sencillo mensaje de amor.
-Clavius: Me pareció muerto.
Por ello, asegurarán el entierro con todas las precauciones
romanas, con el propio Clavius colocando la roca. Un contraste con el entierro
romano que presenciamos, con el cadáver quemado y con monedas para el barquero Caronte.
Una vez se produzca la desaparición del cuerpo comenzará una
investigación buscando causas lógicas y terrenales, manteniéndose cierta ambigüedad. Una misión definida.
Es aquí donde comienza la investigación detectivesca, escrutadora, donde se buscarán pruebas, testimonios, pistas e indicios para descubrir quién pudo robar el cadáver y su paradero. Un sentido científico ante un hecho aparentemente inexplicable. Vigilantes que bebieron y que miente por miedo; cuerdas reventadas como si fueran hilos; una piedra despedida, imposible para un acto humano, que con siete sólo consiguieron hacerla rodar a duras penas; los sellos derretidos; un rostro en la sábana; interrogatorios… Miriam (Margaret Jackman), la ciega, será interrogada, otros discípulos también, para terminar con María Magdalena, lo que supondrá otro paso en la evolución de Clavius. Habrá humor para su captura, todos conocen a María…
El interrogatorio a María Magdalena presenta ciertos
recursos expresivos interesantes. La iluminación que cae sobre María terminará
también bañando posteriormente a Clavius, como un indicio de la gracia de la fe
que está a punto de caer sobre él. Clavius encontrará dura resistencia, con todos
dispuestos a morir por Él.
“En unos años así estaremos todos”.
El otro legionario de guardia, que había huido, contará la
verdadera historia, desmintiendo a su compañero. Él confirmará la resurrección
y que su huida se debió al miedo a esa verdad, pagado por mentir. Ni siquiera
la supuesta borrachera servirá para justificar lo vivido.
Ninguna prueba encaja. El desconcierto será tal que
recurrirán a la mentira y manipulación, escogiendo un cadáver al azar que tenga
más o menos los mismos signos superficiales que Jesucristo en la cruz.
El último tercio del film se centra en la asunción de la
nueva verdad por parte de Clavius, una vez se aparece ante sus ojos una
ilógica, un imposible, el derrumbamiento pleno y constatable de todo aquello en
lo que creyó, cuando ve a Jesucristo renacido, vivo, aquel que él mismo vio
morir en la cruz, con sus heridas, llagas y marcas, pero perfectamente sano. Y
luego desaparecer.
Un tremendo impacto que le obliga a seguir a esa imposible, luminosa, misteriosa y amorosa figura. Hasta Galilea. Y a su vez será seguido
por los romanos, en busca de ese Mesías que tanto les perturba y amenaza…
“… pues si lo es, lo volveré a matar”.
Clavius conseguirá la aceptación, con reticencias e ironía,
de los discípulos de Cristo, que también lo alimentarán, en coherencia con las
enseñanzas aprendidas.
Una parte final de persecución y redenciones, donde Clavius
se encontrará con su compañero Lucius, el novato.
El último gran encentro tendrá lugar en una orilla marina, lugar siempre simbólico, de muerte y renacimiento, de nuevo comienzo o regeneración (nace una nueva religión, nace un nuevo hombre y una redención). Unos discípulos convertidos en pescadores, nuevo símbolo cristiano clásico, que en una oportuna embarcación tendrán una productiva pesca tras seguir los consejos de una misteriosa figura que aparece en la playa. Un nuevo milagro. Un encuentro escenificado con múltiples picados para la comunión, la felicidad y el amor.
Una parte final, término del camino de redención y
descubrimiento de Clavius, que deja un par de momentos verdaderamente bellos y
emotivos: el momento de Cristo con el leproso, al que curará, y la hermosa
conversación entre Jesús y Clavius en la noche.
La despedida lleva a la predicación, a la expansión del
mensaje por parte de los discípulos, un mensaje que ha calado en Clavius, que
asume la idea de fe. Él vio, por eso sabe, otros no, tendrán que creer y serán
perseguidos por ello.
“Yo creo que jamás volveré a ser el mismo”.
Es una historia sabida y conocida, pero con un punto de vista algo distinto, con un punto original en ese sentido, que potencia su mensaje. Una correcta y aceptable película sin muchas complicaciones y nada especialmente sobresaliente más allá de su idea y varios momentos concretos. Por supuesto, muchos han criticado a la cinta porque finalmente su concepción y tesis es religiosa, no científica, y no aspira a desmentir la tradición cristiana, sino todo lo contrario. Un perfecto ejemplo de thriller religioso, ideal para Semana Santa, que acierta en su forma de transmitir aquello que gestó una de las principales figuras de la historia.
Se rodaron algunas partes en España, en Almería, y también en
Malta.
Pues la verdad, con toda la filmografía sobre este hecho, me parece un punto de vista fresco y novedoso, a ver y revisar, y a los q somos creyentes pero no demasiado paracticantes, nos ayudará a recuperar un poco esas esencias de nuestro credo, y pensar en ello, q no está nada mal en un mundo muy descreído!
ResponderEliminarGracias por traerla!!!
Bss
En casa ha gustado bastante la película. Es entretenida y agradable. Ya me contarás.
EliminarBesos.
Hace mucho resonó en los vientos del cine que Spielberg,consideró llevar al cine Caballo de troya de JJ benitez.....Hubiera sido un puntazo contar la historia de jesús con tonos de ciencia ficción
ResponderEliminarNo conocía ese rumor, Metaleros, pero ahora que lo dices, extraña que no haya adaptación de Caballo de Troya, que fue un best seller brutal.
Eliminarlo dijo el mismo benitez en una entrevista hace mucho,y que ni el sabia porqué spielberg se habia echado atrás.....de todas maneras saldria una super película si es fiel al libro
EliminarSí, desde luego sería un proyecto interesante.
EliminarLo que sería un buen detalle es que en Hollywood se enterasen de una vez de que las famosas armaduras romanas de tiras superpuestas eran de hierro, no de cuero. Dejando aparte ese detalle, la película parece interesante; habrá que hacerse con ella-
ResponderEliminarJajaja un buen punto, Anónimo. Felices Fiestas.
Eliminar