Los personajes de Dostoievski son la base de sus obras, generalmente a punto del colapso, en el límite de la esquizofrenia, con cambios de humor y de tono que pueden ir de la alegría más absoluta a la más intensa depresión, o de la felicidad más suprema a la ira más irrefrenable.
Alguna gente ha comentado los parecidos entre el carácter ruso y el español, si atendemos a muchos de los personajes dostoievskianos ese parecido es más que razonable.
Fiodor Mijáilovich Dostoievski es talento en estado puro, visionario y escritor sin par, un maestro de maestros capaz de alcanzar cotas de humor increíble, sublimar la sátira, desnudar el entorno social que le rodea con absoluta precisión o crear las más complejas descripciones psicológicas. Éste último punto es clave para entender su obra, la base de sus mejores títulos, parte imprescindible de su estilo.
Dostoievski escribe a menudo como un torrente, con un impulso irrefrenable, con un estilo nervioso, espontáneo, de hecho escribió esta “El eterno marido” en tres meses y “El jugador”, por ejemplo, fue dictado. Escribía en ocasiones del tirón, esto dota de esa fuerza, dinamismo, inmediatez, nervio y espontaneidad a la obra del genio ruso, aunque algunos le puedan reprochar ciertas descompensaciones estructurales. Nada importante, la verdad.
Esa visceralidad podía en ocasiones crear cierta confusión y desconcierto en el lector medio que veía de inicio comportamientos realmente dementes, histéricos, sin saber muy bien por qué, ni poder darle un sentido. Esto puede llevar a que obras maestras de la literatura universal como “Los hermanos Karamazov” en su primera parte hagan perder cierto interés al lector hasta que la novela se centra y todo cobra sentido.
Esos pasionales y desconcertantes comienzos hacen primar, como siempre en Dostoievski, la psicología de los personajes más que la trama, si bien es cierto que, como el genio que es, te atrapa y no te suelta tanto por el retrato de los personajes como por las vicisitudes de los argumentos o intrigas que crea. Personajes y trama son igualmente atrayentes y atractivos.
Dostoievski va descubriendo las tramas de sus novelas poco a poco, de lo mínimo, lo nimio, lo confuso o ilógico a lo grande y verdadero, como la hojarasca que hay que ir limpiando y que nos oculta la verdad última, como en la novela negra. Sus novelas son como aguas turbias y agitadas por una enorme roca lanzada a ellas que con el tiempo y el reposo se tornan cristalinas y de fondo claro y limpísimo.
En “El eterno marido”, que no es una de las obras más importantes o conocidas de su autor, tenemos todos estos ingredientes. Personajes al borde de la locura, en continua tensión que cambian de estado de ánimo de un momento a otro, siempre con el tema de la culpa presente, uno de los temas cruciales de Dostoievski, el pasado, el rencor, la envidia y la admiración. Dos personajes que se odian, igual que se atraen, de forma absurda, necesitándose en su mezquindad para intentar superar sus pecados, su sentimiento de culpa.
Pavel Pavlovich Trusotski, tiene la vocación de ser marido, ha nacido para ser marido, para nada más, si no es marido no se reconoce, vaga errante y sin saber donde caerse muerto. Entre su complejo, su dolor, envidia y desesperación, su confusión por no saber qué hacer sin ser marido, está totalmente desquiciado y desequilibrado.
Velchaninov, es un Casanova neurasténico, con los nervios a flor de piel que no sabe muy bien por qué se siente así. Su sentimiento de culpa que no sabe bien de dónde procede, salvo por un resquemor lejano, le tiene al borde del colapso, si no fuera así no sería digno de estar en una novela de Dostoievski.
El encuentro de los dos personajes les traerá traumas, desquiciamientos y a la vez cierta paz. Trusotski busca a Velchaninov al enterarse de que éste tuvo una relación con su mujer, una mujer que es el tercer personaje de esta novela y que no tiene desperdicio, así siente una mezcla de odio rencor y admiración, odio y rencor por los cuernos que llevó y admiración porque piensa que él podrá aconsejarle en su búsqueda de un nuevo matrimonio.
Este juego psicológico del ratón y el gato entre estos dos personajes que pivotan sobre un tercero, que es la mujer de Trusotski, que no es ninguna damisela seducida y desamparada, sino una mujer de armas tomar y que si su esposo ha nacido para ser marido, ella lo ha hecho para ser infiel, se complica con la aparición de una hija.
“El eterno marido” tiene una comicidad asombrosa, de la más alta comedia, con momentos realmente hilarantes. Es difícil no reírse con ganas en el capítulo “El fantasma”, sobre todo imaginando la situación. Esa mezcla de histerismo y patetismo Dostoievski siempre la clava.
Una obra que no está entre las más conocidas del autor, ni es de las más significativas pero que hará las delicias de todos. Se lee rápidamente y con pasión, como todo lo de Dostoievski, una vez se asumen y entienden las cosas comentadas. En este caso se lee del tirón, de principio a fin absorbiéndote de forma total, algo que me ocurre siempre con el genio ruso.
Bueno, Sambo, éste es uno de mis preferidos, leí toda su obra hace muchos años, pero de ésta apenas recuerdo nada, así que nada diré.
ResponderEliminarNada menos que para mí la mejor es "Demonios".
Buena reseña. Saludos
Es un genio, además te gusta Nietzsche que era súper admirador suyo. A ver si hago también de "Demonios". Crimen y castigo es el superhombre. Muchas gracias.
ResponderEliminarSí, tienes razón, dijo de él que era "el único psicólogo que le había enseñado algo. Un descubrimiento mayor que el de Stendhal"
ResponderEliminarRodion sería uno de los visitantes a la cueva de Zaratustra, pero no el superhombre anhelado, sólo un hombre más "humano, demasiado humano"
Para mí, un rasgo genial de Dostoyevski es hacerle matar a Lizaveta. Te preguntas qué hubiera sido de Raskólnikov en caso de que sólo hubiera matado al "piojo". A la pioja.
Aunque leyendo el memorable final es más que previsible que la cosa hubiera sido muy diferente. Ni cuando deja a Sonia para ir a Siberia está convencido de haberse equivocado.
Lo que le reconcome es haber matado a alguien que no merecía morir; por esta misma razón él sabe que no es un superhombre, pero estoy seguro que sigue pensando que la vieja que mató era un piojo
Estupenda reflexión. En cualquier caso el hecho de hacer algo que se supone moralmente censurable por el hecho de él "puede", y su creencia de que esa persona es prescindible para la sociedad, lo relacionan con lo que sería el superhombre nietzschiano, que es a lo que me refería. Una influencia clara, vamos.
ResponderEliminarSí, es Zaratustra al subir a la montaña, quizá al salir de Siberia lo hubiera tenido todo más claro, transformado en lo que quería, como aquel al llegar a la ciudad de la Vaca Manchada, ¿quién hubiera sido su volatinero? ¿Lenin?
ResponderEliminarNo veo a Rodion como un Aliosha Karamazov, más bien como Iván con treinta años de cárcel sobre sus espaldas. Y por ello mucho más duro y alegre. El suicidio es para los intelectuales, Rodion quería ser un hombre de acción y lo intentó. Iván no, Iván tenía miedo a tener la razón.
Raskolnikov temía no ser digno de ella pero hizo lo que decía Poe: se tiró del precipicio no por voluntad propia, sino porque había estado demasiado tiempo mirando el abismo desde el filo
Una cosa más...(parezco Colombo) antes de sestear:
ResponderEliminarFANTÁSTICO el dibujo de la portada del libro. Me encaaaaanta.
Felicidades por la elección
Bufff...
ResponderEliminarComo "veras" en mi cantina, ahora mismo estamos enfrascados en la lectura de "Los Hermanos Karamazov"... y tengo que darte la razón. El estudio y análisis de la psique de los protagonistas es digna del mejor de los psicólogos.
Quería leer los Demonios porque leí (creo que a kufis, pero no estoy seguro) que era de los mejores del genio ruso... pero acabé con "los Hermanos..." en mis manos, y empecé por ahí.
Por ahora estoy bastante satisfecho, sí.
Un saludo a todos.
Kufisto estupendo viaje por Dostoievski. Gracias también me gustó jejeje. Un abrazo.
ResponderEliminarHerep lo vi esta mañana al comentar en tu blog jajajaj, vaya coincidencia, es más, dudé si hacerla de "Los hermanos Karamazov" pero me decidí por algo más ligero
Gracias por la crítica, la leeré. De Dosto sólo he leído el jugador y crimen y castigo, ambas impagables, pero por esas cosas de la vida y por todo lo que hay que leer, me ha llevado a tener un par de obras suyas nada más. Ésta me la leo en nada, palabra. De este ruso genial pasé a Chejov, muy bueno, pero más deprimente no lo pare madre, luego a Gorki, pelín plasta y me cansé de tanto precomunista.
ResponderEliminarRetomé el asunto de la estepa con Bulgarov (maravilloso) y ahora seguiré con este marido que recomiendas. Un saludo.
Holas de nuevo. Pues sí, Dostoievski es un maestro absoluto. Todo es recomendable. Leo que recomiendas a Bulgarov, no he leído nada, así que para la buchaca.
ResponderEliminarMe ha sorprendido gratamente encontrar una crítica sobre una obra de literatura rusa. Para mi los escritores rusos son similares a varios latinoamericanos en lo que a su complejidad en la lectura se refiere, pero tambien porque ocultan un mundo magnifico donde es genial sumergirse. Esta novela es breve, pero es tremendamente intensa, dura y eso hace de ella que sea inolvidable.
ResponderEliminarHablar de novela psicológica es retrotraernos al siglo XI y a la nivela japonesa de Genji. En Europa sera el genial Boccaccio quien en el siglo XIV con La Fiammetta introduzca aquello de la términopsicología. No osbtante como genero recomiendo "Pamela o la virtud recompensada" de Samuel Richardson. Con Dostoievski y su "Crimen y castigo" este gener, en mi opinion, alcanza la perfección.
En España la novela psicologica tuvo sus representantes en los autores del XIX dentro del realismo con Benito Pérez Galdós o la genial Pardo Bazán.
Asi que los amantes de este género son afortunados porque hay bastante variedad.
Enhorabuena por la entrada.
Estupendo comentario Sara, y grandes referentes los que citas. Añadir que Dostoievski era más que literatura psicológica, bastante más, su grandeza es incalculable. Me gusta mucho la literatura rusa clásica, y la francesa, en realidad :))
EliminarMuchas gracias. Un beso.
Ufff amigo me has tocado la fibra sensible.....la literatura francesa......Me temo que daría para un blog único, resulta interesante encontrar a alguien a quien le guste, no es nada fácil...muchos piensan que se trata de una literatura un tanto "pedante" reservada a los más eruditos....en mi opinión nada mas lejos de la realidad....
ResponderEliminarSi me permites en mi opinión hablar de franceses notables, es hablar de los clásicos del XVII, del denostado y (en mi opinion) tan maltratado (probablemente por desconocimiento) Richelieu, de ese "el avaro" de Moliere.....blog aparte mereceria el genio Descartes....también se ha de hacer un recorrido desde la Ilustración y ese fantástico "el contrato social" del gran y (mal) entendido Rousseau....los románticos de Chateaubriand o Balzac....capitulo aparte también para Victor Hugo o Baudelaire....y ya en el XX Breton, Sartre, Camus, Beckett.....
podríamos debatir e intercambiar opiniones durante horas hablando de literatura....¡¡¡que gran pasión!!!
Son innumerables, una gran literatura... Odio a Rousseau...
EliminarPor supuesto que podríamos jjajaja.
No ves...odias a Rousseau porque es el eterno incomprendido....hay que leerle más....jejeje
ResponderEliminarClaro que hay que leerle, para evitarle...
EliminarJajajaja en eso podemos estar de acuerdo...ante todo leer...y luego sobre gustos pues...
ResponderEliminarUn besazo!!
Esta tarde documentandome para un articulo que me han pedido me he topado con un libro que me impacto muchísimo y que sino has leido te recomiendo "vida y destino" de Vasili Grossman....literatura rusa del XX. ...
ResponderEliminarPues apuntado queda! :))
EliminarOtra de las "pequeñas" joyas de Dostoievski, como tambien "El jugador" "El doble" y "Noches blancas" Muy interesantes las tres
ResponderEliminarMagníficas! No he leído "Noches Blancas" aún, pero lo haré.
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