Tadashi será el mentor, la figura paternal que Hiro
necesita, y se las ingeniará para picar intelectualmente a su hermano
llevándole a su instituto de robótica para que vea todo lo que se puede hacer
allí y conozca a sus amigos. Surtirá efecto y conoceremos al robot médico creado
por su hermano, Baymax. Adiós al robocombat, hola al laboratorio científico.
Para entrar en el instituto deberá presentar un proyecto de primer nivel, cosa
que hará en un santiamén…
El grupo de amigos, que formarán la banda del propio Hiro,
está compuesto por la intensa Go Go, el obseso del orden Wasabi, la experta
química Honey Lemon y el fanático de los cómics Fred. Este último, Fred, no es
un experto científico, pero sí millonario, y resulta bastante divertido, como
sus calzoncillos. Un grupo de amigos que es todo entrega y devoción, que en
realidad parecen más amigos de Hiro que de su hermano, y esa bondad radicaría,
aparte de por su propia naturaleza, en un compromiso protector de aquel hacia Hiro, que terminará en sincera amistad. Todo esto, por supuesto, no está
desarrollado. Los miembros del grupo no
están desarrollados, simplemente esbozados, dibujados con trazos gruesos para
diferenciar caracteres básicos, tonos más bien, sin profundidad alguna. La
dura, la “fresita”, el disperso, el gracioso… Fred resulta el más divertido, un
fanático de los superhérores que tiene interesantes teorías, una de ellas será
la que seguirán en un principio. El enmascarado tiene que ser Alistair Krei, el
millonario empresario que realizó una oferta por los microbots a Hiro en la feria
científica.
En la convención donde hay que presentar los proyectos todos
resultaran ridículos al lado de los nanobots de Hiro, tanto que querrán
comprarle la patente, algo que el joven rechazará porque tiene principios y
prefiere seguir formándose. Es sorprendente la eficiencia y precisión del
invento de Hiro y sin aparente ensayo… En la feria perecerán su hermano y el
profesor Callaghan, supuestamente. Una muerte que nos recuerda a otras del
mundo Disney o Pixar, como la madre de Bambi o la de Nemo.
Un robot simbólico.
Este hecho sumirá a Hiro en una pequeña depresión y tras el
funeral se encerrará en su habitación, renunciando a ir a clase hasta que
aparece el espíritu de su hermano representado o simbolizado en el robot nube,
Baymax. Baymax es el contenedor de la esencia del hermano de Hiro, de los
valores y principios de éste, por eso su reacción, su resurgir y su impulso
serán a través de Baymax, provocados por éste, siguiendo sus pasos, como hizo con
su hermano.
Baymax es un cuidador, como lo era el hermano, dedicado a
ayudar a los demás desde la pureza y la ingenuidad. Un robot achuchable y
simpático.
Poco a poco se irá desarrollando una relación entre Hiro y
Baymax que llevará al robot a ser también el soporte de la propia esencia del
protagonista, una fusión de lo mejor de los dos hermanos. Un robot que irá
asumiendo roles psicológicos bajándose bases de datos.
Hiro querrá modernizar y modificar a Baymax, esencia de su
hermano, llegará a cambiar esa esencia por ambición y ansia de venganza, por lo peor de
la suya, pero rectificará. Acabará incluyendo sólo algunas modificaciones para
hacerle un protector capaz de defenderse, de luchar, como los robots que creaba
para el “Robocombat”, es decir, fundiendo su esencia y espíritu intrépido y
aventurero con la de su hermano, un cuidador y protector. Cuando Hiro pretenda
pervertir la esencia de Baymax, contradecir y cambiar la de su propio hermano
contenida en él, encontrará un video redentor que le hará rectificar, por lo que
unirá su mejor versión a la de su hermano en el interior de Baymax.
Baymax se convertirá en un robot volador incluso, y las
clases de vuelo dejan buenos momentos visuales.
Baymax, por tanto, como E.T. es una figura alegórica, aunque
no en la misma dimensión ni con la misma concepción ni fusión ejemplar de fondo
y forma que tenía la película de Spielberg. Aún así la idea es clara, un robot
contenedor de la pureza y los mejores valores de nuestro ser. Un paralelismo
con “E.T. El extraterrestre” (Steven Spielberg, 1982), ya reseñado en algunas
escenas, que en el mismo final tiene otro homenaje explícito cuando Baymax
dice: “Hiro, yo siempre estaré contigo”, que recuerda a aquel “Estaré aquí
mismo” que el extraterrestre dedicaba a Elliot.
Como E.T., Baymax se sacrificará, morirá y resucitará, como
la hija del villano Callaghan. Más paralelismos evidentes. Hubiera quedado más
efectiva la cinta con la muerte de Baymax, pero hubiera sido demasiado para los
nenes.
Baymax es como un Totoro volador, algo que no sería raro, ya
que hay mucho homenaje y tributo a la animación oriental, a lo japonés.
Humor blanco y satisfactorio.
El humor es uno de los puntos fuertes de la película, un
buen uso del slapticks, del humor físico y a través del entrañable robot
protagonista, personajes simpáticos y algunas líneas de diálogo conseguidas.
La pureza y la ingenuidad de Baymax, que sólo concibe la vida para ayudar a los
demás, para curar, con una voz suave y dulce, es uno de los pilares de ese
humor, que deja sutiles bromas sexuales y gags muy conseguidos, como el
desinflado e inflado del pobre robot o la escena estirada del celo que me
entusiasma, un humor silencioso y físico que adoro. Ese tipo de humor me
encanta y esa escena del celo es un ejemplo perfecto.
En un repentino rapto de lucidez, Hiro deducirá que lo de la
exposición no fue un accidente, que el enmascarado fue el responsable para
robarle su invento, causante de la muerte de su hermano. Así dará comienzo a la
aventura.
El grupo de amigos irán más en la onda de Batman que de
Superman o Spiderman, con superpoderes sobrevenidos, superhéroes científicos con
amigo millonario que aplicarán sus conocimientos y experimentos a la lucha
contra el mal y el combate, construyendo trajes adecuados a cada uno para la
misión. Fred, el chico millonario hijo de millonario, tendrá mayordomo, un
clásico, como Batman. Es de suponer que el dinero y la industria la sacarán de
él.
La asunción de la muerte.
Resulta interesante que nuestros protagonistas cometan
errores, tengan nervios, se demuestre su inexperiencia, hagan cutreces y
ejecuten de forma mediocre sus deberes en la misión, como ese círculo que hace
Wasabi en la pared para entrar en el complejo que quieren investigar. Da
verosimilitud. Es aquí donde la película mostrará su giro de guión, no
excesivamente sorprendente, cuando descubramos el que villano enmascarado no es
Krei, sino el profesor Callaghan, al que creían muerto junto al hermano de
Hiro.
Este giro oscuro en la historia, a pesar de sus defectos
redundantes, hace crecer a la película, le da más enjundia, valor dramático y
profundidad, algo de lo que había carecido hasta ese momento, desarrollando una
aceptable reflexión sobre la asunción y aceptación de la muerte.
Finalmente tendremos la moraleja y las lecciones morales,
Krei perdiendo todo lo material, que es lo que más valoraba o lo único que
valoraba, Callaghan detenido y castigado por su espiral vengativa, aunque
recuperará a su hija, recibiendo una lección, y nuestros protagonistas
exitosos. Así se gesta la banda de superhéroes científicos, bautizados como
“Big Hero 6” en honor a Tadashi, el hermano de Hiro.
El gran Stan Lee también tendrá su cameo dibujado aquí,
primero le veremos en un cuadro pintado y finalmente con una aparición en una
simpática escena extra al final junto al friki millonario Fred, del que es
padre. Los títulos de crédito finales son muy divertidos. Entre los dobladores
encontramos a Damon Wayans Jr., conocido por su papel en “El último boy scout”
(Tony Scott, 1991) junto a Bruce Willis.
Una pasable película de animación con sus virtudes y sus
muchos defectos, que crece en el segundo tercio, cuando se hace más oscura y reflexiva,
pero que no acaba de elevarse como cabría esperar, resultando una cinta algo
decepcionante.
"El grupo de amigos irán más en la onda de Batman que de Superman o Spiderman, con superpoderes sobrevenidos, superhéroes científicos con amigo millonario que aplicarán sus conocimientos y experimentos a la lucha contra el mal y el combate, construyendo trajes adecuados a cada uno para la misión"
ResponderEliminarLa verdad es que a mí ese tipo de héroes me recuerdan más a Iron man (aunque Batman tampoco es manco en el apartado tecnológico). Además, está muy feo eso de mencionar a la oposición (Batman) en una película de los dueños de Marvel :)
Jajaja no te falta razón, aunque la idea que expongo se entiende y es correcta.
EliminarUn saludo!