
El tema de las sagas, trilogías, remakes y superhéroes llega
a un punto tal que se hace obscena la falta de imaginación, pero es lo que hay.
Este caso es paradigmático de la esquizofrenia que se ha instalado en la
industria cinematográfica, que reinicia una saga exitosa, cuando la otra sigue
reciente en la memoria, bajo la excusa de cambiar el tono y dar un giro a
aquella trilogía original.
Para ello se ha cambiado el reparto, el director y el tono
buscado.

El resultado es una película que aunque correcta, se queda a
medio camino en todas sus pretensiones.
Es cierto que la nueva versión carece de la alegría, fluidez, vigor y
dinamismo de la trilogía creada por Raimi, pero también lo es que se adentra con
mayor acierto en los conflictos psicológicos y las relaciones entre los
personajes, elimina en cierto sentido esa sensación light y superficial que
tenía el primer Spiderman, aunque se sigue quedando a medio camino. Un guión al
que le falta cierta elaboración y al que el conocimiento de la historia central perjudica en líneas generales.
Esa mayor profundidad psicológica pretende darle un tono
mucho más adulto, pero la realidad es que la historia carece de elementos para lograr esta pretensión de la manera que querían sus creadores.

En cambio, el retrato del adolescente, sus inseguridades y
universo personal, en la búsqueda de ese padre que lo abandonó y su relaciones
personales sí que está bastante logrado, beneficiándose éste de la acertada
interpretación de Andrew Garfield.


Esta escena inicial sobre la infancia del héroe se concluye
con un plano donde se le encuadra a través de un cristal para, a continuación,
encadenarlo con el presente del personaje en otro cristal. De esta forma los
cristales son un contendor de recuerdos, reflejos de la memoria que movilizan al
personaje. Posteriormente tendremos algún detalle brillante al respecto.
Los primeros retazos del personaje nos lo muestran como un
ser solitario, algo “looser”, friki, inadaptado, pero brillante y muy
inteligente. Aficionado a la fotografía, fascinado con Gwen Stacy, la bella
Emma Stone, mostrará sus dotes heroicas al salir en defensa de otro “looser”
apaleado por el chulo del instituto, Flash (Chris Zylka). Este detalle es interesante y está
bien elaborado desde el guión, no es un personaje que se convierte en heroico
al adquirir sus poderes, sino que en su fuero interno lo es, aunque no tenga
éxito en sus aventuras. Por supuesto, el atrevimiento del espigado Peter Parker
recibirá su merecido, pero será salvado por la también heroica Stacy.

El retrato de la adolescencia, sus complejos cuando no eres
un “triunfador” en el instituto, su comportamiento y tics, están brillantemente
mostrados por el director y los dos actores protagonistas, una de las mejores
bazas del film.

Una limpieza en el sótano descubre un maletín de su padre a
Peter, a partir de ahí comenzará su investigación en busca de respuestas. Para
vincularlo con su padre se usarán flashes de cuando Peter era niño.

La investigación de Peter le lleva a Oscorp Industries, la
escena que allí acontece es un cúmulo de coincidencias y recursos fáciles muy
mediocres desde el guión. De una forma algo rocambolesca y complicándose la
vida de forma tonta, se llegará a la picadura que dotará de poderes a Peter.
Una escena en la que se presenta al villano Rhys Ifans, el doctor Curt Connors,
y se comienza a desarrollar la relación entre Gwen y Peter, pero donde todo
resulta algo forzado.

La narración es buena y pausada, sin golpes de efecto y sucediéndose los hechos con fluidez.
La interpretación de Andrew Garfield, como ya he señalado,
es acertada, sus tics nerviosos e inseguros de adolescente hacen de él un Peter
Parker bastante entrañable. Un buen ejemplo de esto y del gran retrato que hace
Marc Webb del universo adolescente lo tenemos en la simpática escena de
vergüenza adolescente donde Gwen y Peter se citan por primera vez. Buena
escena.

Las mencionadas escenas de soledad practicando con sus
poderes llegarán tras el "subidón" de la cita con Gwen, al menos llegan, aunque
algo tarde.
"Este caso es paradigmático de la esquizofrenia que se ha instalado en la industria cinematográfica, que reinicia una saga exitosa, cuando la otra sigue reciente en la memoria"
ResponderEliminarPor lo que yo he oído, Sony tiene los derechos de Spiderman hasta dentro de un par de años, y es normal que quisieran aprovecharlos hasta el fina. Como la idea de continuar la saga anterior (hace años había rumores de una cuarta película donde el malo sería, precisamente, el Lagarto) no pudo seguir adelante, había que elegir: Reinicio o cerrar el chiringuito y renunciar a los beneficios.
Es cierto que estaba planificada una 4ª entrega que se canceló, pero el recurso de reiniciar una saga cambiándolo todo con tan poco tiempo y donde la historia principal es similar a la primera de ellas sólo marca el signo de los tiempos, me temo.
ResponderEliminarGracias por el aporte.
Como siempre Mr.Sambo pone el ojo en los detalles. El cristal de la puerta también hace de separador de la madurez del padre de la niñez del hijo. Peter rompe a la madurez con ese cristal.
ResponderEliminarRespecto alos padres de Peter, paciencia ;)
Sigo leyendo.
Sobre el cristal de la puerta recuerdo aquella escena de 'El Imperio del Fuego' donde Christian Bale dice a su protegido "si eres tan hombre para hablarme así también lo eres para irte".
ResponderEliminarBuena frase Hirvaluin, sí tiene que ver, sí.
ResponderEliminarHirvaluin, está clarísimo que los padres tienen que aparecer, los jodíos responsables de la peli se resistían a decir si habría secuela... aunque estaba claro.
ResponderEliminarEl clímax final será con la resolución del conflicto paterno, casi seguro, en la 3ª parte, con mayor presencia de ellos en la 2ª. Apuesto.
Que coñazos son cuando les da por algo... a ver, Batman es oscuro, un ser torturado y dificil lleno de traumas, Gothan es una pesadilla gótica llena de delincuentes, peligrosa y si, oscura.
ResponderEliminarSpiderman es tu alegre vecino, capaz de hacer chistes mientras se pega contra pesos pesados tales como Thanos o es torturado salvajemente por un hechicero malvado sacado de otros tiempos.
Spiderman es siempre el optimismo y la buena cara, en definitiva, Spiderman NO es Batman.
Batman se presta perfectamente a la concepción de Nolan del personaje, Spiderman... no.
Si quieren un personaje de ese calibre en Marvel, que tiren de Daredevil y hagan una reinvención del hombre sin miedo que falta le hace.
O incluso el Caballero Luna, el Castigador, Darkhawk... pero los dioxes, no Spiderman.
Me temo que no están por la labor de tales cosas, es loable buscar otros puntos de vista, pero aquí se antoja fallido.
ResponderEliminarMe parece que es la mejor película de Spider Man Peter Parker tiene u mejor y más sarcástico carácter, y los efectos son impresionantes.
ResponderEliminarMe alegra que le gustase la película Sprezzatura, gracias por el aporte.
EliminarLa interpretación de Chris Zylka es muy buena en esta película, sin embargo creo que nos muestra más de él en The Leftlovers, una serie de HBO, en la cual se aborda la desaparición del 2% de la población. Es 100% recomendable.
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