“Resacón en Las Vegas” fue un tremendo éxito, la comedia
gamberra tenía un nuevo referente que reverdecía viejas glorias ochenteras del
estilo de “Desmadre a la americana” (John Landis, 1978) y similares, comedia de
desfase y bromas sexuales exageradas que hizo las delicias de los espectadores
de todo el mundo. Una comedia de desparrames fiesteros donde quien más quien
menos se ha visto identificado con alguna situación, guardando las distancias.
La segunda parte repitió fórmula siguiendo paso por paso el
camino marcado por la primera, aspecto que le creó algunos detractores, pero
que en realidad hace pasar un buen rato de igual forma, entre otras cosas
porque las situaciones eran aún más exageradas y bestias, cambiando entorno, de
Las vegas pasamos a Tailandia.
Ahora nos llega una tercera parte que de entrada acierta en su concepción y
propósitos, que no son otros que cambiar de tercio y no repetir fórmula, como
se hizo con la segunda, sino dar otro aire a la saga cambiando el tipo de
trama. Eso han hecho, pero el resultado no ha podido ser más decepcionante y si
no es porque su título la hace partícipe de la trilogía y sus personajes son
los mismos, nadie reconocería en ella nada de lo que se disfrutó en las
anteriores. Siendo sinceros si no fuera porque pertenece a la saga de “Resacón”
esta tercera parte hubiera pasado inadvertida en la cartelera y en los gustos
de los aficionados.
Las sanas gamberradas que fueron las anteriores, el exceso y lo
desprejuiciado, no aparecen aquí por ningún lado, optando sus creadores más por
la comedia de acción con una trama que la acerque al thriller desenfadado que
al espíritu de la original. Se sustituye lo gamberro por una trama de acción y
cierto humor negro inicial.
Esto es muy lícito y podía haber dado buen resultado si el
tono se hubiera mantenido, pero salvo algún aspecto ingenioso de guión en dicha
trama de acción y alguna broma de humor
negro, poco hay que llevarse a la boca… Nada se reconoce…
Hasta que llegan los títulos de crédito. Allí tenemos lo
mejor de la película, algo en lo que todos han coincidido y que si esto es así
es porque en ese tono y en esas intenciones está la verdadera esencia
“Resacón”, con lo que de forma inconsciente retrata a los más defensores de la
cinta, que también acaban destacando esa escena final post créditos, cuando no
debería ser más que otro punto de ingenio si la película tuviera el tono
original. Pero ya se sabe, cuando algo entusiasma siempre se intenta perdonar
las debilidades aunque haya poco que salvar.
La decepción resulta contundente.
Una de las grandes virtudes de la cinta es que se han dado
cuenta de que lo que tiene más tirón son las apariciones de Alan (Zach
Galifianakis) y Chou (Ken Jeong) y por tanto les dan mucho más peso, el
protagonismo. Así la cinta se inicia con la evasión de la cárcel del señor Chou
al estilo “Cadena perpetua” (Frank Darabont, 1994), pero obviando el truco de
guión de aquella con el póster, y un salto al estilo “El fugitivo” (Andrew
Davis, 1993), desde una gran tubería.
Acto seguido aparece Alan con su jirafa y su decapitación en
uno de los momentos más reseñables de la película, lo que será el
pistoletazo de salida a toda la trama.
Elementos de humor negro usando gags en segundo plano, como
la muerte del padre tras el suceso de la jirafa y el surrealista discurso de
Alan en el funeral, sacan partido al personaje y pretenden mantener el tono
desprejuiciado de la franquicia.
“Pues no os queda otra”.
Habrá multitud de referencias a las anteriores partes de la
saga, al tatuaje de Stu (Ed Helms), Tailandia, la relación que allí tuvo Stu,
Las Vegas, el regreso o que la trama de esta tercera parte esté ligada a un
suceso de la primera…
El viaje de los tres amigos, Stu (Ed Helms), Phil (Bradley
Cooper) y Doug (Justin Bartha) para llevar a Alan a un centro donde pueda
tratarse será interrumpido para iniciar la trama de acción que es la base de la
película. Un viaje con la canción “Everybody’s talking” de Harry Nilsson, que
se popularizó mucho al incluirse en “Cowboy de medianoche” (John Schlesinger,
1969).
Desde la realización hay buenos planos, en algunos casos muy
espectaculares, por ejemplo el coche chocando con el de nuestros protagonistas,
al cual vemos venir de lejos hasta el impacto. En el descenso de Alan por el
hotel donde se encuentra Chou también tendremos algunos espectaculares, junto
al salto en paracaídas del propio Chou.
Un secuestro y la aparición de John Goodman como el villano
de la función, víctima del robo de 21 millones de dólares por el señor Chou, que ve en
nuestros amigos la solución para encontrarlo. Así se plantea la trama de
thriller, base de la narración.
“¿No puedes llevarte a Stu?”
De alguna manera siempre se las ingenian para que el papel
de Doug será lo más breve posible.
Resulta absurdo que los malotes no den un teléfono de
contacto para facilitar las cosas una vez nuestros protagonistas localicen a
Chou. Sería más seguro que una vez localizado profesionales se ocupen del resto,
pero o no se lo dan o no lo usan. Un truco de guión necesario para posibilitar
el resto de la trama, ya que en la segunda búsqueda que “la manda” deberá
emprender para localizar a Chou sí que lo usarán, aunque los villanos también
se negarán a colaborar, algo que no deja de sorprender ya que parece que su
interés en recuperar el dinero es relativo.
El robo a la supuesta casa de Chou es un detalle de guión
ingenioso, muy acorde con el personaje que interpreta Ken Jeong. Más elementos
de thriller con toques de comedia.
Se pasa de forma irónica y tangencial por el concepto de las
dos cintas anteriores, se comprarán drogas para dormir a Chou, pero no se
usarán, se verá una fiesta desfasada donde Chou se divierte pero por la que
nuestros protagonistas pasan de refilón y sin inmiscuirse…
Chou los engañará, lo que provocará que deban seguirlo hasta
Las Vegas, escenario de la primera parte de la trilogía. Entremedias alguna
muerte para mantener los elementos típicos del thriller y el humor negro.
Uno de los momentos más destacados de la película lo tenemos
en la escena donde Alan liga con la dependiente de una tienda, un vínculo
mediante piruletas. Ella es Cassie (Melissa McCarthy).
También volverá a aparecer Heather Graham, ligue de Stu en
la primera, que dará pie a una tierna escena, dentro de lo que cabe, entre Alan
y el hijo de Graham.
“Carlos”. “Sí, soy tu padre de verdad”.
Llegando al clímax final, con la escena en el hotel donde
Chou disfruta de su orgía y fiesta, los picados y contrapicados se sucederán,
aumentando la tensión de las escenas… Descenso desde la azotea, impulso
homosexual de Alan con Phil, para mantener el humor, y un montaje muy visual con
luces intermitentes y una jeringuilla. Phil (Bradley Cooper), es el cerebro del
equipo y el que impulsa la trama, si bien el lucimiento es para Chou y Alan de
forma descarada.
Acción cómica con Chou huyendo en paracaídas, un Chou que,
como él mismo dice, parece inmortal o que tiene más vidas que un gato, le hemos
visto morir, supuestamente, en varias ocasiones.
Todo se resolverá con unas muertes más, donde Chou volverá a
salvarse milagrosamente y ajusticiará a sus enemigos. Todo esto llevará al
adiós de la amistad entre Chou y Alan. Un Alan que ha madurado a su manera,
sustituye a Chou por Cassie…
“Lo vi en una peli. Una pornográfica”.
El matrimonio de Alan con Cassie sí que da para un buen
resacón, el supuesto abandono de la manada…
En definitiva, una cinta muy sosa, sin nervio y que
decepciona por la comparativa, pero que abstrayéndose de ella no resulta
estimulante más allá de algún retazo suelto ya comentado. Es poco atrevida y
transgresora, insulsa. Arriesga al no repetir esquema, loable, pero fracasa en
el resultado, decepción.
En los créditos volveremos a apreciar el tono y gamberrismo
de la saga con una escena hilarante, desfasada, así que no deben marcharse
porque es lo que más merece la pena. El añorado tono macarra aparece a última
hora para despedirnos.
Sólo para muy fans y por la última escena.
Yo pienso que alargar un éxito a la larga puede llegar a cansar.Pero bueno mientras en taquilla funcione pues quien sabe como terminara esto.
ResponderEliminarAsí es Oscar, pero ya se sabe... Lo que le ocurre a esta saga o trilogía es lo que le ocurría a las tradicionales sagas o trilogías, que no estaban planificadas y han ido tirando de éxito, una secuela con todas las características de la secuela ochentera, repetir fórmula y exagerarla, y una tercera donde pretenden dar un giro a algo que no tiene más miga, que es otro de sus problemas. Esto no daba más que para una, pero en cuanto se pega el pelotazo las hacen en serie...
EliminarUn saludo.
A mí no me suelen gustar este tipo de películas, pero reconozco que con la primera me reí mucho, sería por la novedad.... Esta tercera parte no me ha gustado nada, ni he esbozado una sonrisa, tan solo me ha gustado la canción de los créditos, que si no recuerdo mal era de Sting. Yo por mi parte no la recomiendo. Un saludo!
ResponderEliminarEs un desastre, sólo la escena de los créditos recupera el espíritu de las anteriores, muy decepcionante.
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