METALLICA: Metallica The Black Album (1991)

Las grandes bandas, las verdaderamente grandes, que se han mantenido con el paso del tiempo y las modas siendo un referente y estando en lo más alto en todo tipo de consideraciones, trabajo, ventas, calidad, longevidad, prestigio… han tenido en un momento u otro que tomar una decisión. Seguir fiel al estilo que les dio el éxito o evolucionar y ampliar el concepto musical sumando matices y explorando nuevas cosas, sin que por ello suponga renunciar al sello, en un síntoma de inconformismo. Unas como AD/DC o Iron Maiden eligieron la primera y mantenerse siempre fieles, con ligeras experimentaciones, al estilo que les dio la fama, otras como Aerosmith, Bon Jovi o los propios Metallica decidieron hace mucho tiempo hacer lo que les da la real gana, ya que no deben demostrar nada a nadie. Esta segunda opción siempre estará rodeada de polémica, el cambio siempre supone un trauma, pero también demuestra una valentía.

Con el Black Álbum, Metallica cogió el camino de la evolución, producido por Bob Rock (Bon Jovi, Mötley Crüe…), este disco inicia la senda hacia la experimentación de nuevos sonidos y estilos. Para la mayoría de fans se trata del mejor disco del grupo aunque entre sus seguidores más acérrimos hay opiniones para todos los gustos, algo común entre bandas grandes y más entre las que toman la decisión del cambio y la evolución. A partir de aquí, Metallica, sin abandonar su sello, tocará distintos palos del Metal, desde el Heavy al rock alternativo, el Hard Rock, un sonido más accesible y comercial, con las críticas que esto conlleva en bandas tan grandes.

En el disco que nos ocupa la transición estaba en proceso y siendo un disco de puro Trash Metal, se intuye ya un gusto por la melodía en medio del poderío del envoltorio, tras la contundencia habitual de la base de ritmos se traslucen melodías conseguidas y baladas de gran calado y sentimiento.

Yo que no soy fan para nada del Trash Metal, siempre he disfrutado de todos los aspectos del disco, su rudeza clásica y esa sensibilidad que puja por salir, un disco que compagina todo esto de forma magistral. Sin perder rudeza, ésta ahora es más matizada, se aprecia más el sabor, la base y autenticidad sobre la que se sustenta todo, oír esa base rítmica es una auténtica gozada de saber hacer, feeling, sinceridad y elaboración. Como siempre ocurre con los más puristas esto es una especie de sacrilegio, como ya lo fue cuando Metallica publicó su primera balada, pero el hecho es que la dimensión musical del grupo se hace mucho más rica con este disco, que además tiene dos baladas absolutamente memorables.

Enter Sandman: El tema que ejemplifica todo lo comentado, contundente, oscuro, denso, potente, agresivo, pesado, y junto a todo esto una melodía y un estribillo pletórico que se abre camino entre ese andamiaje. Un estribillo que engancha y un tema donde todo es del máximo nivel, guitarras poderosísimas, la siempre destacada y especial base rítmica, elaboración compositiva y una esencia muy hard rockera. Un tema que sin perder ni un ápice de fuerza nos muestran unos Metallica más ricos, matizados, complejos. Una joya deslumbrante. El inicio puede recordar a “The Thing That Should Not Be” del "Master of Puppets”, por ejemplo. Alguna acústica, oscuridad, misterio y se rompe en un derroche de contundencia y melodía agresiva. Estupendo solo de Kirk Hammett.

Sad But True: Segundo tema de ritmos pesadísimos y ese sabor especial del sonido de la caja. El bombo y el bajo en Metallica son absolutamente imprescindibles y una de las señas de identidad del grupo. Un tema de cierta solemnidad. Una melodía más disipada pero presente. Un excelente tema en la onda del anterior, pura potencia, gran agresividad vocal de James Hetfield, y de Kirk Hammett a la guitarra. Estribillo elaborado e intenso. Un cañozado.

Holier Than Thou: El tema más cortito del disco, ritmos trepidantes, entrecortados y una guitarra con talk box de fondo. Eso como introducción. La canción rompe en ritmos vivos y con la preponderancia típica de la batería y los riffs. Coros hardrockeros ocasionales, agresividad. Aunque dentro de los rasgos comunes del grupo es un tema sin nada especial. Solo con wah wah. La parte instrumental sigue con la batería a todo ritmo y el bajo cobrando un protagonismo especial.

The Unforgiven: Uno de los puntos álgidos e imprescindibles del disco y de Metallica. Un sorprendente baladón, inconmensurable y perfecto. De solemne y pausado inicio, casi militar, oscuro, denso y profundo. Una balada innovadora donde se altera la estructura típica de las mismas, siendo las estrofas intensas, duras y potentes y el estribillo más suave y lírico, es decir a la inversa de lo que suele ser lo convencional. La melodía, estrofas y estribillo son espectaculares, sin altibajos. Kirk Hammett, alumno de Joe Satriani, como lo fue también Steve Vai, nos deleita con otro gran solo. Un guitarrista que, lejos de ser el típico virguero como lo es su maestro, está más en la onda del guitarrista clásico mezclando muy bien los dos estilos, el clásico y el más espectacular, el tipo de guitarrista que más me gusta. Un guitarrista de gran sentimiento. El armónico final, con acústicas y el estribillo repitiéndose sumado a la siempre excelsa base de ritmos es la guinda perfecta al tema.

Wherever I May Roam: Toques casi hindúes de guitarra inician otro temazo, de ahí pasamos a repetir la melodía pero con unos riffs poderosos y atronadores mientras la batería y el inconmensurable bajo taladran nuestros oídos, un inicio absolutamente memorable. Otro de los temas imprescindibles del disco, muy en la línea de Enter Sandman. Gran melodía que se abre paso entre la potencia del conjunto, tanto en las estrofas como en el estribillo. Sólo por el riff merece la pena la compra del disco. Gran solo de Hammett con wah wah nuevamente. El final trepidante con coros, Hetfield dándolo todo y la guitarra predominante es una gran muestra del virtuosismo del grupo. Imprescindible.

Don’t Tread On Me: Como bien demuestran los simpáticos riff iniciales homenajeando a “West side story” y el “America” de Leonard Bernstein es una canción con carga patriótica. Ritmos pesados, con redobles potentes y una melodía que vuelve a sacar la cabeza en medio de la contundencia, pesadez y oscuridad característica del estilo de Metallica. Una canción que no gusta a Hetfield y por ello no la han tocado nunca en directo pero que lo cierto es que está muy bien. Otro gran ejemplo de la línea reseñada.

Through The Never: Trepidante y vertiginosa bateria y riff introducen este tema, luego los ritmos se hacen más pesados con la entrada de Hetfield, seco, duro, muy Trash sin apenas melodía pero con todas las constantes del grupo, oscuridad, densidad, dureza y esa batería que tanto sabor tiene. Solo en la línea de Hammett y partes rítmicas instrumentales que dan la atmósfera característica del grupo al tema. De los más insulsos del disco.

Nothing Else Matters: Otro de los momentos inolvidables del disco y que curiosa y paradójicamente vuelve a ser una balada. Espectacular, perfecta, sin más. Preciosas guitarras de inicio, de exquisita sensibilidad y sentimiento para entrar en un tema imperecedero, melodía de peso y enjundia, autenticidad a raudales. Ritmo creciente cada vez más intenso y ciertos enriquecedores arreglos para llegar al memorable estribillo decorado con toques guitarreros exquisitos. No hay nada sin rellenar con la más talentosa precisión. Solo sutil, casi tímido, con sonido acústico una vez más mostrando pureza, autenticidad y sensibilidad. Los últimos minutos se hacen más intensos en todo, sobre todo en la parte vocal para desembocar, esta vez sí, en un potente solo de gran sentimiento. Una balada que se dedica tiempo a sí misma, a cada fase, cada estrofa, cada momento y que concluye de forma circular. Una obra de arte.

Of Wolf And Man: Otro gran tema, con todas las constantes imprescindibles consabidas del grupo y un extraordinario estribillo con varoniles coros, un estribillo que parece un tren en progresión, abundantes riffs de auténtico peso y solo rápido y agresivo, con cada nota tocada con fuerza y potencia. Esa semejanza con un tren de mercancías se intuye en los riffs y composición general del tema, uno de los mejores del disco.

The God That Failed: Un bajo preponderante y ritmos lentos y parsimoniosos, con todo el peso del que es capaz de dar Ulrich, inician este tema. Buen riff y coros doblados. Un tema más insulso pero de una cadencia excepcional y un solo de Hammett muy logrado. Un buen tema en líneas generales en la onda de las coordenadas mencionadas. Oscuro, con una melodía difusa pero apreciable en el estribillo.

My Friend Of Misery: Magnífico comienzo resaltando todas las virtudes en la creación de atmósferas del grupo. Una guitarra en tono muy bajo y un ritmo pesadísimo y denso, envolvente, casi a cámara lenta, nos introduce en el tema que al minuto arranca con potencia, acelerando el ritmo para que entre la voz, algo que hacen a menudo. Riff con toques melódicos primando la contundencia en un tema muy hard rockero, con la oscuridad de unos Sabbath. Otro buen tema que sin ser excelso tiene momentos y cualidades magistrales. A la mitad de canción llega un parón que repite el inicio del tema para sumergirse en una sombría fase instrumental, con distorsionados teclados y potentes guitarras. La conclusión con un marcado cambio de ritmo y un gran solo de guitarra con wah wah rematan el tema de forma gozosa. Es el tema más largo del disco.

The Struggle Within: El disco concluye con uno de los temas más cortos, que se inicia con redobles casi militares para luego convertirse en una de las canciones de ritmo más acelerado. Una vez más tenemos múltiples cambios de ritmo y dureza sin ambages. Buen solo, muy marchoso y rápido, como los ritmos de batería que lo acompañan. El uso del wah wah es seña de identidad del disco. Muchos coros, ritmo trepidante y grandes guitarras para un último tema que cierra de forma apreciable el disco, aunque no sea nada del otro mundo.

Metallica es un grupo profundamente personal, todos los miembros del mismo hacen reconocible su sonido, sea éste más o menos oscuro, la personalísima voz de Hetfield, la guitarra de Hammett o la mencionada base de ritmo. Muy grandes.

Como comenté la bateria y los bombos, sumado al sonido del bajo, son algo imprescindible en el sonido de Metallica, lo que da su contundencia y oscuridad. Con respecto al bajo, ha sido el puesto que más problemas ha creado, no en balde, como digo, es parte fundamental del sonido del grupo. Tras la desgraciada muerte de Cliff Burton en accidente de autobús, éste fue sustituido por Jason Newsted, que abandonó el grupo en 2001. Robert Trujillo es el actual bajista.

A Metallica, se le ha discutido casi todo desde este disco, aunque con “Death Magnetic” han vuelto a recibir los elogios tanto de crítica, como de público. Las críticas al grupo han llevado a debates peregrinos donde se cuestionaba si Lars Ulrich era el batería más adecuado para el grupo. Servidumbres de un grupo grande.

Aquí comienza el cambio de un grupo que ha ampliado, con sus luces y sombras, su espectro musical, dejando un sello de calidad indiscutible siempre, desde sus primeros discos de puro Trash, los más mitificados, a este Black Álbum que supone el compendio de todo lo que es capaz Metallica.  

Dedicada a TDK, que ha pedido varias cosas y aquí tiene una de ellas.