El cine y yo
nos conocimos estando en párvulos, señores, era la niña repelente a la que la
“seño” se llevaba a merendar por ahí y a todos los estrenos de Disney en el Cine Real Cinema, siendo esta sala la única donde estrenaban todas las pelis de
la famosa factoría. Así que mis primeros recuerdos cinéfilos consisten en tardes
de merienda, momento en que tuve también mis primeros contactos con los donuts,
en tardes de cine con mi cabeza llena de dibujos e historias increíbles…
De manera indiscutible "El Libro de La
Selva" se convirtió en mi película favorita, ganando por muchos enteros a las demás.
Pero el
RECUERDO de mi relación con el Séptimo Arte en mi infancia fue, sin duda, el día
del estreno de "La Guerra De Las Galaxias" (George Lucas, 1977). Esa tarde fue memorable, fui feliz,
muy feliz, de hecho. Fuimos mis padres, mi hermano y yo al cine a verla. Cierro los ojos y me veo en la sala
a oscuras, nerviosa, esperando a que empiece la película. La sensación cuando
comenzó la mítica música y las letras tumbadas paseándose por la pantalla ante mis
ojos como platos fue indescriptible… Cuando salí del cine no era consciente de que esa película
iba a marcarme para siempre, amén, aunque mi padre, incomprensiblemente, se
durmió y salían sonidos guturales de su garganta como los de la berrea. Yo lo
miraba y pensaba “jo, lo que te estás perdiendo, papá” y me reía con mi
hermano. A la salida del cine merendamos en Rodilla, mi sitio favorito
entonces, y me compraron un Hula Hop de color rojo brillante. Fue una de las
tardes más felices de mi vida.
He pasado
todas las etapas de mi vida ligada al cine. En los 80 vi todas las películas que
había que ver, todas. Recuerdo que mis padres me daban la paga para el fin de
semana y lo tenía todo controlado: el sábado a Madrid Rock a comprarme mi disco
de The Cure, Depeche Mode, U2, Psychedelic Furs... Lo que hubiese nuevo. Y el
domingo... el domingo al cine sin perdones ni nada que me apeteciese más.
Perdonaba hasta el fútbol. Era un ritual y lo cumplía a rajatabla. Incluso
cuando llegó mi momento de salir por ahí, los domingos eran sagrados.
Recuerdo
también mis días de Año Nuevo, hecha un rastrojo humano, yendo al cine, por lo
general al Cine Azul, en Gran Vía, que tenía los mejores asientos de Madrid y
eran ideales para mi estado de post Nochevieja. Allí vi "Lady Halcón" (Richard Donner, 1985), vi "Piratas" (1986) de Polanski, vi incluso "La Máscara" (Chuck Russell, 1994), una de las pocas películas que me ha hecho
dormir a pierna suelta en el cine. La otra fue "Calles de Fuego" (Walter Hill, 1984).
También
estaban los Cines Fantasio. ¡Qué buen cine vi allí! Todo un repertorio de cine
clásico, en todas las categorías: negro, comedia, drama... Películas como "Atraco Perfecto" (1956) de Kubrick, "La Novia Era Él" (Howard Hawks, 1949), "Historias de Filadelfia" (George Cukor, 1940), "La Soga" (Alfred Hitchcock, 1948), "El Halcón Maltés" (John Huston, 1941), "La Fiera de Mi Niña" (Howard Hawks, 1938)... Amaba y amo esas películas, me quedo
embobada viéndolas y las vería una y mil veces.
Allí me
enamoré de Billy Wilder, Ernst Lubitsch, Alfred Hitchcock, John Huston y un
largo etcétera que ocupa mi mente ahora mismo, pero sería interminable.
Descubrí que cualquier historia es hermosa vista en la pantalla grande, todas
tienen algo nuevo que enseñarte y todas tienen matices y pequeñas cosas que te
llegan al subconsciente sin darte cuenta de ello. Lecciones de vida.
Tuve una
etapa en la que sólo iba a los Cines Renoir, y no a cualquiera de ellos, a los
de la calle Martín de Los Heros. Mi cine favorito por méritos propios, íntimo,
versión original subtitulada, no hay bar (por descontado no hay palomitas,
pipas, nachos y demás alimentos del infierno en una sala de cine), cine
independiente o joyas escondidas Dios sabe por qué... En esta sala he visto
mucho cine bueno, bueno de verdad, he visto pequeñas perlas británicas como "Tocando el Viento" (Mark Herman, 1997), "Despertando a Ned" (Kirk Jones, 1998), "Agenda Oculta" (Ken Loach, 1990), "Juego de Lágrimas" (Neil Jordan, 1992)... Y
he visto algunas de mis películas favoritas como "En El Nombre del Padre" (Jim Sheridan, 1993), "Trainspotting" (Danny Boyle, 1996)... Un hallazgo imperial en mi vida cinéfila, que me
causó horror por su dureza y sentimientos de estar viendo lo que cualquiera
quiere de una película, fue "Guerreros de Antaño" (Lee Tamahori, 1994). Película neozelandesa que debería
estar en la colección de cualquier cinéfilo.
Pero hubo
una película por encima de las demás, la que me hizo ser consciente de lo que
es el cine, esa sensación única que te da vivir una historia a través de
personajes de ficción, absorberte hasta el tuétano mientras las imágenes
desfilan delante de tus ojos. Todo, absolutamente todo de esta película es
perfecto, se trata de "Senderos de Gloria" (Stanley Kubrick, 1957). Esta película es CINE en estado puro.
Pero toda
cara tiene su cruz y en este cine vi también, probablemente, la peor película que
se ha hecho jamás, "Amo Los Uniformes" (1993) de David Wellington. Si se les cruza por
su camino... ¡HUYAN! ¡Como alma que lleva el Diablo! Una película que en un
cine como éste, que es todo silencio, respeto al Séptimo Arte y degustación de
cine auténtico, media sala pidiera, por favor, que se suicidara el protagonista
y se terminara esa tortura, algo tiene que tener de horror...
Después de
mucho ir y venir por cines de todo Madrid, definí mis gustos, aunque me dio por
etapas de todo tipo, como veréis. Tuve etapas paseando por todo tipo de
películas, incluso etapas de cine comercial a tope. No me arrepiento nunca de
lo que hago, las cosas se hacen o no se hacen por haber tomado previamente una
decisión, y no tiene ningún sentido llorar luego por haber decidido mal o por
haber decidido no hacer algo. Hay que apechugar con lo que uno hace, no con lo
que no ha hecho. Así que sí, he visto un montón de cine comercial, muchas me
han gustado y muchas no, pero había que verlas para poder opinar.
Con todos
estos conocimientos en mi cabeza, decidí que era hora de ir un paso más allá y
estudié Historia del Cine y Montaje de Vídeo y Cine. Escribí un guión, grabé
entrevistas, estudié toda la Historia de este Arte, grabé un vídeo-reportaje y
lo monté... Aprendí que lo que me gustaba era esto último, el montaje de las
películas. Me fascina lo que se puede hacer, y cuando se hace bien... uffffff...
te hace realmente feliz.
Ahora he
pasado una época que por circunstancias ajenas a este artículo, mi historia de
amor con el cine se ha visto truncada, pero espero, con todas las fuerzas,
retomarla y que me perdone por haberlo tenido abandonado. Como dice aquel, no
eres tú, soy yo...
@PILISINMAS
Buenos dias, master.
ResponderEliminarApenas tengo tiempo para nada, pero le sigo, tanto aquí como en twitter. Pase unas felices vacaciones.
PD: Interstellar, peliculón. Ahora acabo de ver que has hecho el análisis que hace tanto tiempo te pedí. Voy al meollo.
Buenos dias, master.
ResponderEliminarApenas tengo tiempo para nada, pero le sigo, tanto aquí como en twitter. Pase unas felices vacaciones.
PD: Interstellar, peliculón. Ahora acabo de ver que has hecho el análisis que hace tanto tiempo te pedí. Voy al meollo.
Joder, que gusto leer el análisis y los posteriores comentarios de TDK, Eddie o rojo.
ResponderEliminarMe ha ocurrido lo mismo que a Eddie, leer el primer párrafo de la primera parte y ganas de tirar el ordenador por la ventana.
A mi me parece un peliculón, y el hecho de ser tan ambiciosa y querer abarcar tantos registros con un resultado tan aceptable me parece digno de elogio.
Gran primera parte, con un trasfondo apocalíptico que me encanta y espectacular segunda parta, muy visual y lecciones sobre la relatividad para que la entendamos los paletos como yo.
Y genial la música de Hans Zimmer, un puto genio.
Menos mal que no lo hiciste, Taillon!!! Sé que me sigues!!
EliminarPor supuesto que es una película digna de elogiar, pero no por eso puede quedar libre del análisis profundo que aquí dispenso siempre jajaja. Aquí elogio todo lo que puedo y señalo los defectos que le encuentro, sin que eso signifique que sea mala. Digo que es buena y le pongo un 4ª Jajajja
Un abrazo, crack
Tuve la suerte de ver Star Wars en un cine cuya pantalla era una cupula que era parte del techo. Cuando aparece el crucero imperial pasaba sobre mi cabeza, y pasaba, y pasaba, y pasaba. Y yo me iba haciendo pequeñito, pequeñito en mi butaca. Quedé prendado.
EliminarCuánto me alegra leer esto! Siempre he mantenido que ese era el plano clave, el que dejó prendado a generaciones, su impacto en aquella época debió ser tremendo. Una absoluta maravilla, especialmente para los niños.
EliminarPero yo no era ningún niño. Ya tenia veintitrés, veinticuatro y la vi en una reposición. Y me sentí aplastado por el crucero (al parecer la primera vez que se exhibió ante la critica hubo aplausos unánimes). Y después antes de que pudiese recuperar del impacto, "Foooooo" y aparece una alta y siniestra figura vestida de negro.
EliminarY a pesar de lo mucho que Lucas ha intentado a matar a Star Wars empezando con el retorno del Jedi donde para vender peluches metió con calzador a esos ridículos Ewoks y esa no menos ridicula batalla entre ellos y el Imperio, hé seguido prendado de Star Wars o mas exactamente de Star Wars y del Imperio contraataca.
Envidio tu experiencia, fuera de niño o a los 23. Siempre pensé que debía ser así, no me cabe duda. Creo que debe ser el plano, o uno de ellos, que más vocaciones y pasiones cinéfilas ha provocado.
EliminarComparto gustos contigo, el RETORNO, que está bastante bien, queda muy lastrada por los dichosos Ewoks, que resultan casi absurdos y más para el último episodio de la saga.
Con todo, disfruté de alguno de los nuevos, especialmente La Venganza de los Sith.