jueves, 14 de junio de 2012

Crítica: BLACK MIRROR

SERIE TV



















Nos encontramos en la era de la tecnología. En estos momentos cada uno de nosotros poseemos uno o varios teléfonos móviles con pantalla táctil que nos permiten reproducir música, ver películas y videos, estar conectados permanentemente a las redes sociales, sirven como GPS y muchas otras funciones que la mayoría de las personas no usamos. Cada día es más usual ver a gente en el metro o autobús usando un libro electrónico para leer o una videoconsola portátil para jugar o ver una película, etc…

En los últimos 20 años, sobre todo desde la aparición de Internet como algo usual en la sociedad, la tecnología avanza a una velocidad vertiginosa cambiando el mundo. En el presente podemos hablar con cualquier persona del mundo, con cualquier familiar o amigo que esté lejos al instante. Podemos enterarnos de cualquier noticia en cuestión de minutos con Twitter. Tenemos en casa una fuente de información poderosísima como es Internet si uno sabe utilizarlo.

Toda esta tecnología puede ser muy útil pero a la vez muy peligrosa. Ahora no nos imaginamos sin un teléfono móvil y menos sin Internet, es algo inconcebible. Dependemos totalmente de la tecnología y de ello se aprovechan para hacer negocio. Cada 10 días sale al mercado un nuevo móvil mejor que el anterior y una televisión más grande o con 3D. Posiblemente el peor efecto de este exceso de tecnología es la pérdida del contacto humano y la pérdida de imaginación para divertirse sin esa tecnología.


Black Mirror nos muestra el impacto actual de la tecnología y especula sobre el futuro que nos espera si nuestra sociedad sigue por los mismos derroteros, usando la tecnología indiscriminadamente, sin un mínimo de crítica ni control.
Esta serie fue emitida por el canal británico Channel 4, consta de tres episodios no relacionados entre sí y su creador, Charlie Brooker, es conocido por Dead Set, miniserie ambientada en un Gran Hermano mientras que fuera de la casa los zombies se hacen con el control.

The National Anthem
El primer capítulo nos muestra a la sociedad tal y como es hoy en día. El Primer Ministro Británico es despertado a mitad de la noche debido a que la Princesa más popular del País ha sido secuestrada. Al dirigente le muestran un video subido a You Tube donde se ve a la princesa obligada a leer las exigencias del captor. Estas son que el primer ministro tiene que tener relaciones sexuales con un cerdo a una hora estimada o la Princesa morirá.
Aunque lo intentan tapar y los canales de noticias no dan la información el poder de la “Red” es imparable. Todo el País lo sabe en cuestión de minutos. Una vez que se confirma la noticia, las primeras encuestas son favorables a mantener la dignidad del primer ministro si éste se niega a cumplir las exigencias pero un suceso durante la búsqueda del rehén cambia estas encuestas. El resto del capítulo nos muestra el poder de las redes sociales, de cómo una persona cualquiera conectada a Twitter, Facebook,etc.. puede enterarse de todo, de lo indiscreta que es la sociedad. Planos de Londres vacía mientras que los bares están llenos de personas pegados al televisor para ver algo tan desagradable como lo exigido por el secuestrador da buena muestra de esta sociedad en la que vivimos.

En mi opinión es un capítulo con un comienzo rompedor, unos primeros 5 minutos impactantes y los últimos 5 que te dejan pensando un buen rato. Es una historia que puede parece absurda o surrealista pero no es tan inverosímil como creemos, mañana mismo podría suceder. Los actores están correctos, destacando los dos ayudantes del Primer Ministro, Lindsay Duncan (Servilia en Roma) y Donald Sumpter (Maestre Luwin en Juego de Tronos).


15 Millions Merits
En este segundo episodio nos encontramos con un futuro deshumanizado. El capítulo se centra en un grupo de humanos que se “dedica” a acumular créditos pedaleando en una bicicleta estática y así poder comprar comida o entretenimiento virtual de cualquier tipo. Su mayor aspiración es acumular una cantidad suficiente de créditos que les permita participar en un programa similar a Factor X donde un jurado evaluará su actuación y les ficharán para trabajar en uno de los múltiples programas de ocio existentes.



Este episodio nos muestra una panorámica de la condición humana en los distintos pedaleadores. Las reacciones que en ellos provocan los distintos acontecimientos son las mismas que en la actualidad, son reacciones humanas naturales como el amor o la envidia, los celos y el miedo. Lo que se nos quiere transmitir es que somos humanos, que esas emociones son las que nos distinguen de las máquinas y que no debemos de olvidarlas.

El protagonista masculino es Daniel Kaluuya (Skins) que se marca una escena espectacular casi al final del capítulo. La preciosa Jessica Brown Findlay (Lady Sybil en Downton Abbey) da el contrapunto con un buen trabajo en el que destaca su actuación musical. También destacar a Ruper Everett (La boda de mi mejor amigo) como un integrante del jurado.




The Entire History of You
Entramos en un mundo donde las personas llevan instaladas en la cabeza una cápsula que permite que las personas graben todo lo que ven. Todo se va almacenando y el usuario posee un “mando” con el que puede buscar cualquier recuerdo que necesite o desee, volver a verlo las veces que quiera o si tiene una pantalla cerca puede reproducirlo para que lo vean otras personas e incluso pueden exigirle las imágenes en una entrevista de trabajo.
Liam (Toby Kebbell) es nuestro portagonista. En una cena de viejos amigos a la que acude con su mujer Ffion (Jodie Whittaker) se producen varias situaciones o comentarios que llevan a Liam a sospechar que su mujer le ha estado mintiendo sobre la relación de ella con uno de esos viejos amigos. A través de lo grabado por su cápsula el interrogatorio va avanzando y las sospechas y obsesión de Liam van creciendo.
Un episodio profundo y perturbador con un final de gran altura. Destaco la escena de sexo entre los protagonistas donde ambos están viendo un recuerdo grabado mientras mantienen relaciones. Esta escena es la esencia del capítulo, los humanos viven de recuerdos y tienen miedo al futuro, prefieren un recuerdo feliz que vivir el momento e intentar conseguir una sensación mejor ya que lo último implica poder fracasar.



Black Mirror es una miniserie muy recomendable y original. Una serie valiente y descarada (puede que en exceso) en su planteamiento y desarrollo. Su mayor virtud es la de provocar en el espectador una duda, la de hacernos reflexionar sobre nuestra sociedad y el exceso de tecnología actual. Un gran acierto de los productores británicos.
Habría que vivir 5 vidas para ver algo así producido en España, mal que me pese.


9 comentarios:

  1. muy chulo mi artículo y el nuevo aspecto del blog

    ejejejje

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  2. Buenas!! No la he visto pero he leído mucho y bueno de ella, así que la tengo en la recámara para visionarla más adelante.
    Muy bueno el cambio de look del blog!!

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  3. El primer episodio el más polémico para que todo el mundo hable de la serie, el segundo baja de calidad y el tercero me parece el mejor. Aunque muy recomendable toda ella.
    Charlie Brooker es un tipo inteligente que merece la pena seguir.Yo lo hago desde hace 10 años cuando trabajaba como crítico de televisión para The Guardian. Sus columnas sobre Gran Hermano eran fantásticas, de lo más divertido que he leído jamás en prensa. Y en la tele recomendaría su "Dead Set" y sus "Screenwipe" (aunque éste último programa, básicamente crítica televisiva, puede ser difícil de seguir sin un conocimiento previo de la tele británica y de la vida en UK en general).

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  4. Flint

    yo creo que el segundo es el más conceptual y pausado,por eso puede parecer el peor pero yo creo que no lo es.Está a la altura del primero por lo que quiere transmitir.

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  5. Serie sorprendente.

    Vi anoche el primer episodio tras leer esta crítica y me quedé a cuadros. Aún así eché de menos alguna que otra reflexión que quizá por falta de tiempo en el capítulo no se pudo abordar, sobre por ejemplo, que si el Primer Ministro se sentiría igual de presionado para satisfacer las demandas del secuestrador si en lugar de una "popular princesa", fuese un mindundi el secuestrado, tema que podría incluso haber sido esgrimido a la hora de buscar algo de comprensión por parte de la opinión pública.

    Quizá sea pedir demasiado para una serie británica ya de por sí bastante polémica.

    Esta noche espero poder ver los dos siguientes episodios.

    Un saludo.

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  6. Estoy Flipando .
    Acabo de ver los tres capítulos y no digo mas que no voy a pegar ojo .
    Y me dan ganas de sacar la ropa de la lavadora y irme a lavar al Manzanares a mano la ropa ....

    Buenísima

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  7. Jajajaja me alegro Cristina de que te haya gustado. Me ha hecho gracia tu ejemplo.

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