viernes, 2 de octubre de 2015

Crítica: ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO (1979) -Última Parte-

RIDLEY SCOTT










Curiosidades.

¿Y qué tal unas cuantas curiosidades y datos interesantes de este clásico?

-En 2002, “Alien, el octavo pasajero” entró, por derecho propio, en el Registro Nacional de cine de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos por su importancia estética, cultural e histórica.

-“Alien, el octavo pasajero” fue rodada en un cementerio de aviones, lo que permitió ahorrar bastante en decorados. Finalmente la película costó 11 millones de dólares y recaudó 104.

-El huevo que aparece en los carteles y trailers de la película es un simple huevo de gallina o avestruz maquillado, ya que Scott y O’ Bannon no tenían decidido cómo serían estos huevos. El resultado final lo apreciamos en la película, un diseño posterior al que se fueron añadiendo elementos. El interior de dichos huevos está formado por hígados, carne de vaca, trozos de pescado… La mano del director Ridley Scott es la que se ve en el interior del huevo a través de la fibra de vidrio de la que estaba formado. La parte de arriba tenía un sistema hidráulico para abrirse, a la que se añadieron un par de pétalos porque el diseño inicial se asemejaba demasiado a una vagina.

-Meryl Streep rechazó el papel de Ripley, y Veronica Cartwright, que vimos de pequeña en “Los Pájaros” (1962) de Alfred Hitchcock, tuvo por cierto tiempo el papel protagonista… Desolador para ella viendo el éxito que logró la película que se convertiría en saga. También se pensó en un principio que Ripley fuera un hombre.

-Directores barajados para el puesto: Walter Hill, Robert Aldrich, Peter Yates, Jack Clayton

-Como comenté en varios momentos del análisis y sabréis los que lo hayáis leído completo, en “Alien, el octavo pasajero” no pasa nada en los primeros 40 minutos. Es satisfactorio comprobar, no es el único aspecto en el que me ha pasado (el silencio en los momentos de terror, sin música, también ha sido comentado por los responsables), que los encargados me dan la razón. Precisamente los productores recriminaron a Scott que en esos primeros 40 minutos no ocurría nada, a lo que Scott replicó que “podía ser, pero eran 40 minutos muy intensos”. Leer este tipo de cosas que desconocía antes de hacer un exhaustivo análisis resulta gratificante.

-El nombre de la nave, Nostromo, es una referencia al autor Joseph Conrad, que llamó así a una de sus novelas. De hecho, en la segunda parte de la saga, “Aliens: El regreso”, la nave se llamará “Sulaco”, que corresponde al nombre de la población en la que se ambienta la misma novela citada de Conrad. Por si fuera poco, el debut cinematográfico de Ridley Scott es una adaptación de una novela de Joseph Conrad, “El duelo”, titulada “Los duelistas” (1977).


-En un primer borrador el título de la película iba a ser “Star Beast”. Del mismo modo se barajaron distintos nombres para la nave (Snark o Levithan), antes del definitivo Nostromo.

-Se pensó en pirámides con atmósfera apta para humanos en vez de la estructura donde nuestros protagonistas encuentran los huevos. Una estructura que sería una especie de nave derribada. En esas pirámides encontrarían jeroglíficos donde se mostrarían aspectos de la vida de los aliens y los space jokeys, los ingenieros. Estos aspectos se tratan en “Prometheus” (2012). Se realizaron los trabajos para estas escenas, pero, por presupuesto, se rechazaron.

-Las ilustraciones "Necronom 4" de H. R. Giger fueron las que decidieron a los responsables de “Alien” a contratarle para los diseños de la película, si bien en un principio se le rechazó por el carácter perturbador y explícitamente sexual de los mismos. Por fortuna rectificaron, una de las varias rectificaciones afortunadas del proyecto, y Giger realizó los diseños de los decorados, las formas de los mismos y el Alien. Lo primero que diseño Giger para la película fue el “abrazacaras” (facehugger), el organismo que inocula el Alien a su huésped, que fue retocado por O’ Bannon y Ron Cobb posteriormente. A estos últimos se les ocurrió la idea de que tuviera ácido como sangre. El pequeño Alien que sale del vientre de Kane está inspirado en una obra de Francis Bacon, concretamente un tríptico llamado “Tres estudios para figuras en la base de una crucifixión”. Moebius diseñó los trajes espaciales.


-Parece ser que Ridley Scott ha explicado algunas de las claves que quedan ambiguas o sin respuesta en la cinta, en lo que sería la idea inicial de la película. Así, la nave que encuentran los expedicionarios se dedicaría a dejar esos huevos para que infectaran a sus enemigos, pero algo debió salirles mal y acabaron infectados ellos mismos, por ese motivo vemos al space jockey muerto y con el vientre reventado. Este misterioso ser enviaría una señal de emergencia o advertencia antes de morir para advertir de que no se acercaran al planeta, pero sería confundida por nuestros amigos como una señal de socorro… Lo del interés de la división de armamento en la criatura también se menciona, pero son aspectos que no se explican en la película, aunque sí se desarrollarán en títulos posteriores de la saga, como “Aliens: El regreso” (James Cameron, 1986), e incluso en la nueva saga de “Prometheus” (2012).


-La escena del ingeniero, el space jockey, tuvo muchos problemas para rodarse, ya que el estudio se negaba a realizarla por ser un decorado demasiado caro para el poco uso que se le iba a dar. Afortunadamente de nuevo rectificaron. La figura medía 8 metros y el director, Ridley Scott, uso además a sus hijos vestidos de astronautas para que merodeasen entorno a esa figura y dar así una mayor sensación de grandeza.

-La neblina que cubre a los huevos y que parece reaccionar cuando algo la atraviesa se logró gracias a los míticos The Who. El grupo británico presto un láser que utilizaban en sus actuaciones, aprovechando que tenían una al lado del set de rodaje.




-La idea de un organismo que inocula un huevo en un huésped, fue recogida del comportamiento de una avispa cazadora de arañas.

-Se tenía clara la idea de matar a algunos de los actores más conocidos por el público, dejando como última superviviente a la menos conocida, Weaver.

-Scott quiso que primara mucho la improvisación, tanto a la hora de ejecutar los diálogos como en las reacciones de los personajes. Para ello limito los textos y dejó libertad a los actores en las escenas más digresivas, del mismo modo que ocultaba determinadas sorpresas para que sus reacciones fueran más naturales. El caso más conocido es en la escena del alumbramiento del Alien. Los actores tenían una vaga idea de lo que iba a ocurrir, pero Scott ocultó las claves y cómo sucedería, por ejemplo la explosión que habría en el pecho del actor y las bombas de aire que expandirían la sangre salpicándolo todo. La más afectada fue Veronica Cartwright, que se llevó un buen remojón y una mayor sorpresa, con lo que no terminó la escena muy contenta. Esta escena se rodó con 4 posiciones de cámara a la vez.

-El personaje del oficial médico Ash, el androide traidor interpretado por Ian Holm, no estaba en un principio en el guión, fue incluido por los productores, en un acierto más de éstos. Su interior, que vemos en la escena de su muerte, estaba compuesto por spaghettis, caviar barato, leche y aros de cebolla… Rico, rico.


-La cabeza del Alien tenía 900 piezas articuladas y necesitaba mucha lubricación, lo que ayudó además a darle un aspecto aún más amenazante con esas babas que caen constantemente de sus fauces. Se le intentó dotar con la cualidad de la invisibilidad, pero se descarto porque no había una tecnología que permitiera hacerlo efectivo. Esto lo recogió “Depredador” en 1987, película hermana de “Alien”, ya que se realizó un spin off de varios títulos, “Alien versus Predator”. También se le quitaron los ojos que estaban previstos de inicio, porque sin ellos la bestia adquiría un aspecto más aterrador. Percy Edwards hace los ruidos del Alien, mientras que Bolaji Badejo, un chaval que medía 2’18, lo interpretó físicamente.



-El título original era un contundente “Alien”, pero en España se añadió “el octavo pasajero”. Esto generó dudas, ya que muchos comentaron que el octavo pasajero debía ser el gato, con lo que el Alien sería “el noveno pasajero”.


-Ya comenté que la escena de la muerte de Dallas a manos de Ripley era básica en la mitología de “Alien”, aunque Ridley Scott la dejara fuera en un principio, recuperándola en 2003. Con todo, esa secuencia resulta muy artificiosa, en su ejecución, ya que no sabemos para qué ni por qué baja allí Ripley variando su camino establecido de ida y vuelta para huir de la nave (quizá oyera algo…). Como curiosidades en esta parte final de la película, los más observadores podrán ver un rail de un travelling y un cámara grabando un plano desde otro punto de vista.     



-Como he desarrollado en el análisis, la muerte de Lambert tiene elementos claramente sexuales, morbosos y sugerentes (otro punto que me satisfizo leer con posterioridad). La escena completa se censuró por su violencia y connotaciones sexuales, precisamente, ya que la desdichada tripulante moría porque el Alien la ensartaba entre las piernas con su cola… Otra escena sensual se desechó, un encuentro sexual entre Ripley y Dallas. Del mismo modo se ha hablado de un final alternativo en el que el Alien decapitaba a Ripley y se hacia pasar por ella, imitando su voz incluso, de camino a la Tierra.

-Las imágenes de los monitores son las mismas que en "Blade Runner". El molinillo de café que vemos en la cocina de la nave es el mismo que apreciamos en el Delorean al final de  “Regreso al futuro” (Robert Zemeckis, 1985).

-En “Aliens: El regreso” (James Cameron, 1986), podemos ver los perfiles de los tripulantes de la nave Nostromo. Entre ellos el de Dallas, que nos deja una divertida curiosidad: Trabajaba para la Tyrell Corporation, conocida por todo cinéfilo gracias a “Blade Runner” (1982), también dirigida por Ridley Scott.

-Podemos ver la compañía que contrató a nuestros protagonistas en la parte baja de un monitor, pero sólo en la versión del director. Es la Weyland Yutani. Es algo que no se menciona en ningún momento de la narración.

-A. E. Van Vogt acusó a los responsables de “Alien” de plagiar su obra “El viaje del Beagle Espacial”. O’ Bannon se defendió explicando la multitud de influencias que había en “Alien”, donde además de las que he ido citando podemos señalar “2001: Una odisea del espacio” (Stanley Kubrick, 1968) o “La matanza de Texas” (Tobe Hooper, 1974).

-Como en toda película podemos encontrar errores de continuidad, como la camiseta rota y con remiendo de Parker que pasa a estar en perfecto estado de un plano a otro, hachas que desaparecen en el habitáculo donde una desnuda Ripley se pone un traje espacial o el marcador de la cuenta atrás que marca tiempos distintos al final de la película… y aunque estos son curiosos no es necesario centrarse mucho en estos aspectos.

 “Alien, el octavo pasajero” escenifica el terror en estado puro, el terror a lo desconocido, a lo que no se ve, con esa inteligente elección de ocultar al monstruo, mostrarlo sólo lo necesario, sugerir más que explicitar. Pero también el terror a lo que tienes enfrente, a lo tangible, a lo real, a lo físico. El terror global.

Una dirección perfecta, magistral, un guión más que correcto y unas acertadas interpretaciones redondean una película extraordinariamente técnica, con una sabiduría cinematográfica que la mantiene completamente vigente hoy día. Asombrosa.

Aparte de un hito del género de terror y ciencia ficción, de ser una de las películas más influyentes del cine moderno, “Alien” es una de las cintas más claustrofóbicas jamás rodadas. Sudarás de terror y angustia, de agobio.



Todo está aquí, todo un género, toda una estética, tienen su base en este espectacular ejercicio de estilo eternamente imitado pero jamás igualado. Déjense mecer y aterrar por sus subyugantes imágenes que son historia esencial del cine.










2 comentarios:

  1. Grandioso análisis Sambo, se nota que te has gustado escribiendo... ,-)

    Me anima a volver a verla.. aunque a mi el terror no me agrade mucho en el cine.. de hecho, la he visto 1 o 2 veces "solamente" por eso, porque me causó un impacto terrible en mi niñez....

    Un saludo.

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    1. Muchas gracias, Eddie. Ha sido un buen esfuerzo, sí jajaja.

      Me pasa un poco como a ti con el terror. Sí me gusta el terror que no es gore, o está minimizado como aquí, pero es un género que impacta, sobre todo de niño. Lo cierto es que verlas después libera y alivia aquel impacto en muchas ocasiones.

      Esta además es un referente absoluto. Si la vuelves a ver ya me dirás.

      Un abrazo fuerte!

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