Guillermo del Toro, firmemente establecido en Hollywood, ha
logrado el mejor título de entretenimiento de este año y además con elementos
realmente notables. El gran blockbuster de la temporada, el gran título
mainstream para disfrutar de unas buenas palomitas en el cine sin ningún género
de dudas.
“Pacific Rim" triunfa por su concepción lúdica y
desprejuiciada del entretenimiento, es un blackbuster consciente de sí mismo y
honesto con lo que es, desarrollando con pasión y devoción los elementos
notables con los que cuenta sin descuidar personajes y relaciones que
quedan perfectamente dibujados.
Estos elementos, que hacen brillar aún más con luz propia
esta excelente “Pacific Rim”, son la intención de crear una auténtica mitología
propia y aglutinar, sumar y dar riqueza a ésta misma con multitud de
influencias de las que al contrario de avergonzarse las muestra con orgullo.
Es decir, “Pacific Rim” puede emprender sin miedo una carrera hacia una saga o
trilogía ya que la presentación de su mitología, el desarrollo y exposición de
sus elementos, con gigantescos monstruos clasificados y sus enormes rivales
humano-robóticos perfectamente definidos, la capacitan para triunfar donde
tantos otros han fracasado. Otra cosa será que se mantenga el acierto.
“Para luchar contra los monstruos creamos nuestros propios
monstruos”.
Creando una mitología propia.
Guillermo del Toro y su equipo han cogido muchas de las
fuentes que les han fascinado siempre, las han mezclado y han construido
una cinta extraordinariamente divertida y entretenida con personalidad propia y
una mitología muy interesante, que se desarrolla con efectividad e incluso hace
desear que pueda haber más entregas. Yo apostaría porque las habrá.
Así, lo primero que se nos explicará serán los componentes
indispensables de esta mitología, sus personajes, los monstruos y los héroes.
Los Kaiju y los Jaeger.
Los Kaiju son los gigantescos bichos que aprovechando una
brecha interdimensional aparecen en nuestro mundo y destruyen todo lo que está
a su alcance, una brecha oceánica.
-Serán clasificados según su tamaño, desde el 1 al 5, que
son lo máximo que se habla en la película, más alguno fuera de rango.
-“La Brecha” sólo podrá cruzarse con ADN Kaiju, es por ello
que no lograban introducir las bombas y en cambio estos bichos sí podían salir.
-En cuanto a la mitología Kaiju, sus motivaciones y mundo,
hay un gran territorio por explorar aún, ya que aparece casi vírgen. Eso sí,
veremos un parto incluso.
-Los Kaijus serán capaces de varias habilidades, lanzar
ácidos o colapsar y sobrecargar todo lo que funcione con electricidad…
-Los Kaijus muertos serán un éxito en el mercado de
contrabando, así habrá bandas dedicadas a recuperar estos restos y venderlos, algunos con
grandes cualidades terapéuticas o afrodisiacas. Su sangre produce un fenómeno
tóxico, el Kaiju azul, otro dato más en este universo.
Los Jeager.
-Los Jaeger son nuestra contestación a la amenaza de esos
seres extraterrestres, la personificación del carácter de la humanidad,
dispuesta a plantar batalla y no rendirse. Son unos enormes robots,
equiparables en dimensiones a los Kaiju, que son manejados por dos seres
humanos. Los pilotos de los Jaeger se sitúan en la cabeza del bicharraco
metálico, de espectaculares dimensiones, son su cerebro. Son necesarios dos
pilotos porque uno solo no puede soportar la carga neurológica necesaria para
manejar el robot, así que cuanto más fuerte sea el vínculo más compenetrados
estarán y mejor se manejarán en combate. Las memorias de estos pilotos se
comparten, se mezclan, llegan a conocerse plenamente, por lo que es mejor no
tener muchos secretos.
-La rivalidad entre pilotos, entres sus Jaeger y sus
nacionalidades, quedan cuatro Jaeger y uno es chino, otro ruso, otro australiano y el último
americano, será uno de los conflictos dramáticos de la cinta y que nos
recuerdan al cine ochentero con estos mismos componentes varoniles, por ejemplo
la exitosa “Top Gun” (Tony Scott, 1986).
-La “deriva” será la fusión de dos mentes que permite el
funcionamiento del Jaeger y que la carga neurológica se reparta. Es interesante
la idea de conocerse por completo en cuestión de segundos mediante este método,
un vínculo irrompible. Del mismo modo “La brecha” será el lugar por donde salen
los Kaijus, un lugar de salida no de entrada, que funciona sólo con el ADN de esa
especie. Términos propios que van definiendo el universo, su mitología y sus
reglas. La información sobre su mente colmena y su organización resultan algo
sorprendentes, especialmente si las sacan de las imágenes que vemos…
-“Perseguir ranas” es otro ejemplo de terminología propia de
la película, es cuando alguien se queda enganchado a un recuerdo en “la
deriva”.
-“Deriva conjunta” o “Saludo neurológico” serán otros
términos propios de la jerga particular del film.
Uno de los aciertos de la propuesta es el continuo guiño a
lo oriental, a los creadores de Gozilla y similares, todo en su look y en
muchos de los elementos rinde tributo a lo oriental.
Sólo con la voz over que introduce la película, que nos
cuenta la llegada de los Kaijus, sus destrozos y la contestación de la
humanidad hasta convertir aquel suceso en un chiste, habría material para una
película entera, pero es tal el derroche y confianza que se tiene en la
propuesta que se desprecia para centrarse en una nueva avalancha de Kaijus, más
potente aún, regodeándose en esta gran mitología creada, que nos pilla
desprevenidos y confiados.
Estamos en 2020, séptimo año, por tanto, de la guerra contra
los Kaijus, tras su banalización, su parodia y la costumbre de ganar, es decir,
cuando todo está a punto de volver a cambiar. Una interesante reflexión sobre
cómo se desvirtúa la tragedia en la victoria. La voz over que nos guía es la de
Charlie Hunnam, que interpreta a Raleigh Becket. En esta introducción se
explican algunas de las claves y reglas del universo propio que tan
brillantemente se va gestando. La necesidad de dos pilotos debido a la carga
neurológica que se necesita para manejar un Jaeger, que además sean neurológicamente
compatibles, por ello los hermanos suelen tener prioridad, y el carácter
especial que hay que tener para mantener el tipo en combate. El universo de
“Pacific Rim” expandiéndose. Dicho esto, en la parte final lo de la compatibilidad de flexibiliza y el Mariscal irá con el pequeño Hansen (Robert Kazinsky) sin mayores miramientos... Se supone que entre Raleigh y Mako (Rinko Kikuchi) sí hubo alguna prueba con esas peleas para demostrar su compatibilidad.
En esta presentación conoceremos al protagonista ya mencionado,
Raleigh, y a su hermano Yancy. El primero efusivo y entusiasta, emocionado,
ingenuo y fiel hijo de esos tiempos de euforia por las victorias contra los Kaijus.
Yancy (Diego Klattenhoff) es más maduro, serio y comedido, más tranquilo y
relajado, opuestos y perfectamente compenetrados.
Una de las grandes virtudes de la cinta la tenemos en su
estética, repleta de guiños, pero manteniendo un look personal. Una estética
metálica, usada, sucia, deteriorada, nada perfecta ni limpia ni pulcra
visualmente, para que nos entendamos, con la brillantez de Star Wars, pero bajo
la concepción más realista de “Blade Runner” (Ridley Scott, 1982). Los trajes,
los gigantes robots… todo muy colorido y con un toque Trash.
Curiosamente Dios está muy presente en la cinta, se le
menciona en varias ocasiones, algo donde seguramente del Toro ha puesto su
sello. Los Kaijus y la lucha de los Jaeger contra ellos son considerados actos
de Dios.
Espectaculares combates.
La primera secuencia de acción es un derroche técnico
realmente brillante, lo orgánico del Kaiju contra lo metálico del Jaeger, Un
combate, una mezcla y una fusión muy del gusto de del Toro, especialmente a
nivel estético, recordemos “Cronos” (1993), por poner un ejemplo. Una idea que
nos lleva a “Crash”, la novela de J. G. Ballard que Cronenberg llevó
magistralmente al cine en 1996. Esto sin contar cómo funciona el Jaeger, un
armazón metálico enorme guiado por dos personas desde su cabeza.
Detalles como la dificultad y el peso con el que se mueven
los robots y los Kaijus, la épica, la sensación de amenaza, la estética… dan un
justo realismo y una enorme y eficaz intensidad a una ficción tan exagerada.
Nuestros hermanos se encuentran con un bicho mucho más
guerrero de lo que parecía, un combate primoroso en el agua que se llevará por
delante al hermano de Raleigh, Yancy. Aquí se sigue dibujando al personaje, el
comentado dibujo y elaboración de personajes sencillo, básico y eficaz, pero nunca
obviado, maltratado u olvidado. Hay interés en su desarrollo y evolución, el
justo para dar consistencia a un espectáculo pirotécnico de grandes efectos
especiales como éste.
Así el ingenuo, feliz e idealista Raleigh tendrá su
necesaria bofetada de tragedia y realidad que le hará madurar, le convertirá en
un descreído, decepcionado de la vida, traumatizado por la pérdida de su
hermano que vivió de forma intensa al estar conectado a su cabeza, y se
dedicará a vagar de trabajo en trabajo.
La presentación del título de la película será a los 15
minutos, tras el apoteósico y trágico primer combate. Sirve además como barrera
divisoria, tras él la situación ha cambiado, los Kaijus parecen estar
evolucionando, haciéndose cada vez más grandes y con apariciones más seguidas,
por lo que la solución Jaeger empieza a no ser tan válida, una solución en
declive.
Acertadamente del Toro plantea una película globalizada,
teniendo en cuenta el lamentable resultado de la también reciente “Guerra Mundial Z” (Marc Forster, 2013), no dejaba de ser un riesgo, pero el director
acierta de pleno en su retrato. Manila, San Francisco, Cabo San Lucas, Sidney…
y por su puesto Hong Kong, lugar donde acontecerá el grueso de la narración, en
un buen detalle ya que aunque no es Japón, al menos es oriental.
Han pasado 5 años y 4 meses desde la espectacular escena
donde Raleigh perdió a su hermano, el hecho de estar conectado a él, a su
cabeza, sentir su miedo antes de morir, creó en nuestro protagonista un trauma
psicológico que le impulsó a dejar el programa Jaeger, aunque curiosamente al
Mariscal Stacker Pentecost (Idris Elba), le costará 2 minutos convencerle para
que regrese. No nos vamos a entretener mucho en estas pamplinas, evidentemente.
Hay días en q uno necesita una aventura trepidante y decente para acallar a la Sombra.
ResponderEliminarHoy es uno d esos días. Así q gracias. Veo una mezcolanza de cosas ya vistas en otras pelis, pero parece una buena peli d aventuras.
Esperando leer más.
Lo es, Reina. Aparatosa, ruidosa y destructiva, pero muy entretenida, ideal para desestresar. A ver qué te parece.
EliminarAquí tienes el trailer "honesto" que son unos genios los de screen junkies... http://www.youtube.com/watch?v=vzMe6SUJVbM
ResponderEliminarPiu, piu, piu.
Jajajaja estupendo aporte Nachop, y muchos de esos defectillos aparecen en el análisis, precisamente. Un saludo.
EliminarGran vídeo, Nachop XD
ResponderEliminarDe esta película unos cuantos empezaron a dar la brasa con que es una copia de Neon Genesis Evangelion. Nada más alejado de la realidad. Todo lo que hay son las necesarias referencias al que posiblemente sea el anime de mechas más prestigioso. El líquido que envuelve a los pilotos, dentro del traje en la peli, dentro del habitáculo en el anime, los robots gigantes y los enemigos gigantes, que son un requisito del género.
Decir que Pacific Rim es un plagio de NGE es como decir que "El sueño eterno" es un plagio de "El halcón maltés" porque muchos empuñan pistolas que se disparan apretando un gatillo para cargarse al que está delante del cañón.
Dejo para las próximas entregas algún comentario.
Perfecta la comparativa Rojo, en la última parte llegan las referencias, que simplemente son esos, referencias, como ya tienen todas las películas actuales de forma obligada, aquí mostradas con orgullo, una virtud no un defecto.
EliminarHombre, el motor en el pecho como cuando el EVA-1 se ha comido el dispositivo S-2 o el robot gigante no EVA que luego resulta estar contaminado por los angeles. La presentación de la japonesitakrunch con paraguas como Asuka, El llevar el bicho en el portaaviones... Los números en la espalda. Yo creo que sí que se han fijado en evangelion, claro que este sigue también una larga tradición y sin Macross (y anteriores) no habría podido existir. Tampoco creo que sea un plagio, pero algún momentico de inspiración ha dado.
ResponderEliminarNo Nacho, si la influencia de Evangelion, como de otras muchas cosas, es innegable, de hecho lo digo al inicio. Del Toro coge de todo lo que le gusta y lo mezcla a conciencia buscando una mitología propia, en la última parte comento algunas de estas influencias, entre las que está Evangelion, claro.
EliminarMrSambo, una pequeña corrección. No hay dos jaegers americanos, sino un americano y uno australiano. Por cierto, con tanto homenaje a los clásicos japoneses, digo yo que podían haber incluido un jaeger de dicha nacionalidad.
ResponderEliminarMuchas gracias Anónimo, lo corregiré enseguida. Es cierto se queda en un homenaje oriental, pero se ningunea a los japoneses jajaja.
EliminarMuchas gracias por el aporte de nuevo.