WILLIAM HARPER
Por decimonovena vez en el día abrió el correo electrónico.
Teniendo en cuenta que eran las 05.30 de la mañana cualquier persona de inteligencia media deduciría que esperaba algo.
¡¡Maldita sea!! Se dijo para sí mientras se levantaba del sillón al ver que no tenía ningún email. William Harper era catalogado como un buen vecino, pero teniendo en cuenta que su presencia en su casa se asemejaba a la de un fantasma, no podría considerarse como un halago; se llevaba todo el día enganchado al ordenador, era el paradigma del frikismo, participaba en decenas de juegos online, era asiduo de las salas del chat y visitaba páginas webs que harían saltar el servicio de CANGURO NET de haberlo tenido activado.
Por otro lado, sus amigos podrían haber dicho de él que era un buen chico, sin embargo éstos no tenían nombre, sino nicks, y nunca habían visto a Harper personalmente.
William había dejado de relacionarse con la gente cuando comenzó la universidad, aunque ya en el instituto había mostrado indicios de cierta antisocialidad prendiéndole fuego a varias mochilas de sus compañeros (harto de las burlas de éstos), lo que hizo que se ganara la desconfianza tanto del alumnado como del profesorado. Aunque no existía causa aparente, en su interior William lo achacaba a su físico y su incipiente introversión, que lejos de desaparecer con los años, se había apoderado de él totalmente.
Desde que terminó sus estudios a los 21 años, su único contacto con gente de carne y hueso era en su trabajo como ingeniero informático, pero se pasaba todo el día metido en su oficina y no dejaba entrar a nadie, en realidad, aunque lo hubiese permitido seguramente nadie se hubiera animado a hacerlo.
Pero todo esto cambiaba cuando llegaba a casa y se conectaba a Internet. Su yo virtual era un chico encantador, divertido, extrovertido e incluso atractivo, no físicamente, pero de la manera en la se expresaba y se refería a los demás resultaba altamente atrayente para el resto de internautas. Se sentía seguro detrás de una pantalla, cómodo por el anonimato que le ofrecía la red.
Hacía más de un año que de casualidad en una sala de chat había conocido a Sky, desde ese día, se habían contado secretos inconfesables, habían chateado días y noches e incluso habían realizado actividades que cualquier otro individuo hubiese preferido hacerlas en la realidad (y en una cama). Sabía que Sky tenía pareja, alguien con quien no podía competir William, al menos físicamente, teniendo en cuenta los 125 kilos de Harper, y su acné, que pese a ser todo un hombre (o al menos así se consideraba él) seguía en su cara como cuando cumplió los catorce.
Pese a ello, Sky le había confesado su atracción por él, le decía que sentía algo diferente que no había experimentado con nadie, un mezcla entre curiosidad, sexo y amor, aunque sobre todo perversión y morbo ante la situación que vivían y que le hacía dedicarle desde los poemas más románticos, hasta los piropos más soeces, que hubiesen escandalizado a una cuadrilla de albañiles.
Un día decidió armarse de valor y pese a su nula capacidad para las relaciones personales, le propuso a Sky quedar y verse personalmente. Cuando Sky aceptó, Harper sintió un enorme placer, le zumbaban los oídos sólo de pensar que por fin rozaría esos labios que tanto había deseado.
El plan era sencillo, habían quedado por la mañana en el pequeño Parque Margaret, debajo del sauce llorón. Un sitio escondido, perfecto para un encuentro romántico.
Cada vez que William recordaba las cinco horas que esperó a que Sky llegara se sentía avergonzado, se había marchado de aquel lugar derrotado y con lágrimas en los ojos.
Sky no apareció, le había engañado, se sentía sucio, traicionado. Intimidado ante la idea de haberse desnudado tanto por fuera como por dentro delante de la persona que le hacía sentir vivo y que ahora resultaba ser su peor pesadilla, un ser ruin que había demostrado lo poco que le importaba. Se sentía vulnerable.
Pese a ello, volvió a mirar por vigésima vez el correo, como siempre desde hacía tres días. Ninguna noticia. Tragó con fuerza y se enjuagó las lágrimas que amenazaban con hacer acto de presencia.
Decidió mirar sus páginas webs de cabecera como hacía siempre para quitarse a Sky de la cabeza.
Echó un vistazo a la edición digital del periódico local y se detuvo ante un titular que rezaba “FALLECE TRAS CAERLE UN PIANO SOBRE LA CABEZA." "K. Johnson de 41 años perdió la vida la mañana del 3 de marzo cuando…”
William se quedó paralizado, no pudo seguir leyendo, ahora comprendía porque Sky no había acudido a su cita con él. Era porque tuvo que atender a su inesperada cita con la muerte.
Increible... me pido hacer la peli. Id pensando en quien qereis para el papel principal. Seguid así, está genial y muy divertido (sobre todo lo de hace cosas por el ordenador, jijiji) Saludos, Rikku
ResponderEliminarNorita genial, espero que nos deis muchos capitulos de la historia del Sr. Johnson. Me ha encantado, muchas felicidades
ResponderEliminarRikku gracias! por mi encantada de que dirijas la película...aunque a ver como ruedas las escenas del ordenador jijijijiji
ResponderEliminarY sobre en quién elijo para el papel principal...no lo tengo nada claro ¿tú a quién escogerías?
Me alegra mucho que te haya gustado Ana! es díficil mantener el nivel de MrSambo, pero se intenta...jajajaja yo también espero que haya muchos capítulos más!!!!
ResponderEliminarMmmm pues de papel principal... podríamos coger a sambo :), pero como hay que dar caché a la peli :p, a willem dafoe que siempre le he visto carita de pervertido asi q no seria mala opcion. Eso si, quiero total libertad económica y de ideas para la peli. Será una superproduccion!! Jajaja besitossss Rikku
ResponderEliminarEn cuanto a las escenas de ordenador, q se me ha olvidado, las de closer me gustaron mucho, así q algo por el estilo pero enseñando chicha, que eso siempre vende xd
ResponderEliminarPor cierto, a ver si me dices como me registro!!!
ResponderEliminarCreo q ya jajajajaja perdona por las molestias.
ResponderEliminarjajajajaja que bien que te hayas podido registrar!!
ResponderEliminar¿MrSambo en el papel de quién? ¿de William? ¿de Maurice? ¿o mejor que protagonice al desafortunado Señor Johnson?
Si si, enseñar carne siempre vende jajajajaja
También podría ser Jack Valance, que se me olvidaba xD
ResponderEliminarMmmm no no, me mola la idea de que le aplasten la cabeza con el piano jajaja. Con lo dura que la tiene lo mismo rebota y todo xd. Pero vamos a ser buenas con él q el pobre no nos ha hecho nada y le vamos a poner de guionista junto contigo que se os da genial. Luego habrá que buscar a una femme fatale que enseñe chicha. Esa elección se la dejamos a sambo, aunque casi seguro que se a quien elije....
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