La sensacional novela de aventuras de Julio Verne tiene un
evidente potencial cinematográfico gracias a que su historia es apasionante. Por mediocre que sea la adaptación, como es el caso que nos ocupa, siempre
habrá ideas y momentos disfrutables por su propia esencia, por la calidad del
referente literario.
El teatro, la radio, la televisión y, por supuesto, el cine,
han adaptado la obra de Verne publicada en 1871. Repasando un poco las
películas que se sumergieron en las aventuras de Phileas Fogg y su ayudante
Jean Passepartout tenemos títulos de todas las épocas. "Die Reise um die Erde in 80 Tagen"
(Richard Oswald, 1919); “La vuelta al mundo en 80 días” (Michael Anderson,
1956); "La vuelta al mundo
en ochenta días" (Lode Verstraete, 1957); "La vuelta al mundo con
Bolek y Lolek" (Wladyslaw Nehrebecki, 1977); las cintas de animación “La
vuelta al mundo en 80 días” (Geoff Collins, 1988), "La vuelta al mundo en 80
días" (Joe Mills, 1991) y "La vuelta al mundo en 80 días"
(Henri Heidsieck, 2001)… Conste que muchas de las que cito no las he visto y ni
siquiera las conocía. Esta que nos ocupa, dirigida en 2004 por Frank Coraci, es
la última hasta el momento.
Además podemos
añadir la miniserie para televisión protagonizada por Pierce Brosnan en 1989,
“La vuelta al mundo en 80 días” (Buzz Kulik), y la mítica serie de nuestra infancia, por la
que siento devoción, “La vuelta al mundo de Willy Fogg” de 1983, entre otras
muchas.
También hay
infinidad de series y películas inspiradas en la novela de forma más indirecta,
cogiendo la idea básica, una vuelta al mundo, pero usándola de las más
distintas maneras…
Esta adaptación
parece querer aglutinar todo lo anterior, mezclando la esencia de los dibujos
animados con la locura surrealista aventurera. El resultado es pasable para el
púbico infantil menos exigente y bastante pobre para el resto. Escenas de
acción abundantes, algo nada extraño siendo una cinta de aventuras que deja
mucho margen para ello, y para mayor gloria de Jackie Chan, para que pueda dar
rienda suelta a sus habilidades, algo más ridículo y gratuito. Al final todo
queda reducido a peleas de Jackie Chan mientras el resto mira y hace
comentarios de las mejores jugadas, a veces intentando ser divertidos…
La escena de
presentación, con ese Passepartout delincuente, volador y ágil y el Fogg
inventor y excéntrico, con humor blanco y sencillo, acción surrealista, toque
de cómic y dibujos animados… define el tono, los caracteres de los personajes y
lo que serán sus relaciones. Todo tiene un tono paródico, una comedia de
aventuras infantil que poco tiene que ver con el original de Verne. Las
perspectivas no son muy altas a la conclusión de dicha escena, hay que
reconocerlo…
Licencias, como los
innumerables artilugios y trucos al estilo MacGyver que saca a relucir Fogg en
esta película, quiero suponer que son un guiño a Verne y su pasión por la
ciencia ficción.
Más acción, planos
supuestamente divertidos, como el cartel de la bombilla sobre Chan, que abusa
de la sonrisa falsa durante todo el metraje, y el sonido de un timbre de
bicicleta para escenificar una ocurrencia que posibilite al personaje huir de
unos villanos con muy malas pulgas que lo persiguen, así él podrá exhibir sus
habilidades, ya sabéis, artes marciales con el uso de objetos y todo elemento
del decorado de forma divertida para deshacerse de sus enemigos e integrado con el entorno en cuestión, en este caso mientras pelean acaban dibujando
cuadros...
Habrá bromas
culturales constantes durante la narración, al menos durante este inicio, con
menciones a Edison, Vincent van Gogh, Cassius Marcellus Coolidge y sus cuadros
de perros jugando al póker, Toulouse Lautrec, el impresionismo de Degas,
Monet… En una exposición conoceremos a la chica de la función, Monique La Roche
(Cécile De France). Lo cierto es que la relación entre Monique y Phileas Fogg
tiene su punto entrañable.
La secuencia
continuará con la huida en globo, con más saltos y ocurrencias humorísticas… en
teoría.
Hilarantes cameos,
Schwarzenegger, su imposible peinado y la escena de la evasión, que es tan
tonta como simpática, con esa estatua estilo “El pensador” de Rodin con la
figura de Schwarzenegger; Luke Wilson, Owen Wilson; Kathy Bates; John Cleese…
Más peleas y huidas
en la India, luego en China, San Francisco y la Estatua de la Libertad… una
reiteración que puede resultar tediosa si no te divierten dichas peleas.
La broma con el
estornudo y el hombre que sale de la nariz de la Estatua de la Libertad,
recuerda a una que se barajó en el clímax de “Con la muerte en los talones” (Alfred Hitchcock, 1959), donde Cary Grant e Eva Marie Saint se
esconderían en la nariz del presidente Lincoln y un estornudo los delataría.
Así se llegará a un
clímax volador y decepcionante donde la Reina Kathy Bates pondrá un poco de
orden y declarará a Fogg vencedor de la apuesta.
Steve Coogan
interpreta a Fogg, mientras que Jackie Chan interpreta a Passepartout. Ambos
cumplen sin alardes. Cécile De France resulta encantadora.
No todo es malo, las
relaciones son simpáticas y las infantiles ocurrencias se pueden disfrutar si
uno no se pone exigente y olvida la mayor parte de la obra original. Si logras
abstraerte del recuerdo del original y de adaptaciones más aceptables, así como
aceptar el tono y concepción de la propuesta, la película tiene sus ocurrencias
y gracias que sirven para pasar el rato, pero claro, quizá se te haya ido la
fuerza intentando olvidar y aceptar demasiadas cosas como para lograr
disfrutarlas finalmente…
Si no logras olvidar
y abstraerte y te tomas la película en serio tu irritación puede llegar a ser
incontenible, ya que ni siquiera la personalidad de los personajes tiene que ver con el
original, una desvirtuación total, aunque no siempre infiel.
Al final esta cinta
infantil debe verse más como una parodia que como otra cosa, y como tal, desde
luego, tampoco es gran cosa. Poco queda de la novela de Verne, salvo
ciertos aspectos obligados de la historia, lo demás es una sucesión de gags y
peleas de Chan. Un humor blanco, simpático en ocasiones, y un buen derroche de
medios para una cinta infantil que solo busca entretener. En cierta medida
consigue esto último, pero evidentemente no hay mucho más, tampoco lo pretende.
El consejo es que es mejor no perder el tiempo viendo esta
adaptación, salvo por mera curiosidad o vicio cinéfilo, si no eres un niño y si
no has disfrutado antes de la novela original o alguna de sus adaptaciones más
potables, por ejemplo la de 1956 con David Niven de protagonista, pero si lo
haces ya sabes qué reglas debes cumplir para pasar el trance lo mejor posible.
La vi en la tele. Es cargante. Puede ser lo q dices, q recuerdo demasiado el referente y otras adaptaciones.
ResponderEliminarLos chismes me recuerdan a los de Wild Wild West.
;-D
Bss
Jajaja es verdad, recuerdan a aquella. Es normal, es muy para niños, fuera de eso...
EliminarBesos
Siempre me han molestado las ¿adaptaciones? que al final cuentan una historia que no tiene nada que ver con el original en el que dicen inspirarse (si son tan valientes para cambiar la historia, también deberían serlo para no poner el título del original, y así no engañar a los espectadores), pero al menos tendría un pase si el resultado fuera una buena película. El problema es que, como tú has explicado, ésta no lo es. Y el caso es que, por ejemplo, a Jackie Chan se le podría haber sacado bastante partido como Passepartout (antiguo bombero y artista de circo, si no recuerdo mal) en una película que realmente adaptase la novela en vez de reinventarla (Ciertamente, habría que cambiarle de francés a medio francés y medio chino, pero eso sería un cambio menor).
ResponderEliminarExactamente, la cuestión del título es algo que he comentado más de una vez. Si te vas a basar un poco en la historia o los caracteres, cambia al menos el título y luego haz una versión libre, pero valerse de la reputación del original para saquear su esencia indigna un poco.
EliminarBuen apunte sobre Jackie Chan.
Muchas gracias por tu comentario. Un saludo