Marketa y
Glen son perfectamente complementarios, en un juego de guión muy simpático y
divertido. Dos personas que encajan y que se encuentran en el momento perfecto.
Su relación
parece fruto del azar, pero se intuye una idea de destino, de predestinación
entre ambos. Lo que le falta a uno lo tiene el otro, lo que necesita el uno se
lo proporciona el otro. Ambos pasan por situaciones similares y se comprenden a
la perfección, tienen las mismas pasiones y aficiones. Complementos perfectos,
seres hechos casi a medida.
-Glen repara
aspiradoras junto a su padre, podría ser cualquier cosa, pero las aspiradoras son su especialidad. Marketa tiene, precisamente, una aspiradora averiada, con
lo que la complementación, el azar y el juego del destino no pueden ser más
evidentes. Esto se conocerá en su primer encuentro y su primera conversación.
-La música
será el principal vínculo de la pareja, pero mucho más allá de su pasión por
ella. Ella tenía un padre músico, violinista en una orquesta, que se suicidó
por una artritis que padecía. Ella además tocará el piano, complemento perfecto
para la guitarra de Glen, y le hará coros.
-Él toca
música Pop con una guitarra destrozada, ella hace sus pinitos con música
clásica en pianos de tienda.
-Un tema
escuchado en un discman en la habitación de Glen desembocará en una proposición
frustrada de sexo. Una metedura de pata de Glen con Marketa al usar el vínculo
de una manera poco honesta. La reconciliación será inmediata, con el discman
como objeto para el perdón y vinculador, con las canciones compuestas por Glen.
-Otro
ejemplo de complementación en la pareja, también vinculado a la música, lo
tenemos con la canción compuesta por Glen a la que le falta la letra. Será
Marketa la que redondee el tema, la que lo termine, poniendo letra a la música
de su amigo.
-Más
ejemplos que los complementan y vinculan perfectamente. Ambos han perdido a un
padre, Glen perdió a su madre y Marketa a su padre.
-Otro
vínculo y complemento lo tendremos cuando Glen decida montar su banda
provisional para grabar algunos de los temas que ha estado componiendo y tocando
con Marketa, que será la primera y principal componente del grupo para realizar
el trabajo.
-En pequeños
detalles: el romanticismo de él se complementa con la determinación de ella, que
llevará la voz cantante organizativa en el proyecto musical, logrando el estudio
por 1000 euros menos, adecentando a Glen, poniéndolo elegante y logrando un préstamo
con el banco enseñando las canciones de su amigo… El momento con el prestamista
melómano es muy divertido.
Libertad y
liberación.
Es
interesante el juego que se hace con los espacios naturales. Hay dos escenas
concretas que resultan especialmente reseñables y simbólicas. La primera
con el viaje motero de la parejita, que terminará en una conversación con
confidencias ante un acantilado frente al mar. Ahí es donde Marketa le
confesará a Glen que está casada, pero separada de su marido, que sigue en la
República Checa. También le confesará su incompatibilidad con él, motivos de la
distancia.
La digresión
posterior, con Marketa luchando porque Glen le deje conducir la moto,
escenifica una amistad lindante con el amor sencillamente encantadora.
El siguiente
momento escenifica de una manera portentosa esta idea. Estamos en un viaje
hacia la liberación, que queda maravillosamente representado, de manera
metafórica, en ese tema que primero se graba en estudio, encerrados, tensos,
nerviosos y expectantes, y luego oímos al aire libre, con todo el grupo
divirtiéndose en un paraje natural. La música: de algo íntimo y regenerador a
algo expansivo, libre y casi universal. Satisfactorio.
Glen sigue
dolido y enamorado de su novia, no sería justo iniciar algo en ese estado con
Marketa, pero su amistad se hará eterna, unida por hilos invisibles y musicales.
La llegada del marido de Marketa y la decisión de Glen de ir a Londres para ver
a su novia, resuelven la tensión, una vez nuestros protagonistas han curado sus
heridas, se han levantado y han superado sus etapas de crisis y transición, más
fuertes. Esto es lo que lleva a Marketa a incumplir su promesa de verse por
última vez con Glen, porque de hacerlo todo podría haberse ido al traste debido a
los sentimientos que los unen.
La pareja
apuesta por la decisión conservadora, no arriesga a una aventura nueva juntos,
por ese amor puro e imposible que sienten, pero en los planos finales se escenifica
lo especial que es su relación.
El bello regalo de Glen, el piano, estará como un eterno recuerdo redentor que lo simboliza todo. Un espíritu vinculado, trascendente, no físico, pero real. Una amor/amistad intangible, verdadera, unida en la distancia por hilos invisibles, como notas musicales. Esto queda escenificado a la perfección en la bella grúa final que sale desde la mirada de Marketa hasta el infinito.
Delicioso análisis.
ResponderEliminarSuspiros soñadores.
Gracias Sambo.
Bss
Creo que no quedó mal! Mañana el de su hermana mayor a 3 días jajaja
EliminarBesos.
Como dato curioso: hay que ver lo bien que puede sonar una guitarra desvencijada! Y la metáfora que encierra esa guitarra y el paralelismo con su dueño. Cómo la agarra cuando toca metiendo los dedos por los huecos donde la caja está rota, y aún así, brotar belleza en forma de música, con sonidos a veces imperfectos, desgarrados; como una forma de insinuar que pese a que la vida no le trate demasiado bien, ello no le impide agarrarse a la misma, seguir viviéndola tratando de exprimirla, liberándose a través de la música.
ResponderEliminarNo sé si te has fijado, MrSambo, en el detalle de que las cuerdas de la guitarra están completas, sin recortarlas -como suele ser habitual-, y que se mueven libremente más allá del clavijero. Creo que esto no es casual. ¿Crees que tiene algùn significado. o me estoy imaginando cosas?
salu2
Sí me fijé en la guitarra, aunque no le encontré un significado especial más allá de suponer un elemento más que nos describe al personaje, su autenticidad y apego a sus raíces. El paralelismo que encuentras en ese ser roto que conocemos y la propia guitarra es muy interesante.
EliminarUn saludo, Antonio.