martes, 12 de mayo de 2015

Crítica: EL CORREDOR DEL LABERINTO (2014)

WES BALL













Otra saga adolescente más, es la nueva moda, donde los productores han encontrado el filón y el público adecuado, un público que va más a las salas, así que se escarba entre la literatura juvenil y se escoge algo de éxito o menos éxito pero que se amolde a los gustos pujantes de la actualidad, empezamos con “Crepúsculo” (Catherine Hardwicke, 2008) y esas cosas, seguimos con “Los juegos del Hambre” (Gary Ross, 2012) y ahora llega “El laberinto del corredor” o “El séptimo hijo” (Sergey Bodrov, 2014), unas englobadas en el género de ciencia ficción y otras en el fantástico.


Aquí se escogieron los libros de James Dashner, otra trilogía (sin contar precuelas), y ya tenemos una nueva franquicia. Muy en la onda de “Los juegos del hambre” en cuanto a planteamientos narrativos y algunos conceptuales, esta primera entrega de esta nueva saga no tiene la profundidad conceptual de la basada en las novelas de Suzanne Collins, pero sí muestra una mayor violencia y vigor narrativo que la mayoría de las sagas adolescentes de su estilo. Hay una crueldad y una violencia que no es muy habitual en estas cintas, y aunque está adelgazada a nivel conceptual no es un mal entretenimiento al apostar por numerosas escenas de acción. Uno se acuerda de la tremendamente aburrida “Divergente” (Neil Burger, 2014) y esto es casi gloria bendita…

Cogiendo la idea del Mito de la Caverna de Platón, que para tantas distopías y sagas de estas ha dado, se crea un mundo que nos suena haber visto en otras ocasiones y otras películas, con sus reglas y mitología propias. Un grupo de chavales atrapados en un llano rodeado por un siniestro laberinto del que se supone no pueden salir y al que no deben entrar por los peligros que acechan en él. No sabes cómo han llegado allí, padecen amnesia, sólo recuerdan su nombre, algunos llevan 3 años allí…


Aparte de “Los Juegos del hambre” vienen a la cabeza otros muchos referentes, “El señor de las moscas” de William Golding, “Perseguido” (Paul Michael Glaser, 1987), “Cube” (Vincenzo Natali, 1997), “Depredador” (John McTiernan, 1987), “La fuga de Logan” (Michael Anderson, 1976), “El show de Truman” (Peter Weir, 1998) en versión truculenta… hasta el mito de Teseo y el Minotauro. Incuso hay algo de los últimos “Resident Evil” en esos siniestros científicos y esa especie de mundo postapocalítico. Algunos han recurrido a “Dentro del laberinto” (Jim Henson, 1986) para mencionarlo como posible referente. Lo cierto es que en nada se parece más allá de la presencia de un laberinto, ni su tono, ni sus intenciones ni sus conceptos son análogos. Donde la cinta que interpretaba Jennifer Connelly apostaba por la perturbación y la sensualidad, aquí se apuesta por la violencia, la acción y el ritmo trepidante. La serie "Perdidos", en cambio, si es fácil que venga a la cabeza.



El inicio ya es potente, perfecto para generar la atmósfera tensa y desconcertante pretendida, aunque el desconcierto tarda poco en desaparecer ante la simpleza de lo que ocurre, si bien es cierto que se mantienen buenas intrigas sin resolver. Un chico temeroso, asustado, Thomas (Dylan O‘Brien), subiendo por un ascensor a algún lugar indeterminado, al estilo “Cube” (Vincenzo Natali, 1997). Al llegar a la superficie se encontrará con un buen número de chicos que han pasado por lo mismo antes que él. Uno cada mes subió hasta allí sin recordar más que su nombre.



Así se inicia una fase de exposición tan básica como necesaria. Una cinta de ciencia ficción que mezcla primitivismo y tecnología, al estilo “Depredador” (John McTiernan, 1987). Así se exponen las trazas platónicas, la división social en la que se organiza el grupo de chavales, con corredores, los que se meten en el laberinto a investigarlo y analizarlo; los constructores, los hábiles con las manos para crear cabañas y construcciones para vivir; los cortadores y los “mediqueros”, los que tienen alguna noción de medicina… Como en toda película de este tipo tendremos terminología propia, “El Claro”; “laceradores”; “verducho”, para referirse a los novatos; “infectados”; “picados”; “La Caja”, el lugar por donde suben y les suministran comida…


El líder del grupo, Alby (Aml Ameen), será el guía principal y definirá las 3 reglas de la convivencia en “El Claro”, el lugar donde vive el grupo: Pon de tu parte; Nunca hagas daño a otro clariano; Jamás cruces los muros del laberinto… Un laberinto casi mítico, donde se resaltan sus peligros, el miedo que genera y que nadie ha vuelto tras quedarse encerrado en él… Más Teseo y el Minotauro. El Minotauro, en este caso, se llama Lacerador. Los laceradores son unas arañas mecánicas, electrónicas y orgánicas, que actúan como protectores de los secretos del laberinto e inoculan un veneno mortal a sus víctimas, a los que llaman “Infectados” en un guiño a la moda zombie que nos asola. Muchas de estas revelaciones vienen a través de golpes de efecto de guión, como la siniestra aparición de uno de los chicos infectados, “picados”, que ataca a Thomas sin aparente motivo…



Se utilizará el pasado para omitir intentonas frustradas, todo se ha intentado ya… hasta que Thomas se descubre como un ser especial…

Mientras todas las claves de la particular mitología de la saga se van desvelando se nos presentan a los personajes más importantes, entre ellos el mencionado Alby, Chuck (Blake Cooper), una especie de “Gordi” de “Los Goonies” (Richard Donner, 1985); Gally (Will Poulter), el arisco y escrupulosos salvaguarda de las normas, principal antagonista de Thomas; Newt (Thomas Brodie-Sangster), el número dos y el más sensato y cerebral de todos; Minho (Ki Hong Lee), el líder de los corredores… Hay que destacar que las interpretaciones de los chavales son excelentes.



En general los personajes de la película son muy claros y sinceros, no hay manipuladores ni engañadores, en cuanto se enteran de algo lo sueltan, sus relaciones quedan perfectamente definidas y se mantienen fieles a ellas, sin disimulos, si se llevan mal, se llevan mal, y viceversa…

A nivel conceptual me gustaría destacar la reflexión de Newt acerca de las muchas personas que se albergan en nuestro interior y los cambios que vamos teniendo…

No importa. Nada de esto… Porque las personas que éramos antes del laberinto ya ni siquiera existen… Pero lo que sí importa es lo que somos ahora y lo que hagamos ahora mismo”.



Se podrían sacar interpretaciones religiosas con determinados aspectos, Alby podría ser una especie de mesías negro, fue el primero en llegar, el que organizó todo, pasando un mes solo allí, el pionero, el referente, el guía de sus discípulos, el que crea los mandamientos… Del mismo modo  La Caja”, el lugar por donde suben, actúa como una invisible deidad que les suministra comida… y nuevos compañeros. Trece chicos, como en la última cena, emprenderán el clímax final.


Defectos.


Del mismo modo, todas estas reglas y conceptos vuelven a desarrollar la idea de la opresión, la dictadura o la libertad como estado natural del hombre. Desde la tesis de cumplir las reglas anunciada por Alby, el grupo se mantiene unido y bajo una miedosa seguridad, pero sometido. La aparición de Thomas viene a perturbar todo eso, se introduce el elemento revolucionario o de apelación a un cambio consensuado. Estas ideas, siempre interesantes, están expuestas de una forma muy simplista, los aspectos conceptuales o filosóficos no son el fuerte de la película, ni los dramáticos tampoco. Esa sumisión se antoja débil, sobre todo al ver la facilidad con la que todo se perturba al llegar Thomas, que sin hacer nada extraordinario es capaz de cambiar la mentalidad de todos en busca de algo lógico… salir de allí. Aunque se mencione que se intentaron huidas y se perdieron chicos, la idea del miedo para justificar la sumisión, que durante tres años no hayan sido capaces de lograr ningún avance y nuestro protagonista los saque de allí en dos días, chirría un poco. Cuando el broncas Gally, el más fiel protector de las reglas, apele a la seguridad, la contestación viene rauda a la cabeza, tres años de seguridad, pero allí encerrado… Esto lo acabará verbalizando Thomas. Alby además comentará que no hay salida, que el laberinto está completamente supervisado y que las incursiones en el mismo son puro fingimiento para mantener la ilusión, la esperanza vacua de una posible huida, es decir, a través del concepto de esperanza se logra el conformismo del grupo, de una sociedad, y que así sigan sometidos. Alby colabora involuntariamente y por buena voluntad con la concepción opresora de los que los encierran allí.



El otro gran defecto de la película es su poca coherencia dramática o falta absoluta de la misma. Los comportamientos de los personajes ante la situación que padecen, ante las muertes de amigos o sucesos dramáticos que deben soportar, está mal tratados, no se corresponden con lo que sería lógico. Hay pasotismo, indiferencia o frialdad.

Por ejemplo, cuando Alby se recupera de la infección se pone a contar al grupo revelaciones que parecen cruciales… ¡Almas de cántaro! Si esto pasa y vuestro jefe está haciendo unas revelaciones cruciales, ¡no os larguéis todos porque oigáis un ruido fuera! ¡Qué se quede al menos uno a escuchar!


Otros defectos, a nivel de argumento o coherencia interna. Me repatea que en las películas haya monstruos o súpervillanos que muestren unas cualidades increíbles, sobrehumanas, muy sobrehumanas, velocidades supersónicas, agilidad descomunal, recursos aparentemente inagotables, pero luego no se mantenga esa coherencia en sus actos cuando se enfrentan al protagonista, no logrando alcanzarles nunca en ligeras carreras o acabar con ellos cuando su superioridad se antoja evidente. Con las arañas, los “Laceradores” en esta película, ocurre esto mismo.




Redundando en esto, la escena de la cabaña… Unas arañas capaces de coger a tíos en volandas sin aparente esfuerzo, lanzarlos como si no costase, que corren como Ferraris y encima tienen mala leche, se muestran impotentes para entrar en una cabaña de madera, y cuando logran abrir una brecha, tras mucho esfuerzo, y llevarse a uno, a Alby concretamente, se marchan de allí sin más dejando a todos tranquilos… Esto último sólo se entiende si deducimos una orden de los científicos, pero su modus operandi sigue resultando arbitrario, matando sin contemplaciones y sin mirar a quien y dejando vivir a otros sin el más mínimo motivo…



Thomas, nuestro protagonista, es la típica figura del elegido, ese ser “especial” que viene a romper una dinámica, rebelarse, descubrir la verdad, liberar a los sometidos, el statu quo. Él es distinto, tiene curiosidad, es rebelde, contradice las reglas, tiene una pulsión interna que le lleva a querer descubrir la verdad, no aceptarla como viene. Es el hombre que sale de la caverna del mito platónico… Tendrá sueños y pesadillas reveladoras, el clásico recurso de los flashes que hacen especial al protagonista, que lo diferencian, flashes selectivos, que dejan frases de esas para intrigar sin dejar nada claro: “Cruel es buena”, “No se lo pongas fácil”, “Tiene que elegir”… Incluso llegará a inocularse el veneno de los “Laceradores” para intentar descubrir la verdad, recordar su pasado, descubrir que él y Teresa (Kaya Scodelario) están involucrados en lo que sucede.


El laberinto es la amenaza, pero a la vez la única salida. Con la llegada de Thomas el laberinto cambiará su rol, usado como receptor de sacrificios o ejecutor de penas, se lanza a él a los infectados y a los desobedientes, se convertirá en la gran esperanza para huir, el camino hacia la libertad. En la parte final este lugar simbólico es como el necesario y duro camino de la liberación, de la libertad, la oposición y la rebeldía contra el sometimiento y la comodidad.




Este tipo de películas siempre presenta esas cosas extrañas en la trama, justificadas con “el ser especial”, en el que nada cambia hasta que él llega. Tres años allí viviendo y tiene que llegar el nuevo a revolverlo todo, pero no porque haga nada especial, sólo por tener algo de curiosidad, sentido común y cierta humanidad…




Los tópicos en este tipo de cintas de aventuras y ciencia ficción son numerosos y esta “El corredor del laberinto” se salta pocos. He señalado varios como el “elegido”, las referencias platónicas, el entorno opresivo… Pero los hay incluso a nivel minimalista, como que si el tiempo para que el laberinto cierre sus puertas va a llegar y los expedicionarios no han regresado aún, lo harán cuando las puertas comiencen a cerrarse…

A los 33 minutos nuestro protagonista entrará en el laberinto para que lo veamos por dentro. Allí tendremos una estupenda escena de acción que, aunque se desfasa en alguna ocasión, cumple. La presentación de los “Laceradores”, las arañas gigantes, es buena. Thomas es un “elegido” con un cuajo, tranquilidad, personalidad y temple sorprendentes… Su temeridad podría justificarse, precisamente, por la breve estancia en “El Claro”, desconocimiento, no haber dejado que el miedo penetre en él o la simple y creciente curiosidad. La inconsciencia de la ignorancia.




La película tiene un ritmo trepidante, con una sucesión continua de acontecimientos. Así aparecerá una chica que sube por la caja, la única del grupo de chicos, y la última persona que subirá a “El Claro”. Ella, además de los infectados, parece reconocer o recordar a Thomas. A su vez, Thomas la reconoce de verla en sus sueños… Ella es Teresa (Kaya Scodelario), y también es especial como Thomas, tiene sueños y pesadillas y reconoce a nuestro protagonista.

Más aventuras. Expedición de 5, una vez Thomas demostró su valía siendo el primer superviviente a una noche en el laberinto. Allí comprobarán los restos de la gigantesca araña que Thomas logró matar y descubrirán alguna pista, un dispositivo electrónico y unas letras que servirán para próximas expediciones.




Más acción, el descubrimiento y huida de la zona 7, donde descubren para qué sirve el artilugio que cogieron de la araña y dónde acuden esos gigantes bichos tras sus expediciones por el laberinto. Otra aceptable escena de acción.



Trece chicos emprenden el clímax final, la huida del laberinto, donde tendremos más acción y batallas contra los “Laceradores”, que provocarán varias bajas en el grupo. Buenas escenas y una huida traumática con varias sabrosas sorpresas, mensajes apocalípticos y la muerte del entrañable Chuck, representante del vínculo familiar desconocido, en forma de objeto, de muñeco tallado. Una crueldad. ¡Qué maldad!


Es evidente que al final debería extrañarles que alguien no usase los helicópteros con anterioridad, pero todo queda bien diseñado para extender la saga. Esta primera entrega es el perfecto vehículo para enganchar y dejar con ganas de una continuación a su público potencial, un perfecto artilugio de diseño en celuloide para adolescentes.




En definitiva, un buen entretenimiento adolescente, más violenta y cruda que otras sagas adolescentes, bien interpretada, con buenas sorpresas y sin salirse en exceso del guión previsible en estas distopías. Poco profunda, con ciertos defectos dramáticos. Para pasar el rato.




14 comentarios:

  1. Jajaja!!! "Almas de cántaro".
    Me ha hecho muchísima gracia!!!
    Gracias por tu trabajo sensei!!!
    Bss

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    1. Ya me dirás!!! Panda de descastados!! Jajajaja. Gracias a ti, Reina.

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  2. Hace bastante tiempo te dije que a mí me gustaba Divergente. La vi sin saber que iba a ver, sin haber leído la sipnosis ni haber visto un trailer. Y quizá por eso la sobrevalore. Cuando vas a ver algo completamente desconocido que mínimo te entretiene, te gusta más todavía jajaj. Y sigo en mis trece, para mí es entretenida, aunque por debajo de Los Juegos del Hambre y El Corredor del Laberinto. De estas sagas de "jóvenes contra el sistema". Pero no sé si meter ahí a Crepúsculo como tú.
    Ayer volví a ver ésta Sambo, la del corredor. Y me ha dejado con mejor sensación que la primera vez que la vi. De todas estas sagas que hemos mencionado es la que más me gusta, pues tiene algo que las otras no: un secreto. En Divergente y Los juegos del Hambre se lucha contra el sistema sabiendo cuál es éste y qué objetivos persigue tanto una parte como la otra. En el corredor no se sabe por qué están probando a los chicos, tanto dentro como fuera del laberinto. No se sabe qué fin persigue el sistema con todo lo que les han hecho y les van a hacer a los chavales. De hecho, en la segunda entrega parece que la cosa va de eso, de obtener muchas más respuestas. Y de las tres sagas, el corredor tiene los mejores personajes, al menos para mí. Si la de los juegos gana en esto de los personajes es por los papeles adultos. No trago a Jennifer Lawrence. Incluso me parece más guapa Teresa, la del corredor xD. Y a mí lo que me chirría de la peli es que al prota le pase todo, descubra todo, le… todo jajaj. Parece Harry Potter el colega. El “ser especial” como tú lo llamas. Hablas de poca profundidad y que si el prota se carga todo en un momento… Si es que para este tipo de cine no hay tiempo. Pero bueno, llevas razón en eso.
    Me apunto la de ‘El séptimo hijo’. Simplemente con mencionarla me has animado a verla. Ah, insisto. Tienes que ver Dredd xD. No te pido que hagas una crítica, sólo verla. Porque me gustaría preguntarte una cosa sobre cierta escena. En fin, un saludo Sambo.

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    1. Hola, el Salvilla! Crepúsculo es saga adolescente, pero no es un distopía futurista de ramalazos platónicos, como estas. La incluyo como saga adolescente básicamente. También me gustó bastante esta, es más vigorosa y tensa, tiene un punto oscuro que me motiva. Quizá la más compleja sea LOS JUEGOS DEL HAMBRE, conceptualmente. Vi la segunda de la saga DIVERGENTE, Insurgente, y tiene más brío, pero la primera me resultó tremendamente plomiza, sus planteamientos lo son todo y al ser tan manidos, de nuevo Platón, sólo queda el rollo amoroso y pfff

      LA DEL SÉPTIMO HIJO no te la recomiendo jajaja

      Veré DREDD y haré análisis, sí jaja

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    2. La del séptimo hijo no puede ser peor que 47 Ronin. Si sobreviví a esa, creo que puedo también con la otra jajajajajaj

      Los juegos del hambre ha bajado mucho con la aburridísima tercera entrega. Todavía no he visto Insurgente.

      También decirte que yo también tengo deberes. Como las pelis que me recomendaste en el foro de la crítica de Her de los amigos directores de Spike Jonze.

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    3. Jajajaja que sea leve entonces!!

      Sí la 3ª de LJH me dejó anonadado, ya la segunda era relleno, una repetición que no aporta nada, pero la tercera es pura transición, una jodida anécdota...

      Esto que disfrutes alguna de las de Gondry.

      Ayer vi DREDD, por suerte estaba en Yomvi, así que aproveché...

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    4. No jodas!!! ¿y que te pareció? xD

      Como ya la has visto, ahí va la pregunta. Cuando Dredd vuelve al cuartel, la jefa le dice a la rubia que está en la otra sala que describa al juez Dredd. Ella dice que percibe ira, control y algo más. Iba a explicarlo cuando la jefa la interrumpe y al final no se sabe. Hay alguno que otro usuario por la red que dice creer saber a lo que se refiere la rubia. Pues bien ¿tú sabes a qué se refiere con "hay algo más detrás del control, algo casi como..."?

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    5. Sí, recuerdo la escena. Dredd parece robótico, decididamente. Desconozco el cómic en que se basa y las posibles sugerencias de este tipo. En cuanto a lo que podríamos deducir en la película, parece referirse a un nihilismo incipiente, una frialdad robótica que la chica vendría a redimir. Por el comportamiento de Dredd no se infiere nada concluyente, salvo que se va humanizando ligeramente. Cede competencias a la chica, respeta sus decisiones piadosas y finalmente la aprueba, aunque objetivamente se supone que estaría suspendida... Así que supongo que por ahí irán los tiros, pero toda opinión será reveladora seguro jajaja

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    6. Verás. Según leí por ahí para informarme sobre el cómic, Dredd es una clonación del primer juez supremo. Además tiene un hermano que también es clon de ese juez. Pero la novata se estaba refiriendo más a un concepto filosófico que a uno genético, creo yo. Yo creo que tu opinión es la que más se acerca. Esa humanización que vemos en Dredd como la que has mencionado cuando aprueba a la novata. Yo creo que es también eso.
      Pues eso Sambo xD. Me alegro de que la vieras al final. Un saludo!

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    7. Pues me cuadra bastante lo que dices y coincidimos. Cuando haga el análisis pues me documentaré un poco sobre eso que comentas del juez y la clonación en el cómic para dar más opciones, pero en la peli creo que va por donde decimos, más que nada porque no se explicita nada.

      Muchas gracias, el Salvilla, no me disgustó la peli.

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    8. Hace unos días me leí tu crítica de Dredd en la página esa que tenéis en común muchos autores cinéfilos. Jajaja siempre la esperaba aquí y llegué a saber de su existencia por el amigo google debido a que ahora entro a tus críticas de una película concreta a través de él. Y por una sencilla razón Sambo, ¿qué le pasa al buscador de esta web? No furula.

      En fin, ya me he quedado a gusto leyendo una crítica tuya sobre Dredd, Sambo XDDDDD

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    9. Sí, el verla repentinamente me llevó a una crítica más light, pero es posible que le haga un análisis...

      No sé, no sabía que le pasara algo. Voy a ver.

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  3. "El motor de búsqueda de cupones se está cargando. Vuelve a intentarlo transcurridos unos segundos."

    Me aparece siempre eso cada vez que uso el buscador desde hace días. Por cierto, he vuelto a twitter y por si tengo que decirte algo, que te lo diga por allí y no te desvirtúo en los comentarios de esta web. Te sigo, soy el usuario __Nebbercracker

    Un saludo Sambo

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    1. Sí, lo he visto y me pasa lo mismo, pero ha debido ser hace una o dos semanas. Estoy a ver como lo soluciono... Gracias por comentarlo.

      Perfecto!

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