Encantador libro de Gerald Durrell que se ha convertido en
un clásico del humor… y la naturaleza. Un libro repleto de encanto,
sensibilidad, calidad literaria y la más fina y elegante ironía británica, que
da un tono de humor al conjunto sencillamente excepcional, clave del éxito del
libro.
Un humor irónico, blanco y sutil, un deleite.
Gerald Durrell (1925-1995) fue escritor, naturalista,
zoólogo e incluso presentador de televisión. Dedicó su vida a todas estas
pasiones, como queda expuesto en su obra literaria y vital, donde creó
fundaciones para la conservación de la flora y fauna y un zoológico. Su hermano,
Lawrence Durrell, uno de los protagonistas de la novela que nos ocupa, es un
conocido escritor y aquí ejecuta el prólogo de la obra.
Durrell retrata su inolvidable estancia en la isla griega de
Corfú, a la que rinde homenaje en forma de trilogía, siendo esta “Mi familia y
otros animales” la mejor y la primera de las entregas. Las otras dos son
“Bichos y demás parientes” y “El jardín de los dioses”.
Hay dos aspectos muy bien diferenciados en el libro, en
ambos Durrell se muestra como un entomólogo, pero su estilo será distinto en
cada uno de ellos. El primero consiste en el análisis y descripción de su
familia, donde usará la ironía y el humor británico con delectación. El segundo
será a la hora de observa la naturaleza, donde su tono será entregado, apasionado
y entrañable, no exento de humor, pero ensimismándose con las palabras y
embelleciendo su prosa.
En ambos se mostrará como un agudo observador y dejará
momentos de alta y hermosa literatura, donde “lo entrañable” coexiste con plena
naturalidad con lo cómico e incluso lo surrealista. El detallismo de las
descripciones y las aventuras junto a sus familiares y junto a los animales e
insectos con los que comparte experiencia y estancia de Corfú, desprende amor y
pasión por todos ellos. Retratos mundanos y costumbristas que tornan, a menudo,
en poéticos y de encantadora belleza. Transmite toda su pasión por la
naturaleza.
Centrándonos en el tema familiar, Durrell dibuja los
caracteres de su madre y sus hermanos con precisión, y una vez hecho no intenta
profundizar en ello, sino que convierte la narración en un anecdotario donde
cada personaje va desarrollando esas cualidades que quedaron perfectamente
dibujadas y definidas para nuestro gozo y disfrute. El cariño que les cogemos
es irremediable. La familia que nos retrata Durrell, su familia, es la
generadora de conflictos, la movilizadora de acontecimientos, la creadora de
surrealistas anécdotas. Son la especie más exótica en esa exótica isla, todos y
cada uno de ellos. Unos personajes absolutamente peculiares.
La idea de indagar en la propia familia, como sugiere
explícitamente el título, como si de la fauna animal se tratara, esa lupa de
entomólogo que comenté anteriormente, como si de esos animales que apasionan al
autor se trataran, sus comportamientos, rutinas y caracteres, ya es atractiva de
inicio.
La sensata, tranquila, llena de sentido común y saber estar
madre de los Durrell; el petulante, excéntrico y pedante Larry; el auténtico y
racial, apasionado de las armas, una especie de Sancho, Leslie; la frívola,
superficial y encantadora Margo; y el curioso insaciable e ingenuo de Gerry,
quedan perfectamente definidos a través de las encantadoras páginas de la
novela.
La descripción de ese entrañable, delicioso, idílico, casi
paradisiaco, entorno que es Corfú es arrebatadora, un mundo rural de gente
encantadora, amorosa y cariñosa, que transmiten plena confianza en la
humanidad. La amistad instantánea y eterna, la entrega, la generosidad sin
fisuras ni miramientos, la hospitalidad lugareña, quedan retratadas con vigor y
vehemencia por Durrell. Un lugar ideal para vivir. Queremos conocerlos,
queremos intimar con esa gente, el autor logra que deseemos conocer aquello y
convivir allí.
Uniendo algunos de esos aspectos tenemos la espléndida
relación de amistad, gracias a los intereses comunes, del pequeño Gerald y ese experto en todo que es Teodoro, otro apasionado de la naturaleza.
Hay también una evidente reflexión y retrato sobre la
infancia como contenedor de nuestra esencia, definitoria siempre. Será la
pasión del joven Gerry la que le influirá y desarrollará en el futuro. Vemos
todo a través de los sorprendidos y fascinandos ojos del pequeño Gerry, la versión
infantil del autor. La investigación, la aventura, el descubrimiento, la
fascinación e ilusión irrefrenables por todo, la magia… ¡Estamos ante un Tom
Sawyer zoólogo!
Uno de los aspectos que más me apasiona del libro es como
Durrell trata a la naturaleza. Su indiscutible amor por ella jamás se traduce
en demagogia naturalista, la retrata con amor, cariño y belleza, pero no oculta
su crueldad y su propia esencia, por ejemplo con la caza, incluida la que
ejercemos los humanos. Es la perfecta y natural manifestación del amor por un
entorno y su comprensión máxima. Mimo y cariño en cada descripción de la flora
y la fauna del lugar que atrapa sin remisión.
La amplitud de miras de la novela no es corta, la imagen que
da de la supuesta intelectualidad que encabeza su hermano Larry no puede ser
más sangrante. Vagos excéntricos dentro de lo vaga que pueda ser la
excentricidad y viceversa… Los amigos de Larry son una fauna en sí mismos.
Son numerosos los momentos y las escenas inolvidables que nos
deja este “Mi familia y otros animales”, desde el episodio del bañador de la
madre Durrell, pasando por el hilarante día de cumpleaños de Gerry, donde la
fascinada mirada infantil se mezcla con el irónico humor inglés, o el
tronchante viaje de Margo en el bote del propio Gerry en busca de soledad.
Hay elementos que pueden recordar a obras como “Grandes
esperanzas” de Dickens, con niño y preso bondadoso y generoso incluidos.
En definitiva, una obra absolutamente recomendable,
encantadora y entrañable, maravillosamente escrita y que transmite vigorosa y
poéticamente la pasión del autor por Corfú, la naturaleza y la vida. Su fina
ironía, curiosamente, logra que el resultado final resulte emotivo, íntimo y
cómplice.
Una obra muy recomendada que os hará pasar un gran rato,
pero de los que perduran.
Estupendo post q suscribo, completamente. Un libro delicioso, encantador, divertido y con una calidad estupenda.
ResponderEliminarDebo decir orgullosa q mi prole ha leído la trilogía e incluso releído, disfrutado y recomendado.
Leído en mi huventud y releído a lo largo de los años, es estupendo en estas fechas de relax.
Una familia que, como bien dices, haces tuya y llegas a tomarle cariño, momentos tronchantes y otros muy líricos, bien combinados en dosis justas q hacen q avances sin esfuerzo por sus páginas, integrándote en lo narrado, vivenciando con suavidad lo expuesto.
Me encantó. Me sigue gustando, y lo retomo de vez en cuando, por puro placer.
Absolutamente recomendable.
Un acierto haberlo traído aquí, con esa maestría tuya. Gracias por ello.
Bss
Gracias a ti, Reina. Me ha gustado mucho como has transmitido tu pasión por él. Un beso.
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