Entretenida cinta dirigida por el competente artesano de
ciencia ficción y género fantástico Francis Lawrence, que ya dejó muestras de
talento en “Soy leyenda”, (2007) su mejor película. Ahora anda embarcado en la
saga de “Los Juegos del Hambre”, donde ha dirigido “En llamas” (2013) y
“Sinsajo Parte 1” (2014), a la espera del estreno de la 2ª parte en 2015.
Lawrence era un reputado director de videoclips que ha dado
el paso con acierto a la pantalla grande. Michael Jackson, Avril Lavigne,
Justin Timberlake, One Direction, Britney Spears, Backstreet Boys, Lady Gaga,
Shakira, Destiny’s Child, Jennifer Lopez… son algunos de los artistas con los
que ha trabajado.
Aunque estas cintas son de ciencia ficción, Lawrence también
demostró talento en el fantástico, con su debut, la cinta que nos ocupa,
“Constantine”, adaptación de la novela gráfica de Alan Moore. En concreto
parece que la película coge ciertos aspectos de un capítulo llamado “Hábitos
peligrosos” de la serie “HellBlazer" sobre el personaje, escrito por Garth
Ennis. Supongo que habrá más influencias.
Si bien es cierto que Lawrence parece gustar de la mezcla
entre modernidad y naturalismo para su estética, como demuestra en sus cintas
de ciencia ficción, en su debut logra un look bastante conseguido para su
historia de ángeles y demonios.
Las mayores críticas a la película, que no es nada del otro
mundo más allá de un correcto producto de entretenimiento, son por la
infidelidad a la novela gráfica original. Hay diferencias con respecto al
cómic, que desconozco más allá de ciertos apuntes. La elección del protagonista
ha sido cuestionada, aunque Keanu Reeves está correcto, así como el final. Los críticos
con la supuesta infidelidad se armarán de razón o no si la película pervierte
el original en su esencia, no en sus méritos o desvíos, pero este análisis
cinematográfico va a ir por otro lado, un aspecto distinto para valorar sus
virtudes o defectos.
Son incontables ya las adaptaciones del cómic que han ido
surgiendo en estos años, recurriendo a la calidad de los menos conocidos o de
culto como salida viable y comercial. Esta película emprendió una tendencia que ha
explotado ahora de manera demencial.
Todo el inicio de “Constantine” es un evidente homenaje a “El exorcista” (William Friedkin, 1973), desde el inicio en un inhóspito lugar donde alguien encuentra una reliquia relacionada con el demonio, al exorcismo que Constantine ejecuta en la escena posterior. No es el único referente, se han mencionado en distintos sitios varios: “Blade” (Stephen Norrington, 1998), “Matrix” (Los hermanos Wachowski, 1999)… Del mismo modo podemos ver en el gesto de Baltasar (Gavin Rossdale), ese misterioso y presumido híbrido maléfico, de jugar con las monedas un remedo del George Raft de la imprescindible “Scarface, el terror del hampa” (Howard Hawks, 1932). Habrá un rapto, a la pobre Ángela, que debe ser utilizada para engendrar al hijo de Satán, un poco como en “La semilla del diablo” (Roman Polanski, 1968). Con “Blade Runner” (Ridley Scott, 1982) tiene en común esos ojos resplandecientes que delatan a los “Híbridos”. Constantine se comportará como una especie de "Van Helsin" (Stephen Sommers, 2004) en la versión cinematográfica moderna, protagonizada por Hugh Jackman, matando “Híbridos” por doquier. “Hombres de negro” (Barry Sonnenfeld, 1997), con esos seres que Constantine debe eliminar por intervenir en nuestro mundo, y “Alien, el octavo pasajero” (Ridley Scott, 1979), con ese parto del hijo de Satán que amenaza con salir del vientre de Ángela, son otros referentes posibles.
Hay muchos guiños religiosos y a la tradición cristiana,
como no podía ser de otra manera. Algunos simpáticos, pero casi todo tópico. A
la citada reliquia demoniaca, la “lanza del destino”, la lanza que se le hincó
a Jesucristo en la cruz, hay que sumar poseídos; “híbridos”, que son enviados
del cielo y el infierno para influir en los seres humanos y así captar sus
almas para sus respectivos “jefes”; el cuadro de la crucifixión y el momento en
el que el romano clava la lanza en Jesucristo tendrá importancia, ya que esa
lanza será la reliquia usada por Gabriel para llamar al hijo de Satán. Un cebo
sutil bien traído. Habrá un cura profeta, unas protagonistas gemelas y
religiosas, católicas, muchas cruces simbólicas tanto en el hospital como en la
casa de Ángela, encuadres conteniendo cruces... El gato, animal que se mueve
entre dos mundos, adquirirá reminiscencias religiosas y será utilizado para
viajar al infierno. Satán aparecerá al final para recoger personalmente a
Constantine. En esta escena la sangre en un sacrificio generoso será
protagonista, otro guiño a la tradición cristiana.
En este sentido es interesante la descripción del protagonista,
un aliado de Dios pero con vicios muy mundanos cuando no "demoníacos". John
Constantine estará ligado al tabaco de forma constante, valga la redundancia,
algo que le provocará un cáncer, aspecto importante en la trama. Si el tabaco
ya es demoníaco, ¿qué decir del Jazz? El Jazz será la música que escuchará
Constantine en su tiempo libre, la música del demonio.
La presentación de Constantine es muy efectiva y molona, con
múltiples contrapicados y picados para hacerla más especial y sugerente. El cielo
y el infierno desde lo visual con él en medio.
No serán pocos los aliados con los que cuente Constantine. El primero que conoceremos será Chas Kramer (Shia LaBeouf), chófer y fiel
seguidor de las andanzas de Constantine, siempre dispuesto a ayudarle, a ser su
segundo, pero sin mucho éxito hasta la parte final, donde saciará sus ansias.
Beeman (Max Baker), será como el Q de James Bond, suministra información y
gadgets a nuestro protagonista. El Padre Hennessy (Pruitt Taylor Vince), es un
profeta que oye voces y que también colabora con Constantine. Pruitt Taylor
Vince es un actor que tiene como especialidad dejar en blanco los ojos…
“Medianoche” (Djimon Hounsou), un poderoso ser que se mantiene neutral en la
lucha entre demonios y ángeles, ayudará a Constantine en los peores momentos.
La presentación de “Medianoche” también será con ligeros picados, además de
manteniendo su rostro a un lado del encuadre, recurso que Lawrence utiliza
varias veces en la película en distintos momentos.
John Constantine busca redención, pero lo hace desde el
egoísmo, sus motivaciones no son auténticas ni sinceras, no se mueve por el
bien del prójimo, sino por el suyo propio, es decir, para lograr un lugar en el
cielo, el perdón. Así se reivindicará ante el andrógino Gabriel que interpreta
Tilda Swinton y un cuadro de la crucifixión. Constantine es un condenado, un
muerto en vida, un héroe trágico que lucha por el bien.
Es cruel, vive enfadado con el mundo, inquieto, airado, asqueado,
paga con el entorno su propia frustración. La escena donde echa humo a la araña
a la que ha encerrado en un vaso de cristal es significativa. Pagando la mala
vida.
Ángela Dodson ha perdido a su hermana gemela, una gran
devota que se ha suicidado y, por tanto, condenado, aunque todo tendrá su
porqué. Tienen un don, ven cosas, lo que les provoca un gran sentimiento de
culpa, típica característica católica. La veremos reflejada en un espejo en su
presentación, retrato visual de esa dualidad, el yo que pretende ocultar y el
que forma con su hermana gemela. Los sueños y pesadillas reveladoras se
utilizarán como diálogo entre hermanas. Ella es detective e investigará las
extrañas causas del supuesto suicidio de su hermana.
Escenas destacadas: la primera entrevista entre Ángela y
Contantine, cuando nuestro héroe pasa a convertirse en protector de la chica,
tras un encontronazo verbal en casa del exterminador de demonios. Después del
desagradable intercambio de palabras, los demonios atacarán a Ángela, que
recibirá la protección de Constantine. El juego de luces es excelente, así como
la modulación de la tensión. Oscuridad, silencio, olor a azufre y un magnífico
plano de Rachel Weisz con una virgen de un escaparate detrás, como sosteniéndola
con los brazos.
Entre los dos se irá creando una complicidad y confianza
evidente, quizá algo forzada y falta de elaboración. Enseguida, tras esta
aventura, les veremos contándose confidencias, traumas y secretos de infancia.
Constantine relatará su dura infancia debido a sus poderes, su intento de
suicidio que le condenó. Ella también confesará posteriormente que tenía las
mismas visiones que su hermana, pero las negaba. Un vínculo que los une más
aún.
La confesión de Ángela (Rachel Weisz) sobre su trauma
infantil será con un buen plano, la veremos tras un cristal verde que hace
abstracta su figura, como oculta, para, acto seguido, una vez confiese, salir
de detrás de dicho cristal, la liberación, abriéndose por completo ante
Constantine.
En esa escena de confidencias se dan más claves sobre la
mitología de la cinta. Nos explican qué son los híbridos y cuál es su
función, su permiso para cruzar el umbral entre dos mundos pero no de influir ni
modificar, el trabajo de Constantine contra ellos cuando vulneran ese pacto…
Otra notable escena la tenemos con la pelea entre Constantine
y Baltasar, donde el segundo suplica por no ser perdonado para entrar en el
cielo, en un simpático detalle de humor. Este híbrido vive bien en el infierno
y llevando a la perdición a los humanos… También hay buenos efectos en esta escena.
Lawrence utiliza mucho el encuadre en picado ligero y aire a
un lado. Con esa manera de encuadrar genera inquietud y marca diferencias con determinados
personajes, los más extraños o de naturaleza especial (Constantine,
Medianoche…).
No se le da mal a Francis Lawrence retratar mundos
apocalípticos, gusta de los colores marrones, ocres. Buena imaginería tiene la
película. Un ejemplo: las visitas al infierno. Habrá varios viajes, que
retratan mundos paralelos o pasados, al infierno o siguiendo el trayecto del
poseído para llevar la “Lanza del destino” a su lugar.
Como en “Los intocables de Eliot Ness” (Brian De Palma, 1987), al amigo del
protagonista le dará tiempo a dejar un mensaje a su compañero, en este caso el Padre Hennessy (Pruitt Taylor Vince) a Constantine (Keanu Reeves), antes de morir. Será con el
símbolo clave, que se tatuará a lo bestia en la palma de la mano.
La parte final ha generado polémica. A la triste muerte de Shia
Labeouf, que interpreta a Chas Kramer, le siguen una serie de vicisitudes algo
forzadas. El andrógino Gabriel que interpreta Tilda Swinton quedará inmóvil
mientras Satán y Constantine llegan a un acuerdo tras el nuevo intento de
suicidio de nuestro protagonista, un suicidio que en realidad es un sacrificio.
Aunque Constatine logrará salvarse gracias a ese generoso
sacrificio, evitando el infierno, Satán se las ingeniará para evitarlo
salvándole la vida y curándole el cáncer terminal, para así procurar que vuelva
a condenarse. Como truco no está mal. Es divertido el gesto de Keanu Reeves
cuando se cree libre de Satán.
La relación entre Ángela y Constantine tendrá un ambiguo
final. Es evidente que la Weisz está deseando que la morreen salvajemente, pero
Constantine es muy profesional mientras está trabajando y no cede al placer. El
caso es que cuando todo ha terminado, Weisz es la que coquetea pero luego se
hace la dura… Esas cosas…
La redención final de John Constantine la tendremos cuando
le veamos mascar chicle como sustitutivo a sus imprescindibles cigarros. Hay
una escena extra tras los créditos que nos muestran a Chas Kramer convertido en
un “Híbrido”, de los buenos.
Correcto título de entretenimiento, bien facturado, que se
disfruta si no exiges demasiado.
Pues será poco inspirada, pero a mi me encanta Keanu Reeves, y estas historias de ángeles y demonios me gustan!!
ResponderEliminarTilda Swinton siempre da repelús.
Con tus explicaciones resaltas lo bueno d la peli, y del director!! Lo de los videoclips es curioso!!
Excelente apoyo gráfico!!! Lo analizado se resalta y comprende nucho mejor. Crees q esos efectos visuales son parte del aprendizaje del dire en los clips?
Los encuadres picados y ladeados me cuadran mucho en esta historia!!!
Gracias por traer esta peli. Para un domingo tarde me vale!!
Bss
No me disgustó la película eh. Como dices para una tarde o noche tonta te hace un apaño estupendo. No está nada mal.
EliminarNo es un gran actor, pero no me cae mal el chico jajaja. Lo de Tilda es peculiar, que mujer más extraña jajaja
Sí, desde luego le sirvió, aunque algunos acaban definiendo un estilo un tanto cargante, por fortuna eso ha cambiado. No me disgusta Lawrence.
Gracias, Reina!
"La triste muerte de Shia LaBeouf" No pensé que leería esa frase XD
ResponderEliminarHabía oído hablar muy mal de la película, aunque casi siempre ha sido por infidelidades al cómic original.
¿Qué opinas de Keanu Reeves? Tiene muy mala prensa. Muchísimo hater. A mí no me parece tan malo. De hecho no me parece mal actor. Lo que me parece es que no es para interpretar cualquier personaje. A mí me parece que es uno más de tantos casos típicos de actor juzgado por la calidad de la película y no por su interpretación. Ha debido de hacer una o dos películas muy malas y se ha quedado con el sambenito de mal actor.
Tenía proyectado hace años hacer una adaptación de Cowboy Bebop, haciendo él de Spike Spiegel y Bruce Willis de Jet Black. Y la gente diciendo que por favor no. Pues a mí me parecería bien. Da el tipo de Spike y creo que sería capaz de interpretarlo bien. Y Bruce Willis de Jet Black me parece otro acierto de casting. Muchísimo mejor que lo de poner a Tragué el Hindenburg a hacer de Motoko Kusanagi, ay, que eso todavía me revuelve. Me temo que vaya a quedar en nada la adaptación de anime en la que cabía tener fe y se cumpla la que no me merece ninguna :(.
Triste porque fue poco cruel jajajaja.
EliminarNo me ha disgustado, Rojo. Quizá si conoces el cómic te defraude más, pero pasas un rato simpático.
Me has quitado la explicación que te iba a dar. Reeves tiene dos problemas, no es muy expresivo y es guapete. Los inexpresivos tienen mala fama, pero no siempre justificada, ya que como dices acaba dependiendo de la calidad de la película, por ejemplo Eastwood, caso paradigmático.
Él está haciendo cosas por su cuenta, y en personajes atormentados y sobrios da el pego muy bien, digan lo que digan. Con Willis, el mejor actor para el cine negro de la actualidad, haría una pareja magnífica.
Me recomendaron hace poco JOHN WICK, que quiero ver pronto si la consigo, y ahí debe hacer un papel de estos que te digo donde va sobrado.