lunes, 5 de noviembre de 2012

Crítica: CAPTIVE WILD WOMAN (1943)

EDWARD DMYTRYK










Pequeña película de serie B que sobrepasa en un minuto la hora y dirigida por el competente Edward Dmytryk. Un pastiche de moraleja facilona, superficial e ingenua como tantas veces en la ciencia ficción.

Podemos ver como esta especie de Frankenstein fílmico, pastiche de varias películas, está realizado a mayor gloria de Clyde Beatty, un domador que realiza arriesgadas escenas en la cinta.








Frankenstein fílmico donde podemos apreciar la influencia de “La mujer pantera” (Jacques Tourneur, 1942), “La isla de las almas perdidas” (Erle C. Kenton, 1932), basada en “La isla del Doctor Moreau”, el mismo Frankenstein, “La bella y la bestia”… Todo ello mezclado y sazonado con múltiples escenas de doma de tigres y leones para el lucimiento del protagonista Clyde Beatty (aunque el actor que interpreta a Fred Mason es Milburn Stone). Un pastiche difícil de tragar, narrativamente deslavazado, anti climático y poco original.




La opción de realizar una película de ciencia ficción contando con Beatty de domador, supongo, abrió las lúcidas mentes de algunos productores que se limitaron a copiar clásicos del cine, de la literatura o películas de éxito que se pudieran integrar con los dos elementos anteriores (ciencia ficción y Clyde Beatty como domador).


Esto nos lleva a un completo absurdo donde pasamos de escenas donde vemos una trama con un doctor loco y desquiciado con unos planes siniestros que no se sabe muy bien que pretenden conseguir, a otras donde vemos como el protagonista doma leones durante minutos y minutos. Un sinsentido narrativo.



A mitad de película tenemos la aparición de la mujer salvaje del título para dar una vuelta de tuerca a la ya de por sí perjudicada trama, una mujer mono tremendamente sensual, y celosa, interpretada por Acquanetta.


El final, con su moraleja para “infraseres”, es lo que faltaba para acabar con el despropósito. John Carradine encarna a un buen villano deudor del doctor Frankenstein.


En definitiva, un disparate que no satisfará ni a los muy acérrimos de la ciencia ficción. Su único interés es como rareza y como film dirigido por Dmytryk.



 




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