viernes, 13 de abril de 2012

Crítica: ¡OLVÍDATE DE MÍ! (2004) -Parte 1/2-

MICHEL GONDRY










Como en el caso de "Como ser John Malkovich" (Spike Jonze, 1999), Charlie Kaufman nos deleita con esta obra maestra de desbordante imaginación, en este caso dirigida por Michel Gondry.

Kaufman, Gondry y Jonze forman una especie de triunvirato sobre el que se debate a tenor de quien es el verdadero talento. Este trío desde luego parece pivotar sobre el guionista Kaufman pero la verdad es que talento tienen los tres, y mucho. Es cierto que sus mejores trabajos han surgido de las colaboraciones, por ejemplo de Kaufman con Jonze en “Cómo ser John Malkovich”, “Adaptation” o de Kaufman con Gondry en esta “¡Olvídate de mí!, que sin duda es la mejor obra de todas las relacionadas con el trío. Pero también lo es que por separado han realizado obras realmente excelentes del máximo nivel, “Rebobine, por favor” de Gondry, “Donde viven los monstruos” de Spike Jonze por ejemplo.

La realidad, su vacuidad e inexistencia como concepto ha sido algo muy socorrido para los grandes directores modernos, recurriendo a la confrontación entre esa supuesta realidad y la imaginación, la fantasía… Esta fantasía, ese mundo que se confronta a la realidad unas veces son los sueños, otras los recuerdos, en otras mundos alternativos… pero todas ellas llevan a la misma reflexión. La realidad no existe.
 
Es un concepto vacío, sueños, recuerdos, mundos alternativos… son caras de un mismo dado tan reales como lo que consideramos "realidad".


Esa idea es compartida y ha sido usada por directores como Christopher Nolan, David Cronenberg, el mismo Martin Scorsese… y por supuesto es uno de los conceptos vertebrales de estos tres hombres de los que hablamos. Gondry, como Kaufman, trata el tema desde un punto de vista más romántico.

Un despechado Joel (Jim Carrey), decide someterse a un revolucionario invento que elimina los recuerdos de tu pareja al enterarse de que su novia Clementine (Kate Winslet), se ha sometido a dicho procedimiento. En el proceso, Joel, mientras va olvidando toda la vida compartida con ella, recuerda lo que le enamoró de su chica.

¡Olvídate de mí! Realiza una reflexión verdaderamente profunda, imaginativa, adulta, dura y romántica sobre los recuerdos, no sólo analiza la importancia de éstos, la idea de que somos memoria básicamente, que la memoria, nuestros recuerdos nos definen, nos hacen ser lo que somos. Tampoco es sólo un expresivo ejemplo del sentimiento de pérdida, esa angustiosa sensación de perder lo más íntimo, lo que creíamos nuestro para siempre, recuerdos, seres queridos, sentimientos.  Ni siquiera sobre la ambivalencia de todo recuerdo, la vulnerabilidad que subyace cuando nos enfrentamos a nosotros mismos y nuestros actos, ambivalencia que va desde el engaño a nosotros mismos a un sentimiento de culpa estremecedor, del deseo de sublimar lo malo a tener que reconocer todo lo bueno que nos producen los recuerdos.

Joel, en la consciencia de estar olvidando recuerda la esencia de sus sentimientos, lo que provocó su amor, lo bueno que compartió con ella y que se afianza como lo definitorio de su relación de pareja.

La cinta de Gondry,  además de todo eso, da una vuelta de tuerca en su maravilloso final para acabar siendo una película sobre la fe, lo intangible, sobre el alma, algo que va más allá de los meros recuerdos. Lo que nos define no son los recuerdos, al menos no sólo ellos, sino una capacidad individual, personal, única e invisible, que nos permite a cada uno interpretarlos y aceptarlos, o no, de maneras distintas, un mismo recuerdo afecta de formas diferentes a distintas personas. Algo que de manera inexplicable nos une a alguien y que no tiene su fundamento en ningún recuerdo, que va más allá.  Un concepto de alma que puede considerarse tanto en sentido religioso como aristotélico.


Es lo que hace el final de “¡Olvídate de mí!” algo profundamente íntimo y esperanzador. Romántico y verdadero.

Una cinta sobre lo invisible, lo insondable, lo indescifrable, sobre los hilos ocultos que nos unen y vinculan a los seres queridos, a los afectos, a nuestras inclinaciones, que nos definen.

Por eso todos los que usan el procedimiento de eliminación de recuerdos en la película sienten que les falta algo y volverán a sentir la misma inclinación y sentimientos hacia las mismas personas, le ocurre a Joel, a Mary y a Clementine, lo volverán a sentir por esos insondables, eso invisible que no se puede borrar ni eliminar. Todo esto como una suerte de “eterno retorno” nietzscheano. Hablando de “eternos”, el criminal título español que se le puso a la película es fácil que cree prejuicios en el espectador, que piense en una comedia estúpida.  El original, que traducido quedaría “Eterno resplandor de una mente inmaculada”, usa el concepto “eterno” curiosamente. Está sacado de un poema de Alexander Pope.

Aristóteles, Nietzsche… es un placer que una cinta de ciencia ficción provoque tantas reflexiones, sea tan compleja, divertida, profunda y original.  No son gratuitas además las referencias a estos filósofos, si la presencia de una deidad viene subrayada por las voces en off que constantemente oye Joel en el universo de sus recuerdos sin saber de donde provienen, sus miradas al cielo y sus súplicas para parar el proceso que nunca son oídas, Mary (Kirsten Dunst), citará a Nietzsche en un momento determinando recitando la frase “Benditos sean los olvidadizos, pues superan incluso sus propios errores” de su obra “Mas allá del bien y del mal”.


También es una referencia recurrente William Faulkner y su “El ruido y la furia” con esa narrativa que procura imitar los fogonazos del discurrir interior de sus personajes, esa misma estructura y estilo está aquí en “Olvídate de mí”, con los continuos fogonazos mentales de recuerdos en ocasiones olvidados y muchas veces añorados.

Michel Gondry ha usado el conflicto entre ficción y “realidad” en la mayoría de sus películas, un profundo defensor de todas esas realidades que nos se consideran tales, de que el concepto de realidad no existe. Así en “La ciencia del sueño” el protagonista confunde cuando está dormido y cuando no lo está, en “Rebobine, por favor” se utiliza la ficción y la creación artística, cinematográfica, como evasión y contraste de la supuesta realidad. En esta nos sumerge en el mundo de los recuerdos.

Uno de los grandes hallazgos de la cinta es el mundo de los recuerdos que crea Gondry, un universo que ejemplifica de forma magistral el uso de los efectos especiales integrados en la trama y la narración, efectos especiales justificados y necesarios, lo contrario a la gratuidad habitual en este sentido. Muchos de ellos muy artesanales, algo muy del gusto de Gondry. En ese universo lo más fascinante, además del aspecto formal, es esa flexibilidad, esa manipulación que el protagonista hace de sus propios recuerdos, huyendo de la eliminación de los mismos, escondiéndose e interactuando con la Clementine de su mente, en una emocionante reflexión sobre la subjetividad de dichos recuerdos, sobre como manejamos esos recuerdos a nuestro antojo, para justificarnos, engañarnos… Es decir, algo que redunda en lo comentado anteriormente, en lo verdaderamente definitorio del ser humano, de su esencia, de su personalidad, el manejo que hacemos de dichos recuerdos, esos hilos invisibles.


Los perennes ojos acuosos de Jim Carrey en esta película tienen que ver no con la sensación de los recuerdos perdidos, sino con la sensación de los sentimientos, sensaciones perdidas, algo le falta, y no tiene que ver con los recuerdos.

Los caracteres de los dos protagonistas son radicalmente opuestos. Clementine es chispeante, inestable, imprevisible, divertida, alegre, intensa, impulsiva, extrovertida… Joel es tímido, introvertido, inseguro, rutinario, previsible, taciturno… Opuestos y complementarios, se dan lo que al otro le hace falta, se completan.

 


Dedicada a Ángel, porque muchos de nosotros nunca te olvidaremos.






20 comentarios:

  1. Pon alguna peli para encefalogramas neuronalmente difuntos como los de un servidor13 de abril de 2012, 11:20

    Buenos días Mozuelo.
    Pues no había tenido el gusto de ver esta peli, y pinta bien. Y además sale la Winslett, que me gusta más que el revuelto de panceta a los 4 quesos. Vaya mujerón.
    Joer, Aristóteles, Nietzche, luego Faulkner...te falta Willy Toledo para completar la galería de ilustres pensadores.
    Lo de Nietzche lo veo claro, lo de volver a tropezar una y otra vez en la misma piedra, el círculo eterno...lo de Aristóteles un poco menos, porque el alma es algo más que meramente mecanicista, que hace funcionar los elementos más elevados del cuerpo como parte superior del engranaje, como parece que se deduce de aquí. Pero bueno, no iré más pallá hasta que la visione.
    Por cierto, anoche volví a ver el hombre tranquilo. Esa Irlanda ensoñada fruto de la morriña de John Ford, con Wayne y su linda pelirroja....joer, que peazo película, te deja encantado de la vida....¡¡¡HOMÉRICA!!!

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  2. Jajaja algunas pongo hombreeee. Si tu eres un encefalograma plano no sé que serán los demás... anda, anda.

    El tema del alma se puede entender en las dos víasen la película, desde el prisma más "religiso y elevado", a otro más científico, del alguna manera esa forma de usar la ciencia y demás nos llevan a ello. Plantea una interesante reflexión sobre ese tema en realidad para debatir.

    Pff tremenda, muy personal, es muy grande esa película, el otro día vino con un periódico encima...

    Tengo que hacer un Ford, pero quiero hacer antes EVA AL DESNUDO, que además te la debo a ti.

    A ver si la ves y me cuentas.

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  3. tengo que verla,siempre me han dicho que es muy buena. a ver si este finde saco algo de tiempo

    por cierto,a mi Adaptation o el ladrón de Orquídeas me gustó bastante

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  4. Creo que te gustará Chu4che. Sí, ADAPTATION es magnífica.

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  5. Querido sensei:
    La verdad, tus explicaciones (muy documentadas y filosóficss unas y muy frescas y comprensibles otras) han hecho q despierte mi interés en una cinta que descarté desde q la estrenaron por contar con J. Carrey (q me produce graves contraindicaciones cutáneas y mentale) y pese a tener a K. Winslet, q me parece muy solvente y 'redondita' en un mundo de anoréxicas!!
    Así que gracias como siempre.

    Y esa dedicatoria…eres grande!!!

    Un gran beso!

    R

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    1. Tu argumentación antropometrica me ha dejado ensimismado, haciéndome consciente de mi propia ignorancia13 de abril de 2012, 19:29

      Cierto R, Kate Winslett es "redondita". Dios la bendiga.
      Un saludo.

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    2. ¿Has visto R?, de todo un poco, soy imprevisible jajaja. Te sorprenderá la película pero sobre todo te sorprenderá Jim Carrey, es su mejor papel, está espléndido. Kate Winslet está estupendaaa jajaja

      Era obligada y me apetecía mucho, entre las críticas que tenía estuve un buen rato decidiendo cual podía ser la más adecuada y al final me quedé con está, por lo de los recuerdos, ya sabes.

      Otro beso para ti

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    3. Rústico, Aristóteles menciona un alma que es un conocimiento universal, que todos tenemos, necesitado de experiencia, una experiencia que en la película se vincula a los recuerdos quizá, ese elemento universal estaría resaltado en la idea de que todas las parejas tienden también a repetir impulsadas por algo lo mismo, se vuelven a enamorar. Sería un buen debate entre el alma según Platón, que bien podría mencionarse también, o según Aristóteles.

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    4. Pienso...pienso me piden los pavos, y yo que se los sirvo a los jodios14 de abril de 2012, 0:25

      Bien cierto es, apuesto mozalbete, me quedo en este caso con la concepcion aristotelica, como un lugar comun a todos los mortales, una parte indivisible del cuerpo que, por elevacion, lo convierte en un ente capaz de los impulsos mas elevados. La concepcion platonica va mas alla, es un alma inmortal con su propio universo, una evolucion tal vez del logos gnostico y es independiente al hombre e individual.
      Ese conocimiento universal aristotelico es un estertor del panteismo que en cierta manera Platon elevo a un universo donde residen las almas. La posterior equiparacion y deidificacion de ese universo con un ser omnipotente es tal vez el origen de la divinidad cristiana. Los caminos aristotelicos tomaron rumbos mas mistericos, hacia la gnosis,segun algunos.
      En fin, me quedo con la tesis aristotelica y nietzchiana. Vaya rollo, que alguien me amordaze.

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    5. Exactamente, perfectamente explicado Rústico, la visión de Platón es religiosa, al contrario que la de Aristóteles. Recuerdo cuando lei el pequeño libro "Acerca del alma", quizá demasiado pronto jajaja.

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  6. Discrepo cordialmente de su interpretación, en concreto en la parte en que define esta película como romántica. Atención SPOILERS en el resto de mi comentario.

    El personaje de Jim Carrey va olvidando sus recuerdos comenzando por los más recientes. Ahí está la clave. Va olvidando las últimas interacciones con el personaje de Kate Winslet, que eran cada vez más infernales. Si hacemos caso a la premisa de la película va olvidando esos recuerdos conforme abandona los respectivos escenarios que se desmoronan a su alrededor. Ya no recuerda lo malo, y por tanto ya no recuerda qué es lo que les llevó a dejarse el uno al otro. Por lo tanto va luchando cada vez más por no perder los recuerdos que le quedan, pero sólo porque va viendo en su mente escenas cada vez más dulces y mágicas.

    Supongo que toda relación de pareja es preciosa al principio, pero la relación de estas dos personas muy probablemente volverá a seguir los mismos derroteros en la segunda oportunidad. Sobre todo teniendo en cuenta que como nada recuerdan del primer intento, nada podrán haber aprendido.

    Jim Carrey no es verdaderamente libre cuando decide luchar por la relación. Sólo lo era cuando aún lo recordaba todo, y en ese momento en que tenía total conocimiento decidió borrar de su mente a Kate Winslet.

    Mi interpretación personal del mensaje de la película es que los recuerdos, aún los dolorosos, son necesarios para aprender y tomar las decisiones correctas. Si los recuerdos de JC se hubieran borrado en el orden cronológico, él hubiera acabado el proceso muy feliz de su decisión de borrarlos y sin entender, puesto que ya lo habría olvidado, qué pudo ver en KW alguna vez. Pero justo en el momento en que se hubiera borrado el último recuerdo, JC ya no recordaría nada, ni bueno ni malo, y nada habría aprendido de él mismo ni de las relaciones humanas. Habrían sido años perdidos de maduración y experiencia.

    Somos en gran parte nuestros recuerdos. JC atenta contra sí mismo en un sentido similar al del protagonista de Memento: decide olvidar y así manipular a su yo futuro. Pero al actuar así deja sin libre albedrío a su yo futuro, que tomará decisiones erróneas por falta de información. Se fabrican una mente a medida y obtienen el castigo merecido por su respectiva hubris: unos años más de destrucción mutua con KW y un futuro de autoengaño y crimenes respectivamente.

    Y no olvidemos otro pecado mortal de la sociedad actual: el hedonismo. Queremos que el dolor cese y lo queremos ya. Aún a costa de ser eternos adolescentes.

    Como dice el refrán, en el pecado llevará Jim Carrey la penitencia.

    Muchas gracias por su trabajo en este blog, Mr Sambo. Un saludo.

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  7. Hola MonicaF, bienvenida, me ha gustado mucho tu visión, aunque sólo comparta algunas cosas.

    En realidad esa clave que tú ves yo la veo más relativa, el hecho fundamental es que una vez Jim Carrey ha olvidado, y una vez Kate Winslet ha olvidado, SE BUSCAN otra vez, y no sólo le pasa a ellos, también le pasa al personaje de Kirsten Dunst.

    Totalmente de acuerdo en que una de las premisas de la película es NO OLVIDES, no merece la pena.

    Otro detalle, Jim Carrey no huye al final, huye durante casi todo el trayecto, no sólo se trata de los últimos recuerdos, de hecho desaparece de la eliminación varias veces antes del final, porque REVIVE, no sólo recuerda, REVIVE SENTIMIENTOS, que SÍ estaban olvidados. En el momento de su vida que decide eliminar recuerdos lo que tiene a flor de piel es lo malo, pero eso no es ni más ni menos real que lo bueno, por eso mucha gente se da otra oportunidad y funciona.

    La decisión de Carrey no es fría tampoco, la hace por venganza, no por reflexión, no por un uso frío de su libertad o libre albedrio, lo hace porque se entera de que ella lo hizo antes, por tanto o todo es libertad y libre albedrío o no lo es nada o no lo es nada. Carrey no lucha por su relación, lucha por sus recuerdos.

    Es muy importante que el mismo recorrido se da en todas las parejas de la película, eso habla de esos lazos invisibles de los que hablo, le pasa a los protas le pasa a Kirsten.

    La posibilidad que citas es muy probable, que vuelvan a cagarla, pero como posibilidad admite la contraria, porque algo sí saben, que ya pasaron por aquello.

    En definitiva acaba hablando de sentimientos, algo mucho más profundo e inabarcable, más misterioso que los recuerdos, y que en definitiva guía a los personajes, cuando, esta vez sí, son libres por completo.

    Estupendo comentario que enriquece aún más la peli, así que anímate y sigue. Un abrazo fuerte.

    Mañana la segunda parte.

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  8. Cierto, JC decide olvidar a KW como reacción en caliente a la decisión de ella de olvidarle a él, no llevado por la hubris, pero desear dejar de sentir dolor sin querer someterse al proceso natural duro y dífícil de tiempo y reflexión, sino por la vía fácil y rápida, necesariamente ha de tener consecuencias.

    Mi interpretación surgió viendo la película y preguntándome cómo variaría nuestra percepción si los recuerdos se fueran borrando cronológicamente. ¿Por qué decidió el guionista que los recuerdos se fueran borrando en orden inverso, del final al principio? Por un motivo similar a Nolan en Memento: para que el espectador siga cognitiva y emocionalmente al protagonista. El motivo por el que la peli parece romántica al espectador es el mismo motivo por el que JC cambia de idea al final.

    En cierto modo somos manipulados por el guionista como JC es manipulado por el tratamiento.

    Los sentimientos humanos no son totalmente matematizables, no somos autómatas, pero también es cierto que nuestros sentimientos surgen en gran medida de lo que nos pasa. Si se nos implantan recuerdos falsos crearemos sentimientos "falsos" es decir, reales subjetivamente para nosotros pero que no responden a causas reales objetivas. Lo cognitivo y lo sentimental se retroalimentan. Otro ejemplo que me viene a la cabeza es cuando en Buffy cazavampiros (ESPOILER por si queda alguien que no haya visto la serie y la quiera ver) los monjes crean de la nada a Dawn con forma humana y la insertan de la nada en la familia de Buffy. Crean toda una vida de recuerdos falsos y los implantan en las mentes de todos para manipularles y que sientan simpatía por ella y deseos de defenderla. Esos recuerdos crean sentimientos que provocan comportamientos que no se habrían dado de otra manera. Continúo debajo (menudo tocho me está saliendo :) )

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  9. Si realmente el tratamiento va borrando recuerdos, aunque sea de modo incompleto por la resistencia cada vez mayor de JC, el hecho es que los sentimientos que él siente al final son "falsos" puesto que no son los mismos que tenía al principio de la película, cuando sí que lo recordaba todo. Y esos sentimientos le llevan a tomar una decisión. Vuelve a sentir ilusión, esperanza, enamoramiento, porque vuelve a revivir en presente el enamoramiento inicial y olvida parte del final. Y vale, al principio de la película quizás JC tenía un recuerdo excesivamente negativo de la relación, por ser reciente y dura la ruptura. Pero seguía recordando el principio y los sentimientos del principio. Y el conjunto no era bueno, por eso terminó como terminó.

    Si con tiempo y reflexión, y sin tratamiento mediante, ambos hubieran sopesado pros y contras y decidido volver a intentarlo, eso para mí habría sido romántico. Tal y como sucede no me lo parece.

    Básicamente lo que intento expresar es que creo que tras la envoltura dulce se esconde una reflexión no tan romántica. Una película profunda sobre libre albedrío, pero también (aunque esa es la parte que menos interesante me resulta) sobre una relación de pareja. Me pregunto cómo reaccionaríamos si en vez de "¿vuelvo o no a intentarlo con mi ex?" se tratara de otra decisión o proceso. Por ejemplo: una persona que quiere olvidar una decisión o acción pasada que ahora sabe que fue totalmente errónea y moralmente injustificable, pero motivada en su momento por un arrebato emocional.

    Para dejar de sentir la culpa y los remordimientos decide someterse al proceso de borrado. Y van borrándose los recuerdos de las consecuencias y el arrepentimiento hasta que sólo queda en la mente el recuerdo (vivido como acontecimiento presente) del suceso que lo provocó todo. Y el protagonista vuelve a sentir lo de aquél momento y vuelve a repetir la acción en cuestión (la que precisamente trataba de olvidar para engañarse a sí mismo, vivir como si nunca hubiera pasado y regatear al dolor). Supongo que la mayoría de los espectadores estaría gritando a la pantalla "¡No!, ¡no lo hagas! ¡recuerda!". Pero claro, como ella es Kate Winslet y la mujer está de buen ver....

    De todos modos, es muy probable que me influya que no soporto el personaje que interpreta KW :)

    Un placer este blog. Llevo años leyendo asiduamente PRV y lo conocí desde ahí, aunque nunca había intervenido en ninguno de los dos.

    Quedo a la espera de la segunda parte, ¡un saludo!

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  10. Hola MonicaF, pues me alegra haberte impulsado a participar jeje. Tu comentario anterior sobre el hedonismo es muy bueno, por cierto, que se me pasó antes.

    Es cierto lo que comentas, pero insisto en que Carrey huye antes del final, desaparece de la persecución olvidadiza de los científicos varias veces, hasta que deben llama a Tom Wilkinson finalmente.

    Cuando estamos jodidos y nos impulsa a dejar a alguien no recordamos de forma clara los comienzos, algo que cambia muchas veces tras la reflexión y un poco de tiempo, que todo se enfríe y puedan valorarse en su misma medida, esto no sucede con Carrey, actúa por un impulso sin reflexión, sólo le importa lo último.

    Por supuesto que los recuerdos nos vinculan, pero no es lo único. Carrey recuerda el principio pero no lo sentía en ese principio, porque ahora siente otra cosa,odio, frustración, deseo de venganza, en el proceso sólo quiere conservar algo, no olvidemos que no lucha por la relación sino por sus recuerdos.

    Muy de acuerdo, no es una película complaciente, su final es abierto pero no dulce, también es amarga y puede leerse en clave negativa como dices. Yo es que soy romanticón.

    Jajaja, no sé si te influirá el personaje de Winslet pero está muy bien visto lo dices.

    El tema del sentimiento de culpa sí está en Memento, pero claro ahí se habla de la amnesia anterógrada y de la retrógrada y cómo influyen en la memoria, hay que separar ambas para analizar cual tiene el personaje… La estructura está justificada por el mismo funcionamiento de la memoria, es decir, para ir hacia delante tenemos que ir primero para atrás, Nolan es muuuy cerebral, si no sabemos donde están las llaves el mecanismo es ir hacia atrás para ver donde estuvimos y así recordarlo y poder salir… tiene sus puntos en común.

    Pues a ver si te enganchas y te haces habitualjejeje. Un beso y muchas gracias por tus palabras me has dado una alegría.

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  11. Kirsten Dunst is very beautiful

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  12. El resto ambien tienen lo suyo ;)

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