lunes, 11 de febrero de 2013

Crítica: LA NOCHE MÁS OSCURA (2012)

KATHRYN BIGELOW










Es cierto que la edición de los Oscar de 2008 no destacó por la calidad de sus producciones, pero tampoco creo que “En tierra hostil” fuera la mejor cinta del año, ni mucho. Si sobrevalorada estaba aquella lo mismo ocurre con el último título de Kathryn Bigelow, una correcto thriller alimentado por una polémica que no se sabe muy bien de donde sale, pero no pasa de ahí.

Es lógico que la investigación, la búsqueda, el descubrimiento y la caza del personaje más buscado y odiado por los americanos tuviera la máxima expectación al convertirse en película. La historia de cómo se encontró y mató a Osama Bin Laden. Lo que luego se ha exagerado es la supuesta polémica y demás historias, algo que parece sólo buscaba vender el producto, un truco de marketing porque se han hecho cientos o miles de películas que han sido mucho más transgresoras o han expuesto las interioridades políticas al desnudo con más contundencia. No hay nada que sea realmente morboso o polémico, ninguna sorpresa que no se hubiera comentado, visto en otras ocasiones o supuesto… Aquí parece reducirse al uso de las torturas para sonsacar información sobre Al Qaeda y la localización de Bin Laden.



Lo mejor de la película lo tenemos al inicio y al final, con la misión para capturar al líder de Al Qaeda. También son interesantes algunos recursos de puesta en escena, algunos demasiado vistos en el cine moderno, pero muy coherentes y que muestran un gran detallismo en dicha puesta en escena, así como el retrato de la protagonista, que se acaba definiendo como alegórico, otro gran detalle.



La película se inicia de manera brillante, el simple sonido de desesperados testimonios el día del atentado del 11 de septiembre de 2001 a las torres gemelas de Nueva York, con un fondo negro. Un eco que deberemos tener siempre en mente para captar en todo su sentido al personaje principal.


Los rasgos estilísticos de Bigelow quedan marcados casi desde el mismo inicio, dos o tres claves que mantendrá durante toda la narración en su puesta en escena. Una cámara inestable que sigue a sus personajes o los encuadra, creando así la tensión, obsesión y estado alterado tanto de ellos como de la situación en sí, y algo muy común en las puestas en escena moderna, la proliferación de monitores, pantallas y, sobre todo, cristales que ejemplifican un mundo burbuja, enclaustrado, ajeno al “real”, encerrado en sí mismo de forma necesaria. A la inestabilidad de la cámara podemos añadir cierto sentido documental en muchos momentos, con planos “espías” o con multitudes, especialmente en planos de situación. Un ejemplo lo tenemos en la escena donde un árabe sirve de cebo para capturar a su contacto. También se aprecia en la escena en la que se espera al supuesto topo de los jordanos, una escena estupenda con suspense, una larga espera y la sensación de desgracia y fatalidad que se intuye, en especial por el exceso de entusiasmo de la chica (Jennifer Ehle), que termina en el impactante atentado.





La escena del seguimiento a Abu Ahmed, por las multitudinarias calles, también está rodado con esa planificación casi documental. Una buena escena con tensión, juego de miradas, esperas y sudor.



 
Del mismo modo la descripción e incluso evolución de la protagonista, Jessica Chastain, así como del torturador principal, Jason Clarke, éste de manera visual, son aspectos interesantes.

Otro rasgo estilístico interesante es el uso que la directora hace de los desenfocados y enfocados, de las distorsiones visuales que enfatizan el carácter de los acontecimientos y personalidad confusa u obsesiva de los personajes. Esto le sirve para mostrar distintos planos en un mismo encuadre y definir emociones, como expliqué. El momento en el que Bradley (Kyle Chandler), se sabe despedido es un buen ejemplo.





Las torturas.

Este es el aspecto más polémico y del que más se ha hablado, las torturas permitidas por la administración Bush que luego fueron prohibidas con la llegada de Obama. En las primeras escenas veremos cómo se procede en estás torturas, con una protagonista que aunque de inicio muestra cierta inseguridad ante ellas poco a poco se sentirá cómoda en la obsesiva búsqueda de su objetivo, incluso incitará con decisión a ellas sin problemas. Dan (Jason Clarke), el torturador que lleva las riendas, aparecerá con un look desastrado, con barba. Esto cambiará, le veremos posteriormente más humanizado jugueteando con unos monos, poco antes de decidir que abandona esa actividad para oxigenarse un poco. Finalmente lo veremos perfectamente aseado. Cuando la protagonista lo requiera para ayudarla veremos como su barba vuelve a aparecer, en la escena donde regala un estupendo coche a un contacto.





La investigación llevará años y se iniciará tras los atentados. Nuestra narración comenzará dos años después de ellos.

La fidelidad de los miembros de Al Qaeda es máxima, se resistirán o mentirán dando pistas falsas o confusas.

Las torturas consistirán en malos tratos, asfixia con agua, encierros claustrofóbicos sin apenas espacio, en cajas, humillaciones y vejaciones, como dejarlos desnudos, premiarlos si colaboran, Trash Metal a todo tren para privarles del sueño… La directora consigue transmitir en estas buenas escenas la vulnerabilidad del rehén, su impotencia, vergüenza, humillación, su pérdida de dignidad… En teoría faltaría el contrapunto para ponerse a favor o entender al torturador, pero la directora cuenta con el imborrable impacto de lo sucedido el 11-S para ello, recordemos como empieza la película, un fondo negro con el sonido de la desgracia…



Las escenas de tortura son rodadas con pulcra objetividad, un nuevo ejemplo de esa idea documentalista que tiene el film, donde ni se justifica ni se critica dicha práctica y donde la protagonista estará completamente en sintonía con ellas.

El personaje que interpreta Mark Strong llegará a decir que sin el programa de torturas está difícil conseguir resultados, justo cuando se dé luz verde al asalto a la fortaleza donde podría estar Bin Laden.

Hagan su puto trabajo y denme personas que matar.”

Cristales y monitores. Un mundo aislado.
 
La aparición de monitores y televisiones es constante, así como imágenes de satélite etc. Se ejemplifica así un mundo sin contacto con lo “real”, con lo aparentemente normal, que se comunica e informa a través de estos medios, sin apenas contacto humano, un elemento de distancia, que tiene perfecta coherencia con la descripción del personaje protagonista. Monitores como el que vemos en la primera escena de tortura, en los despachos, pantallas donde la protagonista ve torturas buscando pistas, la escena en la que vemos anunciar a Obama la suspensión de las torturas en una televisión, televisiones con imágenes de informativos contantemente…





Del mismo modo veremos a los personajes tras cristales, rodeados de ellos o usándolos de forma efectiva en multitud de escenas, lo que recalca ese aislamiento del mundo exterior, personajes dedicados a una sola cosa, encontrar a Bin Laden, donde lo demás no tiene la menor importancia. Cristales o espejos como cuando nuestro torturador y su jefe, interpretado por Kyle Chandler, bajan una escalera, desenfocados; el rostro reflejado en un cristal de Maya tras el atentado en el que muere Jessica; Dan (Jason Clarke), mucho más aseado, recibiendo la llamada de Maya para que le ayude, también se verá tras un cristal; lo mismo ocurre con el superior de Dan que reza a la Meca, se reflejará en un cristal; la escena donde Dan regala a su contacto un lamborghini también la veremos tras cristales; la búsqueda a Abu Ahmed, el seguimiento en furgoneta, está repleto de cristales, reflejos en espejos retrovisores, uso de cámaras… Un cristal será el lugar donde Maya vaya escribiendo los días que pasan sin información nueva que permita atacar la fortaleza donde presumiblemente se oculta Bin Laden (78, 94, 99, 100, 129…), el cristal del despacho de Mark Strong, que interpreta a George.





En otra notable escena, la del atentado al coche de Maya, los cristales tendrán también vital importancia, su contenido se hace aún más explícito, son protectores, protectores de ese mundo en el que se mueven los personajes de la cinta y de los propios personajes. Gracias a su blindaje Maya saldrá indemne.

Saltaremos temporalmente y geográficamente en muchas ocasiones durante la narración, Pakistán, Afganistán, Polonia, Londres y el atentado del 7 de julio de 2005, Arabia Saudí, Kuwait, distintos sitios de estas ciudades, bases americanas… De 2001 a mayo de 2004, del 7 de julio de 2005 al 20 de septiembre de 2008, del 30 de diciembre de 2009 al 1 de mayo de 2010…




La bandera.

La bandera americana aparecerá en varios momentos, casi siempre medio oculta, tapada, aunque ondee. Cuando en una reunión en un despacho, organizada por el jefe de la CIA (James Gandolfini), se trate el tema de la fortaleza donde se sospecha que puede estar oculto Bin Laden veremos la bandera perfectamente enmarcada junto a fotos de los presidentes. Del trabajo en la sombra, esa que se representa con esas banderas que casi no se ven, al orgullo patrio de despacho.

Un personaje puramente alegórico.

Nuestra protagonista es completamente obsesiva, tiene un objetivo y lo único que le importa es cumplirlo, de hecho lo único que sabremos de ella es eso, que quiere cazar a Bin Laden. Para ello se mostrará obstinada (un buen ejemplo lo tendremos en su insistencia con la pista de Abu Ahmed), firme, constante, visceral, clara, vehemente, decidida, segura (otro ejemplo lo tendremos cuando diga estar 100% convencida de que Bin Laden está en la fortaleza encontrada, 95% por no abusar.)… se dará a valer y dirá las cosas por su nombre, no buscará hacer amigos precisamente. Será fría y cruel si hace falta, no le temblará el pulso ante nadie e irá cogiendo fuerza conforme avance la narración, como he comentado, de ciertos apuros al presenciar las torturas al principio, aunque en ningún momento dudará, a incitarlas sin complejos. También evolucionarán las opiniones hacia ella, de la falta de confianza ante su labor y capacidad a rendirse ante su perseverancia y descubrimientos. Representa al pueblo y al sentimiento americano ante este tema, esa es la alegoría que supone el personaje que interpreta Jessica Chastain, Maya.



 
Maya (Jessica Chastain), es, como digo, un personaje alegórico, un símbolo que representa a los Estados Unidos, su sentimiento tras el 11-S y con respecto a los que lo cometieron, por ello nos la presentan sin pasado, dirá que antes de ese trabajo no hizo nada; sin amigos ni familia, no sabrá que contestar cuando su amiga en la cena en el hotel Marroit le pregunte por ellos… Un personaje que parece nacido y colocado ahí, única y exclusivamente para este caso. Su llanto al final de la película, cuando su obsesión logre apaciguarse, adquirir la paz, representa precisamente esa paz buscada por todo un pueblo que quería que el culpable de aquel atentado pagase. Aliviada, una catarsis emocional, íntima, la de una nación. Es el llanto de paz de toda una nación. Un gran plano sostenido final.



En la abstracción de su personalidad la veremos vestida de musulmana para pasar desapercibida.

El ansia por ser riguroso, o supuestamente riguroso, en el trabajo de campo, lastra el ritmo de la película, ya que se reiteran situaciones donde desde la puesta en escena no se logra nada y donde esas conversaciones no nos llevan a nada claro, pistas falsas, referencias a Gandalf, interrogatorios constantes, confusiones y diálogos que dilatan una historia que se podría haber contado en bastante menos tiempo, una narración morosa, con momentos algo soporíferos, aburridos… Esto se hace especialmente patente tras los primeros veinte minutos y hasta llegar al final, salvando algún momento entre medias. Le cuesta arrancar una vez pasados esos primeros minutos.







Una rigurosidad supuesta ya que hay que mencionar que han salido artículos cuestionando muchas de las cosas que aparecen en la película, por erróneas, torpes o inciertas, aunque otras muchas sí que son fieles. Lo de las torturas parece ser que está algo exagerado y los procedimientos mostrados no se corresponden con la realidad, tampoco se corresponden algunas fechas, ya que algunas de las técnicas que se mencionan en la película se abandonaron en 2003 no en 2009, además ciertos comportamientos de los gentes resultan incorrectos como agentes de la CIA. Por poner algunos ejemplos.

1 de mayo de 2011.

La mejor escena de la película es el clímax final en la fortaleza de Bin Laden, rodada con verismo absoluto y un documentado cuidado de cómo proceden los equipos militares en estas misiones. Bigelow nos regala momentos de buen cine de suspense y acción. Un thriller potente en esta parte final.






La escena se inicia con un buen momento cuando Chastain, Maya, se queda sola en la base viendo como parten los helicópteros hacia la vital misión, su duro y laborioso trabajo llegó hasta ahí. Observará su vuelo presidido por otra bandera americana. Un helicóptero caído, las lentes de visión nocturna, la tensión, el ritmo constante, los soldados rematando a los muertos como parte del protocolo, las maniobras seguras, el juego maestro con los puntos de vista, una escena realmente bien rodada. Una escena de sabroso cine que muestra una misión militar con gran autenticidad.




La muerte de Osama Bin Laden.

No hay adornos ni subrayados, habrá un simple comentario sobre el hecho, la importancia del mismo, cuando se le haga ver al soldado que mata a Bin Laden lo que acaba de hacer, algo que seguro ocurrió. El registro, el cadáver y la apresurada huida… por supuesto será Maya la que dé la definitiva confirmación al ver el cadáver, lo que tanto había deseado y por lo que tanto había luchado, muerto ante sus ojos. La paz.



“¿A dónde quiere ir?”

La noche más oscura” es un thriller correcto sin más, no cae en efectismos ni coartadas románticas, pero resulta moroso y estirado. El tema tratado ha llevado a sobrevalorarla o bien a infravalorarla, pero vista con perspectiva quedará como una cinta aseada e interesante sobre una de las más importantes acciones militares de los últimos tiempos, que cierra, en cierta medida, la herida que tenía la nación americana tras el 11-S.

Buenas interpretaciones, con una gran Jessica Chastain, una vez más, y una dirección competente con grandes momentos. Podemos ver a Harold Perrineau, el Michael de “Lost” en un pequeño papel.

Aceptable.



17 comentarios:

  1. Hola Mister:

    Tengo que decir que ZDT me supuso una verdadera decepción. Acudí a verla muy emocionado, ya que el trailer me gustó, y me las prometía muy felices.
    La peli parece más un reportaje de Informe Semanal que una obra cinematográfica. Echo en falta acción dramática. Bigelow intenta ser tan aséptica en la narración, que nos restan cualquier tipo de emoción que no sea matar a Bin Laden.
    Creo que todo esto se debe, al poco tiempo pasado desde que ocurrieron los hechos, al rodaje de la película. Quizá para hacer una obra más dramática y menos aleccionadora o moralista, habría que haber dejado pasar más tiempo.
    Salvar, solo salvo la última mediahora, me gusto como se desarrolla la acción de los Seals. El resto se me hizo excesivamente largo. Creo que no hay historia para 2:40h de metraje.
    De la actriz, mucho se ha hablado del trabajo de la Chastain y creo que su mayor mérito, es mantener ese pelazo pelirrojo de manera tan fantástica en un ambiente tan reseco como el desierto. Ser tan inexpresiva como Víctor Mature, no me parece un mérito suficiente para ganar un oscar.
    Los que me gustaron fueron Tanto Jason Clarke como Joel Edgerton, en sus papeles están impecables.
    A la peli le doy un 3.

    Un abrazo.

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    1. Muy buenas amigo Vicent, de acuerdo en casi todo, a mí Chastain sí me gustó en su sobriedad, además creo que se lo va a llevar, es la única categoria en la que creo tiene posibilidades esta película. En lo demás completamente de acuerdo, lo has clavado, la friadad, la falta de un sustento dramático que identifique más al espectador, ese exceso de lejanía deja muy frío al espectador y acaba por aburrirle muchas veces.

      Lo mejor, como dices, el final, el resto muy pesado en ocasiones y moroso. Siempre digo lo mismo, Raoul Walsh con ese tiempo y este material te hace 5 pelis en una jajaja.

      Un abrazo.

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    2. Jajajajajaja, es que a Raoul Walsh le hubieran dado el guión de Días Extraños y te hubiera hecho algo de repercusión similar a Blade Runner, y la Bigelow solo pudo hacer, eso, Días Extraños (Que me encanta, dicho sea de paso...)

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    3. Asombrosas nuestras coincidencias jajajaja. Perfectamente explicado y muy cierto, DÍAS EXTRAÑOS está muy bien jajaja

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  2. Hola, mister:

    Además del detalle pasado por alto acerca del estrabismo del SEAL que mata a Osama (jeje), un par de detalles:

    Como indicas, la sobriedad (el absoluto profesionalismo) de los SEAL que, tras cerrar con éxito la misión más importante de sus vidas, apenas hacen un comentario (¿te has dado cuenta de lo que has hecho? O algo así), y continúan con su labor: ni una muestra de júbilo, se ponen a ordenar pruebas como si fuera un día más en la oficina. A mil jodidas millas de Abu Grahib.

    Jessica Chastain, correcta en su obsesión (como a Vicent, también me gustó Jason Clarke). Me tienta comparar su papel con el de la Carrie Mathison de Homeland, mucho más templada y real la pelirroja, pero no me da tiempo.

    Esa psicosis única por atrapar al malo, por cumplir la misión, desactiva al personaje una vez que esta termina. Pasa con la protagonista de esta película (al final, cuando la preguntan en el avión ¿dónde quiere que la lleve? No lo sabe, no sabe qué hacer a partir de ahora), y pasa con el prota de En Tierra Hostil, en esa escena en que aparece en medio del súper, completamente perdido, antes de volver a Irak. Hay un paralelismo en ambas ahí.

    Me interesaba el tema, así que soy algo más indulgente con la película, pero está claro que eres tú el que sabes, jeje (otra vez me has sorprendido con lo de los cristales, crack).

    Un abrazo, míster

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    1. Perfecta la comparación con HOMELAND, se ha mencionado en ocasiones por ahí y lo has traido muy bien. Lo del comentario sin más ante la muerte de Bin Laden lo comento por ahí. El tema de su desactivación lo explico en esa intención de hacer de ella un personaje alegórico, comento que no tiene pasado ni profesional ni personal, una clara señal, representa a todo un pueblo, no es un personaje "humano" digamos.

      Muchas gracias pro el aporte querido Dienekes, la película tiene bastane prestigio y me alegra que te haya gustado. También el haberte sorprendido jaja.

      Un abrazo.

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  3. Usar las grabaciones reales es, como poco, morboso, rayando el mal gusto. La escena final tal vez sea la mejor cinematográficamente hablando, nunca he sido cinéfilo. Si puedo decir que la cagan al pasarse medio asalto hablando. Un asalto así se hace en silencio, y comunicándose mediante señales. En muchas otras películas quedan perfectamente bien reflejadas las Señales en Combate Táctico, aquí... ¿para qué, si hablan directamente?. Por no hablar del momento "Osama bonito, asoma la patita..."

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    1. Jajajjaja JM buen detalle. Lo cierto es que han salido artículos de ex agentes y militares donde elogiaban el verismo de la escena, pero no te falta razón.

      Muchas gracias por el aporte.

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    2. Hablando con otros amigos la conclusion fue... buen asalto, excepto por la falta de señales de combate táctico. Había dos soluciones, usar las señales y subtitular qué significa, para que la gente se enterase, o que hablasen continuamente. Personalmente, escogieron la peor.

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    3. Es posible que sea así, supongo que era más cómoda.

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  4. Por cierto, añadir que ese detalle de ver la realidad solo por pantallas es precisamente el que abre uno de los mayores debates éticos sobre los conflictos armados actuales: la crítica es que, al no enfrentarse a tener que arrebatar la vida a otro, al verlo solo a través de las pantallas y que parezca un videojuego, eso nos aleja de la realidad de lo que se está haciendo, matar, y puede hacer que se considere que matar a distancia no es matar. Del otro lado, los militares, que consideran que es llevar a cabo una misión sin arriesgar vidas.

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    1. Sí, muy cierto, las guerras ahora han perdido el componente épico, heróico e incluso romántico, si se le puede llamar así.

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  5. Aunque no la he visto, iba a leerte la crítica por que esta si que sabes como acaba... pero nada mas leer el primer párrafo, lo dejaré para cuando la haya visto.

    Los colegas que comparten mis gustos cinematográficos me han dicho que es un peliculón, y para que no me encabrones, al igual que Lincoln, la veré y luego hablamos, xDxDxD


    PD: Tu capacidad para producir críticas super curradas a toda pastilla es acojonante, Master. Mi admiración.

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    1. Jajajajajajaja no es mi intención encabronarte jajaja, ya me contarás qué te parece. LINCOLN al menos la he puesto mejor ¿no? jajaja

      Ya tengo todo sistematizado jajajaja salen como churros. Muchas gracias amigo Taillon.

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    2. Tu y yo tenemos algo pendiente desde la crítica de Prometheus, xDxDxDxD

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    3. Pero ese duelo quedo muy claro jajajajajaja

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