Atrevida cinta de animación que apuesta por el tono de
terror dirigido al público infantil, o sea, miedo pero menos, con acierto y
simpatía. Una cinta que se anticipó a otras que han ido surgiendo del mismo
estilo en estos años, como “Frankenweenie” (Tim Burton, 2012) o “El alucinante mundo de Norman” (Chris Butler, Sam Fell, 2012), aunque siguiendo el camino
marcado por pioneras como “Pesadilla antes de Navidad” (Henry Selick, 1993) o
“La novia cadáver” (Tim Burton, Mike Johnson, 2005), donde la estética
terrorífica y la apuesta por el género de terror lo eran todo… siempre con
toques de comedia y un terror diluido para que fuera asumible por los más
pequeños. Terror para el público infantil.
Esta cinta apuesta por el terror de una forma bastante
decidida en toda su estética y planteamientos, sin dejar de ser una cinta
infantil y perfectamente asumible por los niños. Un equilibrio difícil de
mantener, pero en el que se agradece ese tono arriesgado y perturbador en la
utilización del género de terror en una historia para niños.
Un grupo de chicos sospechan que la casa del vecino de
enfrente, Nebbercracker, está encantada, pero no una casa encantada cualquiera,
una casa que traga personas. Por supuesto nadie les creerá, pero cuando ataque a
Jenny, una bella joven, DJ y “Croqueta” irán junto a ella a investigar e intentar descubrir la
verdad por cuenta propia.
El plano secuencia es el principal rasgo estilístico y
vertebrador de esta cinta, virtuoso lucimiento estético para nuestro deleite.
Así será el comienzo siguiendo a una
hoja y a una niña en su triciclo, como si de un lúdico “El resplandor” (Stanley
Kubrick, 1980) se tratara, hasta llegar a la casa objeto de las pesadillas de
nuestros protagonistas. El terrorífico Nebbercracker y el protagonista, haciendo
de James Stewart en “La ventana indiscreta” (Alfred Hitchcock, 1954), serán los primeros en ser
presentados, brillantemente, acto seguido.
Es interesante el planteamiento que la película tiene de la
infancia, una infancia que comienza a abandonarse para entrar en la adolescencia,
donde se siente curiosidad sexual, la voz empieza a cambiar, y los juegos
infantiles adquieren otra dimensión… La pubertad, la edad del pavo…
“A lo mejor me estoy haciendo mayor”.
En esta línea tendremos la trama de la canguro, que se nos
presenta una vez se lleven el cuerpo del desdichado Nebbercracker, una chica
con las hormonas agitadas, como corresponde a su edad, que aprovechará la
circunstancia para invitar a su novio mientras “cuida” a DJ.
El pelo de los personajes no está del todo conseguido, es
rígido, en comparación con el nivel adquirido en la actualidad, más que nada.
Los padres de largarán y dejarán solo a DJ, sueño de cualquier
adolescente, durante un par de horas, se ve que tenían mucha prisa ya que ni
esperan a la canguro, que llegará un par de horas después… Aquí se nos
presenta a “Croqueta”, el indispensable amigo gordito de toda pandilla. Ni que
decir tiene que la película estará ambientada en Halloween, como alguna escena
de "E.T. El extraterrestre" (Steven Spielberg, 1982).
Las apariciones de la tenebrosa casa son constantes, hasta
tener un pequeño clímax con el primer encontronazo de DJ con Nebbercracker
por culpa de la pelota de “Croqueta”, una especie de “Gordi” de “Los Goonies”
(Richard Donner, 1985), que va a parar al jardín de la casa del viejo. El
arrebato furioso desemboca en un infarto, lo que dejará la casa misteriosa en
aparente soledad para que nuestros amigos investiguen a conciencia
posteriormente. Es un gran plano el momento en que la ambulancia se lleva el
cuerpo de Nebbercracker, con el reflejo de DJ en el cristal de la misma.
Una rueda absorbida por el césped, un cristal agrietándose,
enigmáticos planos subjetivos desde la casa, una silueta en una ventana en la
noche… Creando la atmósfera.
Habrá un buen número de sustos gratuitos, muy medidos y
controlados, ideales para que los chavales disfruten de su película de terror
infantil, aunque es posible que deban tener una edad ya, la cinta es para
mayores de 7 años, para asumir esos sustos sin problema. Un ejemplo, la
presentación del estúpido novio de la canguro, que muestra su infantilismo
usando la misma máscara que le vimos a “Croqueta” en su presentación. Un
majadero al que la casa dará pronto su merecido, tentándole con la adorada
cometa de su infancia.
La noche será testigo íntima y silenciosa de las aventuras
de DJ y “Croqueta”, como en toda película de terror que se precie, y más siendo
la noche de Halloween. El novio de la canguro contará siniestras historias
sobre la casa de Nebbercracker y él mismo, y otro plano secuencia nos enseñará
cómo DJ se escabulle para citarse con su amigo “Croqueta” en misión de
expedición.
Hay un derroche de tópicos del cine de terror, elementos sacados de la nada con la única excusa de crear tensión para que el impacto del susto sea mayor, por ejemplo la botella de cristal que “Croqueta” encuentra al arrastrarse hacia la casa y que acaba tragada, de nuevo, por el césped. El guión es básico y los recursos de terror manidos, pero efectivos para el público infantil. El mencionado impacto será con la presentación de la terrorífica casa y su vida propia, con lengua y rostro airado incluido. Este punto, el de una casa asesina o secuestradora, podría haberse descubierto algo después, manteniendo el tono sugerente y misterioso, no ceder a lo explícito. Del mismo modo la posible ambigüedad de que todo lo concerniente a la casa sea imaginación de los niños no se aprecia nunca, y podría haber sido un buen punto.
El intento de la casa de engullir a Jenny, la chica del
colegio que va ofreciendo caramelos, será el motivo por el que ésta se sumará a
la pandilla, con una casa poco sutil y disimulada a la hora de cometer sus
infanticidios…
Ante la incredulidad de los adultos, salvo la de un friki de
los cómics y los videojuegos que engarzaría con el mundo infantil sin
demasiados problemas, aunque no intervendrá, el trío de chavales planificará el
asalto a la casa. Los adultos son presentados como auténticos zotes, como
corresponde a los universos de Zemeckis y Spielberg, productores de la cinta,
en especial la pareja de policías.
Dentro de la casa se dispara la aventura y una de las
grandes escenas de la cinta, una casa a la que entrarán a la fuerza… con el
coche de policía incluido. Oscuridad, linternas, objetos del pasado, fotos, un
santuario para la mujer de Nebbercracker, sospechas y las respuestas saliendo a
la luz. Una casa que supone una amenaza a cada paso, como buena casa encantada
que es, con alma, el de la mujer de Nebbercracker, y que se comporta como una
cabeza humana: tiene dientes, lengua y su campanilla correspondiente, incluso vomita.
La “resurrección” de Nebbercracker, que no estaba muerto,
tan solo se rompió un brazo, supondrá un
nuevo viaje al pasado en forma de flashback, cuando relate su amor por su mujer
y su muerte, un accidente provocado por unos niños el día de Halloween, de ahí
la mala leche que tiene esa casa, construida en su honor y que adoptó el alma
de la gruesa dama.
Hay buenos detalles visuales que funden pasado y presente o
presente y futuro dentro de los flashbacks o de vuelta de ellos.
El clímax llega con la casa celosa y desatada paseando por
el pueblo y persiguiendo a los críos y su propio marido… Sí, quizá resulta algo
excesivo. Un clímax pirotécnico con una rencorosa casa que se agarra a la vida,
por esto no podemos culparla, con uñas y dientes de madera. Transformaciones
monstruosas. Una explosión será la traca final.
Hay una carga de profundidad que posiblemente los más
pequeños no capten: ese sacrificio de amor que el viejo Nebbercracker está
dispuesto a hacer, dinamitando la casa, es el guiño adulto a una película
bastante infantil hasta ese momento.
El final, con los dos amigos accediendo a un último, o
no, “truco o trato”, es un canto a esa infancia que no hay que perder nunca,
aunque pasen los años. Una amable conclusión.
La película no se olvidará de los personajes “devorados” por
la casa, de ninguno, aunque para descubrirlo hay que estar hasta el final.
Steve Buscemi, Jason Lee, Maggie Gyllenhaal… son algunos de
los actores que prestan sus voces a los personajes de la película.
Una bonita reflexión final sobre el dolor al dejar ir, sobre
el sentimiento de pérdida y el recuerdo como ente enfermizo, la libertad que se
alcanza cuando no nos anclamos al recuerdo, sólo recurrimos a él de forma
amable.
Una agradable película para los niños, que aunque queda muy
lejos de obras como “Los mundos de Coraline” (Henry Selick, 2009), otra joya de
la animación infantil entroncada con el terror, deja un buen sabor de boca a
pesar de su convencionalismo y carácter infantil. Su trasfondo adulto no
adquiere gran profundidad como para dar el pego. Ideal para los más pequeños,
de los adultos sólo captará su atención a ratos.
Se agradece la innovadora propuesta y los homenajes
cinéfilos. Producida por Zemeckis y Spielberg.
Buena película. Pero cae en lo que caen todas las pelis de actualidad, algo en lo que la mayoría flojea: "el enfrentamiento contra el malo". No es que sea aburrido pero chirría un poco. De hecho Sambo, tú mismo has dicho que la casa persiguiendo al personal por el barrio es algo excesivo.
ResponderEliminarMe parece muy tierno y triste a la vez la historia de Nebbercracker y su mujer. Y no digo triste porque a ella le pase lo que le pasó, que también, sino porque vivimos en un mundo superficial. Todos lo somos, a nuestra manera. Y no quiero ni pensar la de burlas y desprecios que traería esa pareja en la realidad, ya en la peli se burlaban de ella cruelmente. Ya sabes a lo que me refiero. Los diálogos de la pelirroja con la canguro y de la canguro con DJ son buenísimos, así como los dos muchachos picándose por la fémina. La madre de DJ a su marido: "dile al niño que le quieres, díselo, díselo, dile que le quieres..." jajajaj. Y siempre me acordaré de ese plano inicial en el que Nebbercracker va entrando en su casa con el triciclo de la niña y se gira para echarle una mirada de desprecio a DJ. Esa escena es muy interesante, misteriosa y terrorífica. Se me quedó grabada.
Mencionas al final Los mundos de Coraline. Peliculón. Yo hasta me leí el cómic. POSIBLE SPOILER ¿qué mayor miedo puede existir en este mundo que quedarte encerrado en un lugar para siempre? FIN DE SPOILER Lo he puesto por si acaso.
Buena crítica Sambo, aunque no has profundizado mucho (o no sé si es que yo me tomé la peli más en serio que tú). ¡No todo va a ser hacerte la pelota! Que haya algo novedad en el foro xD
Jajajaja siento que no te pareciera muy profunda. A mí no me da pena la pareja, me da pena el hombre, como he explicado para dar profundidad jajaja. El resto de lo que comentas en realidad está expuesto.
EliminarGracias por el aporte, como siempre, es un placer verte por aquí.
Se me ha olvidado decir que hay una película muy buena, también de animación que no es tan conocida: James y el melocotón gigante. Otra joya.
ResponderEliminarCorrecto, Coraline es una maravilla y JAMES Y EL MELOCOTÓN GIGANTE muy apreciable
EliminarAmbas de Henry Selick, el que vivió a la sombra de Tim Burton con Pesadillas antes de Navidad.
EliminarVergonzosamente infravalorado.
Eliminarme gusta el caracter de la niñera porque yo tambien soy gotica y asi somos casi todos jaja
ResponderEliminarJejeje. Es bueno saberlo, Angie! Un saludo y gracias por comentar.
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