Es casi una ninfómana, una dominadora absoluta del arte sexual, interesada, inteligente, manipuladora, fiel, cariñosa, decidida, romántica, implacable, contradictoria, y salta de una cualidad a otra de las mencionadas y de otras muchas no nombradas según crea conveniente o le dé un pronto.
Pues sí, entre tanta cualidad a nadie se le habrá escapado, y con seguridad será lo que más interés le haya creado, que Michelle domina el arte sexual como jamás se ha visto y quizá verá. El tema del tantra a su lado es basura sobrevalorada. Todo se lo debe a una experiencia desorbitada, una inteligencia mayúscula, estudio y talento natural.
Michelle era capaz de provocar el orgasmo masculino del espécimen más dotado en menos de dos minutos, así era el casi mágico dominio y uso de sus músculos vaginales. Entre otros.
Cuenta la leyenda que Michelle se benefició al médico que la alumbró. No creo, como narrador omnisciente que soy, que la realidad esté muy lejana.
Os preguntaréis cómo es posible que semejante chica, que además es de un atractivo desbordante, unas medidas de escándalo y un rostro casi perfecto, pudiera pasar 3 años con Valance, que si bien era guapo estaba a medio cocer en temas sexuales. Pues sencillo, porque hizo de él un semental descomunal, una bestia parda, discreta pero eficaz de resistencia casi eterna. Un vigoroso espécimen que, tras tanto fracaso fornicatorio, con Michelle explotó todas sus cualidades, tanto es así que saciaba con creces todas las ansias sexuales de ésta, que eran una auténtica barbaridad… No, no penséis queridos lectores que vosotros lo lograrías también, es un ejercicio vano de ego. Si Valance llega a hacer el amor sin condón hubiera preñado de trillizos en cada polvo a su víctima, tal era la potencia acumulada de nuestro rehabilitado semental.
Podría resultar extraño al lector que una persona tan abierta, en todos los sentidos e incluso orificios, sea una persona fiel y capaz de una relación estable, pero lo cierto es que así era. Con Valance encontró todo lo que quería y necesitaba, alguien a quien cuidar y que la quisiera incondicionalmente.
Con 14 años fue violada y con 15 dio a luz al fruto de aquel encuentro. Ese era su único punto débil, su secreto, su vergüenza. Tuvo al niño aunque no pudo quedarse con él. Este secreto fue la verdadera causa de que Michelle se viese obligada a dejar a Valance. Tenía que hacerle daño para proteger su secreto, su vergüenza y tener fe en que cuando solucionase la papeleta pudiera arreglar las cosas con su amor. No ocultaba nada de su pasado, menos eso, no podía soportar que Valance supiera que abandonó a su hijo, aunque no pudiera hacer otra cosa. Tuvo que hacerle daño, no había otra forma, tenía que ser clara y fría, creía que no costaría, lo había sido y lo había hecho muchas veces en su vida. Pero sí le costó. Demasiado.
La violación en sí no le supuso ningún trauma, de hecho en ella dio muestras de esa frialdad y sangre fría, allí perdió la virginidad pero nunca los nervios. Michelle tiene un instinto especial para el sexo y cuando estaba siendo sometida salió a relucir. Como si de una amante totalmente experimentada y virtuosa se tratara entendió que la mejor manera de no sufrir daño sería lograr que aquello acabase pronto. Un minuto y 37 segundos para ser exactos.
Cuenta la leyenda que por mucho que lo intentó Michelle jamás ha visto un pene flácido. Puro sex appeal.
Un hijo que abandonó y un hijo que volvía a aparecer en su vida. El señor Johnson, que tuvo una breve relación con Michelle, nunca perdonó que ésta le abandonase. Se sintió engañado, utilizado, y lo fue. Johnson fue una víctima de la Michelle manipuladora que cuando consiguió ciertos lujos que buscaba se las ingenió para escaquearse. Pero hay personajes algo peligrosos.
Al encontrar al hijo de Michelle, de 23 años, Johnson no lo dudó, lo cameló haciéndose pasar por gay. Sabía que el chico era acomplejado, un friki que estuvo orinándose en la cama hasta los 21 años, que no daba para pañales, sin la más mínima experiencia en relaciones y homosexual latente. Investigó todo lo investigable. Lograría conquistarle y una vez logrado presionaría a Michelle para que volviera con él, aunque sólo para humillarla. Trabajo conseguido.
La mañana en la que se dirigía a encontrarse con William Harper por primera vez quería hacer un reportaje con cámara oculta para mostrárselo a Michelle, tras haberle enseñado otras muchas cosas aunque menos impactantes.Con ello esperaba hacerla entender que no había salida, aunque ella se estaba mostrando sumisa. La noche anterior tuvieron sexo, tres veces, todas breves, dos ellas muy breves. Él estaba contento, Michelle no mostró remilgos como de costumbre, con una mirada estaba casi listo. Después de tres cabalgadas y media en el séptimo cielo.
Johnson lo tenía todo previsto, todo menos la capacidad de Michelle. Ávida lectora, de gran cultura y muy cultivada, Michelle era una inteligencia superior, también lo tenía todo pensado. De sus lecturas más exóticas sacó el nombre de un veneno de efecto retardado, no dejaba rastro y funcionaba varias horas después de su consumo. En su café mañanero vertió la dosis adecuada, se sentía como un personaje de Hamlet, se excitaba sólo de pensarlo y orgasmizó al ejecutarlo. Por la tarde, cuando Johnson estuviera con su hijo, aunque ella no lo supiera, caería tras padecer unos sudores y unos mareos extraños, como si la cena le hubiera sentado mal.
Cuando estaba sonriendo en su cama pensando en cómo plantear a Valance su intención de volver con él, unos gritos la levantaron de la cama. Se puso la bata que dejaba entrever todo pero en esta ocasión se la abrochó. Se asomó a la ventana y vio un piano de cola sobre un cuerpo del que tan sólo se veían unos carísimos zapatos que conocía bien. Con la boca abierta giró la cabeza encontrando su mirada la sonrisa satisfecha de su amado Valance. Cuando éste la vio se quedó petrificado y con un gesto arrepentido intentaba explicar con los ojos que él no había sido. Cuando empezaban a salir las primera y titubeantes palabras de sus labios, Michelle cerró la ventana.
En su habitación, sentada en la cama sostenía su cabeza con las manos mientras apoyaba los codos en sus rodillas.
¿Quien quiere la porno del plus con estas estimulantes lecturas?. Sublime.
ResponderEliminarMuchas gracias Rikku, me alegra mucho que te haya gustado.
ResponderEliminarBueno, la foto de charlize no me ha gustado tanto jajaja. Que predecible!
ResponderEliminarNo poner a Charlize era absurdo, era de perogrullo jajaja
ResponderEliminarBueno, podrías haberme puesto a mi que me parezco bastante y soy mas accesible xd
ResponderEliminarBueno bueno, esto se pone muy interesante, un gran capítulo, muy completo, me he reído y entusiasmado con el. Norita, definifivamente Sambo te lo está poniendo muy difícil, así que tendrás que currarte el siguiente jeje. Coincido con Rikku, predecible la imagen de Charlize, es justo como te puedes imaginar a Michelle, por lo menos a mi me pasó, rubísima. Felicidades
ResponderEliminarMuchas gracias Ana, la verdad es que resulta divertido y también gratificante que os guste y entretenga jejeje
ResponderEliminarIndudablemente es una de las mejores partes por no decir la mejor, si si Ana, el chico me lo está poniendo complicado, pero bueno, soy una simple aficionada al lado de él, asi que no voy a alcanzar su nivel (mentiraaaaa me esforzareeee al máximo y lo superaré aunque me cueste la vidaaaaaaa xD jajajajajajaja)
ResponderEliminarCon respecto a la foto de Charlize, yo me imaginaba a Michelle morena no se...xD
Vaya! que exitazo está teniendo Michelle, está quinta en las entradas del blog!!! No dudo que consigas mantener el ritmo de Sambo Norita, asi que a trabajar!!! jeje, y no sé cómo te podías imaginar a Michelle morena, es indudablemente una rubia explosiva, saludos
ResponderEliminarAna será que soy morena, y la cabra tira al monte jajajajajajaja xDDD
ResponderEliminarEn breve me pondré a hacer la séptima, que presión!!! jajajaja
holaaaaaa
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