Buenas expectativas tenía en esta película tras ver el
tráiler. Una comedia simpática para reírte un rato sin prejuicios y con una
propuesta original y paródica. Estas expectativas sólo se han cumplido a medias.
La película resulta ciertamente simpática y tiene buenos
alicientes y momentos, pero no llega en absoluto a lo que había imaginado. No
soy de crearme expectativas, así que aquí fue fallo mío. En cualquier caso, no
es en absoluto desdeñable para pasar un rato divertido. Me agradó.
El humor que mejor funciona es el verbal, con estupendos y
divertidos diálogos surrealistas, así como en la interpretación de los actores.
El que más me decepcionó fue el humor físico, los gags visuales, el slapstick,
del que esperaba más por lo visto en el tráiler. Una película como “Espías” se
exige funcionar a dos niveles: Como comedia y como thriller.
Es evidente que la película de Paul Feig apuesta más por la
comedia, pero acaba desaprovechando la trama, que tiene su interés de inicio,
ya que no logra sostenerse según avanza, cayendo en estereotipos tanto en el
thriller como en los vínculos de este con la comedia. Las situaciones se hacen
demasiado tópicas y se pierde interés en la historia, el punto más débil del
film.
Susan Cooper (Melissa McCarthy) es una regordita analista de
la CIA que en su momento demostró estar cualificada para el trabajo de campo.
Subordinada ahora a trabajo de despacho, sirve de guía al gran agente Bradley
Fine (Jude Law), al que verá morir. Ante este hecho se ofrece voluntaria para
una misión que requiere completa discreción y anonimato, para lo que sería
perfecta. Sin comerlo ni beberlo se verá metida en una aventura donde no podrá
mantenerse al margen, aunque recibirá la ayuda y las incomodidades de otros
agentes, su amiga Nancy (Miranda Hart), el duro fanfarrón Nick Ford (Jason
Statham) y el libidinoso italiano Aldo (Peter Serafinowicz).
Los vínculos con la saga Bond son evidentes, los saltos por
distintos países, las tramas para salvar el mundo y, en especial, la presencia
del agente Fine, que interpreta Jude Law, y su relación con Susan, que parece
una especie de Moneypenny. Por si los comentados paralelismos con el cine de
Bond fueran pocos, tendremos unos títulos de crédito y una canción calcadas a
los habituales de la saga del agente secreto más famoso del mundo. Las bromas
con los gadgets de los espías secretos y su adaptación a una solterona sin
posibilidad de conseguir un novio (y a sus problemas de digestión), parodian de
nuevo el universo Bond. Debo comentar que los labios de Law están en exceso
maquillados o resultan algo extraños en ese tono claro…
Pasearemos por Varna en Bulgaria, por París en Francia, por
Roma en Italia, por Budapest en Hungría… a lo largo de la narración. Tendremos
todos los tópicos del cine Bond, con escenas en aviones, disfraces y escenas en
casinos…
El inicio es puro Bond, con un elegante Jude Law de agente
secreto mezclando thriller y películas de espías con comedia. El disparo
accidental, imprevisible y divertido, al villano de turno, nos recuerda a “Pulp
fiction” (Quentin Tarantino, 1994) y la escena del coche.
Y lo cierto es que la acción funciona bien en esta
primera escena, dentro de lo que cabe.
“El pilates te sienta muy bien”.
La complicidad entre Fine y Cooper es evidente, como la que
había entre Bond y Moneypenny, una Moneypenny gordita en este caso. Una
relación donde ella está enamorada y él parece no darse cuenta, disfrutando del
coqueteo sin más. El mejor momento entre ambos, aparte de sus conversaciones en
medio de los trabajos de campo de Fine siguiendo las instrucciones de Cooper,
es su cena romántica, que resulta muy divertida aunque también bastante cruel
en su hilaridad. Fine parece tonto y superficial, ella, en cambio, tiene una
mayor comprensión en las relaciones personales.
“El Burger King estaba lleno”. “Deberías tener uno (gato),
hacen compañía”.
La muerte de Law en plano subjetivo es sospechosa. Jamás os
creáis una muerte que no se vea, o sospechad en todo momento, porque con casi
toda seguridad, y más en una película de espías, el cadáver aparecerá posteriormente...
Lo cierto es que en la relación de Susan Cooper con sus
amigos agentes tenemos lo mejor de la cinta, en sus conversaciones. Pero de todas ellas la más destacada es la que tiene Susan con Ford, el agente
interpretado por Jason Statham, que deja momentos y diálogos realmente
surrealistas e hilarantes. Tampoco está mal la de Susan con el italiano Aldo.
Las frases de Rick Ford, sus relatos sobre sus méritos y sus
diálogos con Susan son tronchantes… Statham está divertidísimo y su look con
bigote hilarante.
“Chocho colgón es una expresión normal”. “Vale, gracias,
vacaburra”. La presentación de Ford…
Ford: Me he tragado tantos microchips que habría podido cagarlos
y montar un ordenador.
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-Susan: ¡Dios, qué duro eres!
-Ford: Y he cogido esto del minibar.
“No hay quien me mate. Soy inmune a 179 venenos diferentes.
Lo sé porque un día los ingerí todos a la vez mientras estaba de topo en una
organización criminal clandestina de ingestión de venenos”.
“Pura rivalidad entre machos. No puedes comprenderlo salvo
que tengas un pollón empalmado bajo esa falda”.
Y en Roma, en el casino, también:
“Sí, porque pareces una cucaracha de luto”. “No me jodas, si
quisiera ponerme romántico estarías en el suelo, jadeando, empapada y
preguntándote que te ha pasado, pero no quiero, así que déjame en paz de una
vez”.
-Susan: Pero lo que se ve es que en el bolsillo de atrás
llevas el arma. A no ser que seas tan superdotado que tengas una segunda chorra
que te sale de la cadera…
Esta relación, evidentemente, sólo podía terminar con un
gran polvo. Todos lo queríamos y preferíamos…
Son divertidas las ocurrencias en la base de operaciones
donde Susan guía a Fine junto a su amiga Nancy, rodeados de ratas y murciélagos,
pero actuando como si no estuvieran.
En Roma se encontrará con Aldo, un agente secreto aliado que
está tremendamente salido y no parará de lanzarle insinuaciones directas a
nuestra amiga Susan. Lo cierto es que cada vez son más divertidas y menos
sutiles las proposiciones del italiano. El momento final con Aldo imitando el
acento inglés, aprendido con Downton Abbey, para intentar meterle de nuevo la
lengua a Susan es gracioso también.
“No llevo pistola, es que me he venido arriba en el momento
en que te he visto”.
Cada agente tiene su rol determinado, parodiado pero
cercano a los que han protagonizado, el elegante Law, el duro Statham…
No sólo terminan en ellos los simpáticos diálogos, todos los
personajes tienen sus momentos cómicos de lucimiento, incluso la jefa Elaine
Crocker (Allison Janney), en las menciones a la conjuntivitis de Susan o cuando
descubre su competencia en el cuerpo a cuerpo, 10 años antes de someterse al
trabajo de despacho.
“¡Estoy por colgarlo en youtube!”
Uno de los aspectos que más me gustaron fue la relación de
Susan con la villana Rayna (Rose Byrne). Una villana que funciona
estupendamente e impone. Una relación muy bien llevada que logra una gran
complicidad entre ambas… a base de insultos. Al final se tienen un evidente
cariño.
Todo comenzará en Roma, con un poco disimulado intento de
asesinato poniendo veneno en la bebida de Rayna, otra de esas torpezas poco
cuidadas en la trama de thriller que podrían haberse cuidado mejor. Tampoco
Susan es muy disimulada mirando como echa el veneno el asesino, pero como a
aquel le da igual… Es divertido el momento del desmayo de Susan al ver morir al
asesino. Lo cierto es que veremos que todo el mundo parece querer matar a Rayna,
pero Susan acabará convertida en su guardaespaldas, cambiando de identidad ante
sus ojos cuando se le caiga su primera mascarada.
Los disfraces y las falsas identidades serán otra seña de
identidad de la película, como bien corresponde a una cinta de espías. Las
distintas identidades de Susan Cooper riéndose de su estereotipo de gorda
solitaria son muy divertidas, así como algunos comentarios de la propia Susan,
que interpreta la simpática Melissa McCarthy.
“Parezco la mujer de David, el gnomo”. ¡Y es verdad!
El punto culminante de esto llegará con Fine (Jude Law), que
finge su muerte. Se hace pasar por traidor para ser en realidad el principal
aliado de Susan…
Susan Cooper es una especie de Bridget Jones exagerada y
agente de la CIA. Melisa McCarthy hace una entrañable encarnación de su
personaje. Es una actriz cómica que me cae muy bien, que no para de reírse de
sí misma, y que cuando se ha prodigado en papeles más dramáticos también los ha
resuelto con solvencia.
Está acomplejada y acostumbrada a pasar inadvertida, a no
hacerse notar por tener un carácter sumiso y por educación familiar, aunque
algo intenso bulle dentro de ella, como vemos en el vídeo donde apaleaba a
otros agentes en el entrenamiento para agente de campo, 10 años antes del
momento en que la conocemos. Esa falta de pretensión y look mediocre, hacen de
ella la espía perfecta para la misión en la que tiene que trabajar.
“No te hagas de notar, el honor para los demás”.
Las bromas y envidias, las burlas y poses, como contraste
con la espía bella y perfecta Karen Walker que interpreta Morena Baccarin, son
también divertidas.
Ver a la rolliza Susan Cooper en acción debería haber dado
para buenos gags físicos, pero ahí la cosa flaquea bastante. Al menos tendremos
alguna buena broma, alguna buena frase y algún buen momento…
“¿Les estás persiguiendo? ¿Y si le alcanzas qué vas a hacer,
si se puede saber?"
Como he comentado, las mayores debilidades están en la trama
de thriller, donde la comedia física funciona regular o no es tan inspirada y
la trama en sí, que podría haber tenido su interés, acaba resultando
superficial, notándose mucho menos cuidada que la comedia. Las deducciones de
la protagonista para hacer avanzar la acción son surrealistas en muchas
ocasiones, sacadas de la manga, gratuitas y muy artificiosas, poco creíbles… Lo
mismo el clímax, con demasiado tópico que vulgariza una propuesta que prometía
elevarse algo más.
En ese último tercio se empiezan a suceder los giros de
guión, una sucesión de peripecias poco conseguidas. En general, los giros son
previsibles, pero alguno resulta pasable, unos más previsibles que otros. En
estas escenas, donde la acción va haciéndose con el poder de la narración,
tendremos algún buen momento, como las bromas con el scooter y la persecución en moto que Susan hace del coche de Karen Walker.
Persecuciones, peleas rollizas entre Susan y Karen,
disparos, secuestros, amenazas, viajes en helicópteros, tiroteos… un clímax
poco resolutivo, tópico y al que no se le saca el partido esperado. Extraña la
pasividad y torpeza de todos menos de Susan en los momentos determinantes,
hasta del competente Fine (Jude Law).
“¡Hay que joderse!”
El providencial deus ex machina que evita la muerte de Susan
a manos de Karen, un francotirador invisible, es la pequeña pista que avanza la
reaparición de Fine (Jude Law). Muy divertido también es el cameo de “50 Cent”,
haciendo de sí mismo, especialmente para los amantes del Rap.
Una simpática comedia de espías feminista para pasar el
rato, ni más ni menos. Buen trabajo de Paul Feig.
HAS VUELTOOOO!! YUJUUUUU!!!
ResponderEliminarTe hemos echado d menos!!!
Me encanta q hayas elegido una comedia para reanudar el blog. No la conseguí ver, pero me parecía divertida en su concepto, con una espía gordita y un Jude Law guapetón. Pobres gordis, siempre enamoradas de un chulazo q las aprecia pero sin pasar del placer del coqueteo!!! Ainsss
Me gusta como explicas las circunstancias de la prota. Reinvindicativa de chicas q suelen ser minusvaloradas por el peso y q pueden ser cálidas, eficientes, bonitas y hasta sexys.
Los diálogos parecen divertidos, frescos y actuales, algo gamberros. Aunq no sea una gran cinta, creo q es una buena candidata a las tardes de domingo!!
Gracias por tu dedicación en edición y anàlisis. Me gusta como los escribes y apoyas gráficamente.
Esperando más buenos ratos!!!
Bss!!!
Pues así es, creo que es ideal para una tarde despistada. Reivindicativa de mujeres gorditas, ciertamente, que ya casi tiene un propio género jajaja.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, Reina.