Jamás nadie ve a los dos hombres juntos. La sexualidad, el impulso
y deseo sexual, vincula a ambos personajes, dos detalles resaltan esto. En el
hotel donde Anthony cita a Adam, el segundo avanza por un pasillo hacia la
habitación fijada, la 221, Villeneuve encuadra el culo de una chica que avanza
delante de él ante el que tiene la mirada fija, llena de deseo… Poco después,
cuando Anthony vea a la amante de Adam, la seguirá y escrutará con el mismo deseo,
algo que queda especialmente patente en la sensual escena del autobús. El
encuentro fascinado entre Adam y Anthony será traumático y perturbador en una
penumbra amarilla, se descubrirán como dos calcos…
-La madre de Adam es pieza clave en este entramado, dará
interesantes claves y pistas para dilucidar los secretos de la película,
entender el problema de Adam (Jake Gyllenhaal). Ella es conocedora del problema de su hijo y así
lo sugiere en su conversación con él. Ella lo definirá, expondrá su carácter
débil, algo que confirma la narración, sus dificultades para relacionarse, algo
que también vemos en la película con ese ser solitario, así como comentará el
gusto por los arándanos de Adam, que el contradice, y su petición de que
abandone su sueño de convertirse en actor de 3ª, que es como interpreta la
historia del doble que le cuenta Adam. Es decir, la madre interpreta todo esto
como una fantasía, un sueño, consciente de los problemas de su hijo.
Hay algo importante en relación a todo esto, ni Adam ni
Anthony cuentan sus inquietudes ni sus encuentros con su doble a nadie, con la
salvedad de esta escena con la madre. La única vez en la que Adam se sincera es
con su madre, una madre que parece conocer las incidencias de su hijo, esas que
la narración nos enseña encriptadas en el punto de vista perturbado de Adam.
Este hecho es especialmente significativo para dilucidar las claves de la
historia y concluir que Adam y Anthony son la misma persona. Una madre
interpretada por Isabella Rossellini, que fue chica Lynch, para aumentar los
paralelismos.
“Y puestos a ser sinceros, deberías abandonar esa fantasía de
convertirte en un actor de tercera”. Esta frase extraña a Adam.
El clímax final será para el intercambio de parejas. Anthony
sentirá un deseo irrefrenable al ver a Mary, por lo que amenazará a Adam para
poder hacerse pasar por él, y el aparentemente sumiso Adam corresponderá la
afrenta con una fría venganza, yendo al apartamento de Anthony y acostándose
con su mujer, Helen (Sarah Gadon). Dos seres idénticos en la forma, radicalmente distintos en
el fondo, pero decididos a suplantar al otro.
El enfrentamiento entre los dos personajes, con Anthony
amenazando a Adam y disfrazándose de él para acostarse con Mary (Mélanie Laurent), queda
magníficamente resuelto con una panorámica que va del actor disfrazado al
profesor reflexivo y sentado.
-La escena íntima entre Adam y Helen deja otras importantes
claves para ayudar a resolver el puzle, el caos creado en la película. Una
escena extraña, incómoda, tímida, con un indeciso Adam y una dominante Helen,
acorde con la situación y los caracteres. Sensualidad, un embarazo desnudo y
una memorable pregunta. Helen preguntará a nuestro protagonista: “¿Qué tal hoy
en la facultad?”
Esta pregunta es tremendamente intrigante y significativa,
indica que Helen es consciente del problema de su marido y sabe que ese
comportamiento no es el típico de Anthony, con lo que hace una prueba. Si ella
supiera que es otro hombre lo normal es que se alerte, su comportamiento,
reacción y, sobre todo, pregunta son otra prueba más de que sólo hay una persona,
dividida en dos y conviviendo al mismo tiempo. Helen trata de normalizar la
situación, de comprobar que su marido vuelve a la normalidad. La lectura
ambigua, pillar en un renuncio a Adam, es decir, que conteste “bien” o “mal”
desvelando su identidad, resulta débil por lo comentado con anterioridad.
Además, si quisiera pillarlo, no haría esa pregunta concretamente, sino otra
cualquiera de la intimidad de la pareja que él no pudiera conocer.
Al mismo tiempo que esto sucede, Mary descubre el engaño de
Anthony al ver la marca de la alianza en su dedo. Esa reacción visceral
despierta un vínculo con Adam, que se despierta en ese preciso momento en la
cama de Helen, indicando la relación existente entre ambos. La ambigüedad
radicaría en que Mary puede entender esa marca por el hecho de que no es Adam,
ya que él no la tiene, o bien por descubrir que su pareja está casada… La trama,
tal y como está presentada, va por el primer camino, pero las pistas y la
coherencia interna nos llevan al segundo, como indiqué con anterioridad. Es el
conflicto que provocará el accidente, cuando la amante descubre que Adam está
casado y que el protagonista ha manipulado en su caótica cabeza.
A Mary le desconcierta la marca, Adam no la tenía y pregunta
explícitamente “¿quién eres?”, por lo que hay que aclarar que Mary descubre un
doble, pero lo que se cuenta es la historia analizada con anterioridad,
modificada para dar sentido a ese doble, expiar un sentimiento de culpa.
-El accidente será en un montaje paralelo con la escena de
sexo que Adam tiene con Helen. Su llanto, tras despertarse a la vez que Mary
tiene su discusión con Anthony, indica que siente, presiente o recuerda lo que
ocurrió aquella noche, dicho accidente. Por ello Helen le pedirá que se quede,
temerosa de un nuevo cambio de rol, por lo que su aceptación elimina al doble
definitivamente, no puede coexistir más tiempo con él, algo simbolizado en otra
referencia arácnida, el dibujo en el cristal resquebrajado en forma de tele de
araña en el coche siniestrado.
Así, si en la novela de Saramago la conclusión insinuaba y
reflexionaba sobre la desnaturalización de la identidad, cómo el hombre moderno
la estaba perdiendo, pareciéndose los unos a los otros hasta convertirse en
copias, en una onda kafkiana, entrando en un bucle interminable de clones exactos, aquí, aunque esa reflexión existe y se plantea algo parecido, se
incide más en la idea de la dificultad o imposibilidad del cambio individual,
donde el individuo está condenado a repetir sus errores en un eterno círculo,
como indica el final de la película.
El final.
Una vez todas estas claves nos llevan a la resolución
comentada, sólo queda analizar el final en concreto. Ella duchándose y unos
cristales empañados que se asemejan a telas de araña, él probándose la ropa de
su doble mientras parte de su rostro se refleja en un espejo y el
descubrimiento de la nueva llave del club clandestino… Ambos aparecerán
reflejados en espejos, a distancia, mientras hablan sobre una llamada de la madre
de él.
Cuando Adam decida mentir a su mujer, habrá dado de nuevo el
paso hacia la infidelidad, hacia repetir sus mismos errores. Cuando la
gigantesca araña en la que parece se ha convertido Helen nos impacta con su
presencia en el cuarto, la vemos atemorizada, a la araña, no a Adam, que
incluso esboza una ligerísima sonrisa de autocomplecencia. Una araña
atemorizada y un infiel en ciernes…
La araña se descubre así como la manifestación visual de
cómo ve su relación Adam, ver una gigantesca araña vuelve a confirmar que hemos
estado siempre dentro de la cabeza del protagonista, viendo lo que él ve, como
resalta el acertado póster de la película, y como vemos durante todo el film siguiendo escrupulosamente su subjetivo punto de vista, salvo en la
mencionada escena de Helen, la araña…
Otra interpretación no desdeñable, más que nada porque se
dejan adrede cabos sueltos para que nada encaje a la perfección del todo y
lograr la reflexión del espectador, haciéndole coger por distintas vías de
forma buscada, calculada e ilógica, sería la “posibilidad imposible” de que,
efectivamente, existan dos hombres iguales, con lo que Adam se ve obligado a
suplantar a Anthony tras su muerte y pasar a fingir ser un actor que no es
mientras sigue su carrera de profesor de universidad en esa amalgama de tiempos
mezclados y caos mental. Villeneuve juega con esa ambigüedad, más que la
novela, con lo que interpretar la película de forma más lineal también es
válido, pero deja laguas sin resolver en esos detalles extraños de la película,
las fotos, la araña…
Una película que habla sobre muchos temas, la anulación del
individuo, el complejo de culpa y la búsqueda de redención, la naturaleza de la
identidad, el miedo a la paternidad y el compromiso, sobre qué nos hace únicos…
Muchos temas expuestos de una forma sugerente y en menos de hora y media de
medido suspense y creciente angustia y sensación de opresión gracias al gran
trabajo de fotografía de Nicolas Bolduc y, sobre todo, la dirección de Denis
Villeneuve. El peso interpretativo recae sobre los hombros de Jake Gyllenhaal,
magnífico en su doble papel, que con sutileza logra dejar claro quién es quién
en cada momento. El resto del reparto, que orbita alrededor del protagonista,
está correcto. Mélanie Laurent y Sarah Gadon son sensuales y muy guapas, Gadon
es bellísima.
Muy recomendable si te gustan este tipo de películas
extrañas y abiertas, si no… ya sabes.
Dedicada a Joseba, que espero haya quedado complacido y le haya ayudado a entenderla mejor.
Jajaja!!! Si no…abierto queda!!!
ResponderEliminarBueno a Joseba no sé, a mí me ha encantado. Me cuesta elegir estas pelis por inquietantes, pero he de reconocer q verlas me entusiasma; lo q está claro es q ahora voy con notas y, de verla, la entenderé mejor.
Gracias y hasta el siguiente post!!!
Bss
Creo que le gustará, ya me dirá aunque sea por tw,espero jajaja. Si la ves me cuentas si estás de acuerdo o no!
EliminarBesos.