lunes, 16 de diciembre de 2013

Crítica: EL LLANERO SOLITARIO (2013) -Parte 1/2-

GORE VERBINSKI











En 1981 el Llanero Solitario ya cabalgó por la gran pantalla, “La leyenda del Llanero Solitario” (William A. Fraker), aunque la película fue triturada por crítica y público, algo injustamente porque en realidad no está tan mal. Ahora en 2013 nos llega una nueva versión, (¡qué novedad, ¿verdad?, un remake… o algo parecido!) que pretende desmitificar la leyenda y que desde luego no ha dado en el clavo, si bien es cierto que tiene aspectos interesantes a reseñar. La realidad es que aún no se le ha hecho justicia al héroe creado por George W. Trendle y Frank Striker.




El irregular y bastante intrascendente Gore Verbinski intenta crear otra franquicia del estilo de “Piratas del Caribe”, con el héroe enmascarado del western, y para ello cuenta con ingredientes similares, incluido Johnny Depp, pero esta cinta está más cerca de sus secuelas que de la original y sabrosa película de aventuras y fantasías marinas.

El “Llanero Solitario” vaga en una indefinición de tono y género que no la beneficia en absoluto, con un humor que resulta ya previsible y sólo funciona ocasionalmente, pasa de la comedia al western con toques truculentos y una violencia que sorprende en una producción Disney, ese acercamiento a Peckinpah o Leone del que hablaré posteriormente, para caer en el drama o las aventuras, que dejan al menos un clímax con momentos aceptables de acción. El resultado final es una obra dispersa, difusa, que no sabe a qué carta jugar, y que sin ser un desastre decepciona bastante. Esto no significa que no pueda resultar un pasable entretenimiento, aunque no destaca desde ningún punto de vista.

Lo más notable, aparte de algún toque de humor y escenas de acción, son los elementos metalingüísticos de su narración, nada del otro mundo pero que juegan con la mencionada idea de desmitificar la leyenda, y sus homenajes al western, a muchos de los más conocidos.


Esta desmitificación queda explicitada desde el mismo inicio con ese chico que vagabundea por la feria disfrazado del mítico héroe, con su antifaz y todo. Estamos en San Francisco, en 1933, y haremos un flashback hasta 1869, en Colby, Texas. El puente de San Francisco a medio hacer, detalles que me entusiasman como sabréis, y una feria con búfalos, indios, osos… de exposición. Un pasado mitificado dedicado ahora para el negocio y el regocijo. Un flashback que nos lleva al Monument Valley, el decorado más inolvidable e imprescindible de toda la historia del western.


Los detalles metalingüísticos tendrán siempre a Depp como protagonista, sus interrupciones en la narración y las transiciones presente/pasado recurrirán a estos elementos a menudo. Un diálogo temporal que es uno de los trasfondos de la cinta, con la desmitificación mencionada al fondo (Toro en el flashback pausado mirando a cámara, por ejemplo). Habrá 8 interrupciones en la narración.




La descripción de los dos personajes protagonistas, John Reid (Armie Hammer) y Toro (Johnny Depp), queda definida con las pocas pincelas de los primeros flashbacks, un Llanero Solitario inseguro y un subalterno, el indio, que lleva la voz cantante.


Tom Wilkinson, que aparece en casi todas las películas del cine moderno aunque últimamente estaba más relajado, interpreta al villano Latham Cole, que quiere el monopolio del ferrocarril... y es que sí, “El Llanero Solitario” es una especie de western crepuscular donde la gente que dirige o se relaciona con el ferrocarril es muy mala. Cole se insinuará a Rebecca Reid (Ruth Wilson), porque es un hombre seguro de sí mismo y que coge lo que quiere. Ella es la esposa del hermano de John, Dan Reid (James Badge Dale), aunque siempre ha estado enamorada de nuestro héroe, y nuestro héroe jamás la olvidó a ella. Este personaje femenino es intrascendente y su historia queda sorprendentemente en el olvido. Helena Bonham Carter tendrá un vestido rojo que la distinguirá y una pierna-escopeta al estilo de “Planet Terror” (Robert Rodriguez, 2007).




En la escena del intento de seducción de Cole a Rebecca, Verbinski usará un manido símbolo, la jaula y el pájaro, para representar los sentimientos de los personajes, en este caso el deseo de capturar una presa de Cole y el temor a ser “enjaulada” de Rebecca. Cole es el aparente representante de la ley, el orden y la convivencia con los indios que se supone representará el ferrocarril. Esto es interesante ya que en teoría Cole está castrado, sucesos de la guerra, con lo que su conquista tiene más de trauma psicológico, obsesión de poder sustitutiva, que otra cosa. Habrá otra jaula posteriormente, en el burdel que regenta Helena Bonham Carter, y que usará Depp para algunas de sus bromas.


Homenajes varios.

En este inicio ya tenemos un buen número de homenajes al western que son fácilmente distinguibles y que aunque narrativamente funcionan regular siempre es un placer cinéfilo apreciarlos.

-La espera de los rangers al malvado Cavendish, interpretado por William Fitchner, que siempre hace de malo, nos remite al inicio de “Hasta que llegó su hora” (Sergio Leone, 1968) y la espera de los pistoleros al duro Charles Bronson en la parada del ferrocarril.  La lucha de los protagonistas frente a los dueños del ferrocarril y el propio ferrocarril finalmente, también remiten a la película de Leone. Incluso habrá planos, como la sombra que delata la presencia de alguien en el techo del vagón, que recuerdan al clásico del 68. La banda sonora en esta escena es muy del estilo de Morricone, además.



-El interés de crear de Cavendish un mito de maldad también es muy de Leone, lo que ocurre es que luego no es para tanto, no es más que un esbirro y el personaje acaba reducido al ridículo y nuevamente a la intrascendencia, un desperdicio. También el reloj de Toro, objeto importante para un personaje, nos remite al cine del italiano, que era muy dado a los relojes.


-La presentación del protagonista, de John Reid, un hombre de leyes que no cree en la violencia, nos lleva de forma directa y evidente al Ransom Stoddard que interpretó James Stewart en “El hombre que mató a Liberty Valance" (John Ford, 1962). Además, como aquel, le vemos llegando a un lugar y siendo atacado poco antes de alcanzar su destino.

-La mención de este Stoddard enmascarado al futuro en esta escena de acción con un tren en marcha recuerda también, de alguna forma, a la 3ª parte, ambientada en el oeste, de “Regreso al futuro” (Robert Zemeckis, 1990).

-Tendremos una escena copiada casi literalmente de “Hasta que llegó su hora”. Es aquella donde se presentaba a Henry Fonda y su banda, que mataban a toda una familia. Aquí tendremos los mismos elementos, un pozo con agua en el que bebe Rebecca, el silencio, las chicharras, el viento, los pájaros que salen volando anticipando la amenaza del ataque… Exacta.




-La visión del ataque a la granja de Rebecca desde la lejanía por parte de John y su compañero indio Toro nos recuerda a la de John Wayne mirando la cabaña atacada de sus familiares en “Centauros del desierto” (John Ford, 1956). Además como en “Centauros del desierto” a partir de ahí se iniciará una misión de rescate, una estructura de búsqueda, la de Rebecca, algo inconsciente, que se añade a la anterior búsqueda, la de Cavendish.


-La escena en la que el traidor que provocó la muerte de Dan Reid perdona la vida de Rebecca y su hijo sin que Cavendish lo sepa tiene la aparición de un misterioso jinete justiciero y, quizá, pálido, que nos remite al clásico de Clint EastwoodEl Jinete Pálido” (1985) y la escena del intento de violación a la niña. De hecho hay un caballo blanco llevando a alguien que regresa de la muerte… los paralelismos parecen claros.




-La sombrilla femenina que usa Toro para ir por el desierto es un nuevo homenaje a Leone, un director que gustaba de usar elementos excéntricos o que no encajaban con su entorno, que hizo lo mismo, usar una sombrilla femenina para que Eli Wallach se protegiera del sol del desierto en “El bueno, el feo y el malo” (1966).




-La forma en la que lleva el Llanero Solitario a Cavendish por el desierto, con el villano a pie y él a caballo, también remite a “El bueno, el feo y el malo” (1966), precisamente en la escena en la que Wallach exhibe la sombrilla mencionada anteriormente.

La primera escena de acción se va gestando con mimo, sumando elementos con cuidado y pausa y recurriendo al humor como uno de los ingredientes fundamentales. Manadas de búfalos apartándose al paso del tren, gags con niñas y muñecas, un héroe que no es creyente y lee a John Locke mientras añora a su ex novia, el indio Toro sentado al lado del villano Cavendish… La huida de Cavendish también deja buenos detalles de humor, con Depp en su salsa.




Con el asalto al tren la acción se desmelena hasta límites exagerados, pero no sacando el partido adecuado a todo, ya que ese exceso resulta irreal, falso, exagerado, aunque simpático en ocasiones… 




De alguna forma funcionan mejor los elementos más minimalistas, en el interior del vagón, que los más espectaculares, fuera de él. Así los cambios de pistola y de gente esposada resultan divertidos, pero como siempre no entendemos por qué el villano no mata a los buenos… Los deja en una situación comprometida a lo sumo, para que veamos si se salvan…




¿Por qué no los matan? Porque son los héroes.

¿Por qué no les pasa nada? Porque son los héroes.

Hay que aclarar que esta regla siempre es válida en el cine de aventuras, pero eso no significa que funcione bien, unas veces por verosimilitud y otras porque la regla va siempre unida a un reflexión sobre la condición de héroe, que a menudo se pasan por el forro en el cine actual con el tema de las desmitificaciones y demás, confundiendo las grandes claves del género o no sabiendo bien cómo pervertirlas. En esta evasión y aventura se empezará a forjar la amistad de los dos protagonistas, tan distintos ellos, como es habitual. Desde el inicio destinados a entenderse, como muestra esas cadenas que los unen.

Como ya dije, y aunque estemos en una cinta Disney, habrá asesinatos y muertos sin el más mínimo escrúpulo en generosas cantidades.




En el flashback tendremos un eco o paralelismo con el presente, otro niño que habla y ayuda al detenido indio Toro, en este caso el hijo de Rebecca. Otro eco lo tendremos con la feria que visitan los dos protagonistas, con deformidades humanes incluidas, que se relaciona con la del niño del inicio que habla con Toro. Hells of Wheels.



Entre consideraciones de justicia, menciones a John Locke y su “Tratados sobre el gobierno civil”, complicidad intelectual entre el villano Cole y el ingenuo Reid... nuestro protagonista será reclutado como ranger y nombrado fiscal. Así, sin descansar ni nada tras la divertida aventura y viaje que acabamos de presenciar. La relación entre Dan Reid y su esposa es extraña, debe quedar claro que no hay amor para realzar el de ella con John, el futuro Llanero Solitario, que viendo su personalidad nadie pensaría que llegaría a serlo. De hecho la progresión del personaje es evidente, de su defensa de la ley y la no violencia a una toma de conciencia paulatina donde usará armas y se verá obligado a ejercerla. De la ingenuidad a la madurez.







 




2 comentarios:

  1. "pero como siempre no entendemos por qué el villano no mata a los buenos".
    Hombre MrSambo, errores tontos de esos de dar ventajas innecesarias a tu enemigo, también los tiene Pacific Rim (y no son pocos) y no recuerdo que te quejases tanto :).
    Respecto a esta película (aclaro que no la he visto) y unas cuantas más aparecidas en los últimos tiempos, tengo que decir que esa manía de desmitificar a los héroes (convirtiéndolos en villanos como en SWAT o bufones como en Starsky y Hutch) me revienta bastante. Si al final vamos a ir siempre en plan "no, en el mundo real no hay héroes", tal vez los espectadores deberíamos dejar de ir al cine, porque para ver el mundo real podemos salir a la calle o poner el telediario.

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    1. Es un claro signo de los tiempos Anónimo, como bien dices ir al cine a ver tío vulgares que casi resultan ridículos a vivir aventuras motiva poco... Son poco admirables en general. Los héroes de ahora francamente dan un poco de vergüenza.

      Jajajajaj no sea malo Anónimo, eso no es cierto! Si lee de nuevo creo que es la 3ª de PACIFIC RIM verá que sí cito cuando se producen los errores, pero antes vea ésta y verá la diferencia y esas largas peroratas explicativas antes de que se produzca el Deus ex machina de turno y me cuenta jajaja.

      En cualquier caso muy agradecido porque me tenga vigilado jejeje. Un abrazo fuerte y pase una felices fiestas con los suyos.

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