Los vampiros son unas criaturas míticas cuya
descripción y características varían en función de las películas, novelas,
series o cómics en los que aparecen.
Me gustan las películas de vampiros. Las clásicas (Drácula,
de Bram Stoker), las gamberras (Abierto hasta el Amanecer), las cómicas (El
baile de los vampiros) y las más intimistas (Déjame entrar), por poner solo un
ejemplo de cada una de ellas.
Precisamente, el título “Déjame entrar” alude a una leyenda
que, en ocasiones, se atribuye a los vampiros, pese a ser casi indestructibles
y tener una fuerza extraordinaria, no pueden entrar en una casa si no son
invitados por el dueño.
En Madrid hemos invitados a los vampiros.
No soy socióloga, ni politóloga y me siento incapaz de
dibujar, aun con trazo grueso, al votante medio de Ahora Madrid. Desconozco
también los porqués de los pactos que han permitido que Carmena sea alcaldesa y
sus concejales hayan prometido su cargo, por exigencia o imperativo legal,
eso sí; pero no puedo evitar recordar la escena de “Noche de miedo” -la
entrañable película de 1985, no el mediocre remake de 2011- en la que la señora
Brewster le abría la puerta al vampiro con el consiguiente estupor de
Charley.
En solo unos días hemos empezado a conocer mejor a los
nuevos inquilinos del Ayuntamiento y hemos explorado con ellos los límites del
humor. La experiencia está siendo intensa e instructiva.
Que un señor haga chistes sobre el holocausto, las víctimas
del terrorismo o sobre niñas salvajemente violadas y asesinadas le inhabilita
para ser concejal de cultura y deporte, pero no para ser concejal a secas. ¿No
lo sabían ustedes? Yo tampoco.
Que una señora se cague en Dios, se ría de la
virginidad de María y grite “arderéis como en el 36” no es un asalto, sino una
protesta pacífica. Esto tampoco termino de verlo, debe de ser que soy muy obtusa
porque, si no eres Emily Ratajkowski ni vas a hacer un Interviú (hacer un
Interviú es o debiera ser una locución admitida por la RAE, no me frunzan el
ceño), también se me escapa la necesidad de protestar enseñando las tetas.
Transgresor ya no es, precisamente, no hay más que ir a casi cualquier playa
española para comprobarlo. Hasta E. L. James, en su insufrible trilogía, ha
democratizado el BDSM para mujeres de clase media y mediana edad. Así que,
señoras, amenácennos pacíficamente con las llamas, pero no nos enseñen las
tetas, háganme el favor.
Con estos mimbres, y otros de semejante jaez, hay que
confeccionar un precioso y mullido cesto que
sirva de cuna para la nueva democracia, a la que pasearemos bellamente
engalanada con una ranita roja, porque los faldones son fachas y los jesusitos
tienen reminiscencias religiosas inaceptables.
No todo es malo, sin embargo, la nueva democracia prometía
una limpieza que sí se está produciendo en una doble vertiente: (i) la
pretendida por Manuela Carmena de despedir a los profesionales encargados de
limpiar los colegios por concurrir en ellos la tacha inexcusable de trabajar en
multinacionales y sustituirlos por las madres de los niños (¿el feminismo era
esto?); y (ii) la efectiva y fulminante limpieza de las cuentas de Twitter y
Facebook de los nuevos concejales. A los jacobinos del siglo XXI les gusta
acusar, pero no ser acusados.
Que se acostumbren, ha sentenciado Rita Maestre. Y eso
tendremos que hacer, acostumbrarnos.
PEARLSBU (@Pearlsbu)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy atinado, Perla, concuerdo.
ResponderEliminarBesos, linda!!
Muchísimas gracias, Jorge, por publicarme este pequeño texto (escrito con todo el cariño, eso sí) en tu casa.
ResponderEliminarLa elección de las fotos es acertadísima, la de Carmena con gafas de sol riendo de forma villanesca es aterradora.
Muchas gracias, Reina, por tu comentario. Me alegro de que te haya gustado.
Besos a los dos,
Pearlsbu
Gracias a ti, Pearlsbu, por esta soberbia entrada llena de talento, ironía y verdades.
EliminarSí jajaja las vi y dije, estas son las que más encajan, la una tocándose el colmillo, el otro llorando y la Carmena de negro riendo, que da auténtico miedo jajajajaja
Un besazo.
Jajaja, me ha gustado, Pearl. Buen estreno, con su puntito de ironía, que me parece el mejor refugio en estos tiempos, visto además lo que se avecina.
ResponderEliminarAhora, también te digo (y en esto creo hablar por boca de muchos), que tampoco hay que ser tan drásticos con eso de que "no nos enseñen las tetas"... Mujer, tampoco vamos a prohibir por prohibir, no?
;-) Bss.
DavdelaMorena
Jajaja lo he pensado, David jajajajaja
EliminarBravo. La comparación con los vampiros es sublime (sobretodo por no mencionar la saga Crepúsculo)
ResponderEliminar¡Ja, ja, ja, Dienekes!
ResponderEliminarMuchos besos,
Pearlsbu
Me alegro de que te haya gustado, Herep.
ResponderEliminarPearlsbu