Típica película de acción al estilo de los 80, aunque se
estrenase en 1991, totalmente convencional y prescindible.
Después de un atraco, uno de los delincuentes es traicionado
por sus cómplices. Capturado por la policía es llevado a una futurista prisión
donde no hay barrotes ni guardias, tan solo unos collarines que se les ponen a
todos los presos y que si se alejan de la pareja que les corresponde y
desconocen, estallarán.
La prometedora situación inicial para una cinta de acción se
torna repetitiva. Tiene momentos entretenidos y muchas "concesiones"
de guión, como no podía ser de otra manera. Las numerosas situaciones con la
amenaza de explosión de los collares están bien exprimidas, pero se hace
palpable que siendo una película de persecución no logra evitar la incómoda
reiteración. Los elementos gore son un toque muy ochentero, un cine de
entretenimiento de mucho más nivel que el actual en cintas de presupuestos
moderados como esta que nos ocupa.
La supuesta originalidad de la propuesta, que tiene su
punto, no lo es tanto ya que la idea de los collares explosivos la ya vimos en
cintas como la apreciable “Perseguido” (Paul Michael Glaser, 1987) con
Swarzenegger, que ni si quiera se usaba como premisa principal.
La estructura de la película es básica, una evasión y una
continua persecución a los protagonistas que a la vez lucharán por lograr su
definitiva libertad y hacer justicia… Muy visto. La dirección es puramente
convencional y muy en la onda de los años 80 en este tipo de productos, sin
salirse un centímetro del guión y el estilo.
Rutger Hauer siempre será recordado por los cinéfilos por su
encarnación de uno de los mejores villanos que ha dado el cine, su Roy Batty de
“Blade Runner” (Ridley Scott, 1982), indispensable, si bien
ha participado en otras estupendas películas, varias colaboraciones con Paul
Verhoeven, la romántica y estupenda “Lady halcón” (Richard Donner, 1985), la
película de culto “Carretera al infierno” (Robert Harmon, 1986) incluso
apariciones en las más recientes y excelentes “Sin city” (Robert Rodriguez,
Quentin Tarantino y Frank Miller, 2005) o “Batman Begins” (Christopher Nolan,
2005). Aquí vuelve a la ciencia ficción pero a un nivel de calidad bastante
inferior con respecto a la obra maestras de Scott.
El atraco inicial tiene deja buenos momentos como cinta de
acción, rodada con eficacia y de forma convencional, recurriendo a engaños,
disfraces y trucos para consumar su misión y su evasión, no sin dificultades.
No hay nada especial ni que no se viera en innumerables títulos ochenteros y
noventeros de este corte, pero resulta pasable como inicio.
En la cárcel se definirán las claves supuestamente
originales y que vincularán a los personajes durante el resto de la película.
Veremos a Danny Trejo, el protagonista de las patéticas “Machete” (Robert
Rodriguez y Ethan Maniquis, 2010) y “Machete kills” (Robert Rodriguez, 2013) en
un pequeño papel.
Una vez el protagonista se escape con su compañera de
collar, que descubrirá muy oportunamente, la película se convierte en una
repetitiva cinta de persecuciones donde se van sucediendo las escenas de acción
para que los malos se queden continuamente con las ganas de matar o capturar a
nuestros protagonistas. Los tiempos muertos entre escena de acción y escena de
acción serán para desarrollar la relación de ambos personajes, distante al
principio y amorosa finalmente, como todo el mundo deduce desde el inicio. Las
noches serán los momentos ideales para ir desarrollando el aspecto romántico,
ya sabéis. La chica es la sexy Mimi Rogers, primera esposa de Tom Cruise.
El guión es tan sencillo como mediocre, al pobre Hauer todo
se le vuelven pulgas. Resulta que ni en la cárcel tendrá paz porque el alcaide
también querrá los diamantes del robo que ocultó y le hará la vida imposible en
esta primera parte para intentar sacárselos. Todos están conchabados. Torturas
varias, aunque no le pidamos mucho sentido al asunto. Entre ellas sumergirle en
un tanque oscuro lleno de agua, aunque podrá estar tumbado. También habrá
engaños, manipulaciones y peleas.
Lo bueno de la interpretación de Hauer es que no se la toma
en serio, dotando de una constante ironía a su personaje y dando un buen toque
de humor al asunto. El humor es un aliciente positivo de la película.
Hauer es experto en electrónica, por lo que intentará
quitarse su collar durante toda la película gracias a su maña, que no es tanta
por lo que se ve, pero cómo se lo pasará mejor será disfrazándose.
El disfraz, las apariencias, las simulaciones, las
actuaciones, la mentira, son la columna vertebral de la estructura de la
historia, su mejor apuesta. Novias mentirosas, falsas e infieles, amigos
traidores, novios peleles que se esconden tras sus padres para escaquearse
de sus relaciones, como le ocurre al personaje de Mimi Rogers con su ex pareja…
Un mundo encantador el que se nos presenta.
Todos sabemos que aunque a Hauer y Rogers no les va a
estallar la cabeza a alguno de los presos sí que lo hará, porque la gracia del
asunto de los collarcitos está en que se vean amenazantes y comprobemos cómo
funcionan en la gente… Es más, sabemos que algunos de los más malos morirán por
ellos. Así asistiremos en primer plano al momento en el que la cabeza del matón
de la cárcel salta por los aires… junto a su compañero de collar.
Pasados los 40 minutos nuestra pareja protagonista huirá de
la prisión dando por concluida la trama carcelaria para ser perseguidos hasta
el final del metraje. En medio de esta huida habrá para supuestos homenajes
cinéfilos a “Dos hombres y un destino” (George Roy Hill, 1969) cuando saltan de
un acantilado a un río.
Los grandes momentos de suspense vendrán dados también por
los collares, cuando la pareja se ve obligada a separarse por distintos
motivos, unos voluntarios y otros no, como en la escena del autobús, que deja
uno de los momentos más intensos del film, con lo que sus cuellos comienzan a
peligrar y una alarma a sonar. La escena del ascensor funciona bastante peor. Sus
frenéticas luchas por mantenerse juntos para evitar la explosión son los puntos
fuertes de tensión en la película.
No hay ideas ni reflexiones reseñables que podamos sacar, ni
siquiera de forma tangencial, salvo la idea de mundo falso, desconfiado, en
función de los mencionados recursos del disfraz, las falsas apariencias y las
mentiras. La lucha por la supervivencia en un conflicto de ambiciones lleno de
traiciones e intereses, base de un buen número de conflictos, de la mayoría, es
la esencia del drama en esta historia.
La escena de acción previa al clímax es la clásica en este
tipo de películas: tiroteos, carreras, muertes, protagonistas salvados in
extremis, uso indiscriminado del Deus ex machina, traiciones repentinas… todo
manido y tópico, ni siquiera está entre los momentos más intensos del film. Se
sentirá más tensión, tampoco mucha, en la siguiente secuencia, donde se quitan
los collares. La resolución, en una capilla abandonada, se regodea en el
tópico, con villanos insufriblemente charlatanes contando sus cosas y apuntando
con sus armas en vez de matar a los protagonistas y llevarse el dinero. Por
supuesto los villanos morirán por el explosivo de los collares que traían a la
pareja protagonista a mal vivir tras un ingenioso truco de Hauer. No hacía falta
ser especialmente listo para verlo venir.
No es que uno no pueda pasar un rato de evasión o
entretenido con ella, de hecho se pasa, pero todo es tremendamente previsible a
todos los niveles: desarrollo, evolución de personajes, historias, giros… ni
las escenas de acción resultan especialmente imaginativas para compensar en
cierta medida la convencionalidad y falta de interés de la propuesta.
Ideal para los
aficionados de la acción ochentera convencional, falta de
profundidad y repetitiva que sean poco exigentes. Correcta, entretenida y con un buen ritmo. Rutger
Hauer y Mimi Rogers cumplen sobradamente y hacen buena pareja en pantalla. La
malvada Joan Chen queda por debajo pero hace un buen trabajo. Y con un pareado
hemos terminado.
Jajaja!!! Oooh!!! No te cebas!!
ResponderEliminarPero m gusta q analices con ecuanimidad la cinta. Y q valores a los actores. Me llama la atención lo del humor q comentas en el prota. Creo q es una muestra d inteligencia cdo aceptas papeles q ves q no son especialmente gloriosos, pero q puede servir para salvar el trabajo realizado. Y no avergonzarte.
Gracias por tu trabajo!!
Bss!
Exacto, lo importante es quedar conforme contigo mismo, hacer bien lo tuyo, ponerle cosas, aunque el resultado global sea mediocre, ayuda a mirarte por las mañanas.
EliminarBesos y gracias a ti.