En 1932 y posteriormente en 1959 “La Momia” ya fue
protagonista en las salas de cine. La primera estaba protagonizada por el
imprescindible actor del género de terror Boris Karloff y dirigida por Karl Freund, la segunda, dirigida
por Terence Fisher, estaba protagonizada por otro mito del cine de terror, Christopher
Lee, también aparecía Peter Cushing.
La versión de Fisher corresponde a la época gloriosa de la
mítica productora Hammer.
Esta nueva versión, siendo básicamente la misma historia, poco
tiene que ver con sus precedentes, aquí el terror, el misterio, la atmósfera,
el tono, la pausa… desaparecen por completo a cambio de la acción, buenas dosis
de aventuras y comedia. Curiosamente todas estas novedades no dan mal resultado
y Sommers nos ofrece un aseado entretenimiento que procura alejarse de
comparaciones con los clásicos comentados para acercarse al estilo de películas
como Indiana Jones, su principal referente. De hecho, estando a años luz de la
obra maestra de Spielberg, “La momia” es posiblemente el intento más potable
como copia.
Esta primera parte no deja en absoluto un mal sabor de boca
pero debido al presumible éxito se hicieron dos secuelas que quedan lejos de
ésta. Se recurre a la idea de repetir fórmula y usar más efectos especiales
eliminando los elementos que destacaron en la original o resultando estos
forzados y poco naturales, es el caso de los toques de humor.
El espíritu aventurero, escenas de acción simpáticas y una
relación entre los protagonista que elige el acertado modelo de amor-odio lo que
la hace muy agradable y divertida en ocasiones, es donde radican las principales
virtudes de la cinta. Un desenfadado divertimento consciente de lo que es y que
no pretende nada más, de ahí que su frescura sea indudable y se pueda disfrutar
sin complejos.
Nuestro Indiana Jones se llama Rick O’ Connell, interpretado
por Brendan Fraser, este legionario descubre sin querer Hamunaptra, “la ciudad de los muertos”. Este hecho llamará
la atención de Evelyn Carnahan (Rachel Weisz) y Jonathan Carnahan, dos hermanos
egiptólogos. Semejante descubrimiento llevará a estos personajes tan dispares a
acabar resucitando a una terrible momia que tiene como único objetivo encontrar
a su amada pese a quien pese.
Tras la introducción que nos cuenta el desgraciado destino
de los amantes y de la futura momia con ciertos toques de terror light, acción
y mucha infografía, Sommers procura alejarse del tono trascendente y
terrorífico para crea una vigorosa historia de aventuras pintoresca y con
personajes carismáticos. O’ Connell es un encantador sinvergüenza con toques
cínicos y Evelyn Carnahan es una tenaz egiptóloga ingenua y pura. Un contraste
marcado que Sommers se esfuerza en potenciar al estilo de “La reina de Africa”
(John Huston, 1951), algo que siempre me ha gustado. Si bien es cierto que
queda lejos que resultar especialmente encantadora, este tipo de relaciones
siempre da un plus.
Desde el mismo inicio se nos mostrará el carácter valeroso e
intrépido de Rick, que además es desenfadado y divertido, casi un temerario.
También veremos con más elementos de comedia la rutina de los hermanos
egiptólogos, todo ameno, simpático y algo infantil en ocasiones pero
agradable. Tres años después de que se diera por muerto a Rick se producirá el
encuentro con los hermanos Carnahan, él está preso y lo liberarán comenzando
así el tira y afloja entre los dos protagonistas. John Hannah es el hermano de
Evelyn, ahora de moda por su participación en “Spartacus: Sangre y arena”.
Sommers se lanza sin complejo alguno a la comedia
recurriendo a los estereotipos más manidos sin dudas, así tendremos a esos
egiptólogos y ratas de biblioteca mostrando su torpeza de inicio. En este
sentido el personaje de Hannah resulta divertido.
La película de Sommers logra cierto sabor añejo que recuerda a las películas
de aventuras de toda la vida, incluso con la inclusión de los efectos
especiales infográficos, tiene más alma que lo acostumbrado a ver en este tipo
de películas.
Otra de las virtudes de la cinta está en la dirección de
Sommers para las escenas de acción, acierta al sostener los planos, aunque no
brille por una imaginativa puesta en escena, y no recurrir al montaje sincopado
y confuso. Un ejemplo de esto lo tenemos en la escena en el barco donde
compagina todas las virtudes de la película, humor, aventura, acción… todo
rodado con corrección y con un toque personal y divertido. Muy entretenido.
Esta escena, la del barco y su batalla, es una de las que
más recuerdo, una de las que mejor expone las virtudes de la cinta. La relación
entre Rick y Evelyn es de atracción instantánea, sus conflictos más que estar
fundamentados en un esfuerzo por no reconocer esa atracción lo están en el
hecho de sus notables diferencias, uno de modales rudos y asilvestrados y la
otra una delicada damisela bien educada.
Lástima que estas divergencias pasen pronto y desde antes de
la mitad de la película la complicidad y
el buen rollo entre los dos protagonistas sea evidente. A pesar de eso los
diálogos y situaciones siguen siendo divertidas y las escenas con esa especie de cucarachas infográficas, carnívoras y viejísimas resultan muy entretenidas.
Brendan Fraser está muy ajustado en su papel, como pez en el
agua, encarnando a ese héroe cínico de pocos modales. Rachel Weisz también
parece estar pasándoselo muy bien. También me gustaría destacar a John Hannah,
muy divertido en su papel de ayudante de la pareja.
Hay cierto parón para alguna escena romántica de poco
interés pero enseguida recuperamos el tono, las escenas de suspense light y
previsible se suceden pero el sentido del humor les da el toque eficaz que
necesitan.
Sommers parece darse cuenta enseguida de lo que funciona y
plantea alguna pelea o discusión entre la pareja, se agradece. Los efectos
especiales son buenos, en algunos momentos destacan más que en otros, entre lo
más destacado al respecto está la evolución de la momia, como se va recreando
su rostro y su cuerpo poco a poco en las sucesivas escenas donde va saliendo.
El romántico villano de la función, interpretado por Arnold
Vosloo, es realmente poderoso e infunde del debido miedo y temor, todo se basa
en los efectos pero se le dota del suficiente carisma para hacer de él un
villano digno. Con todo infunde menos miedo que las momias clásicas.
Salen varias momias más parecidas a las clásicas con ansias
de matar pero cierta artrosis lógica debido al tiempo de inactividad que les impide
moverse con la fluidez deseada. Es bastante cruel que una momia que lleva
parada varios siglos tenga que perseguir y matar a varias personas como primera
actividad, cuando lo que seguramente les pide el cuerpo es un buen masaje y una
buena fiesta.
En este clímax final donde las cucarachas, las momias
artríticas, otras mejor conservadas, la momia jefe, humanos malvados y demás
dificultades, tratan de impedir que nuestros protagonistas salven el mundo y se
reúnan, Sommers usa ciertos aspectos expresionistas, no ya en ciertas
interpretaciones, muy exageradas, algo que se ve durante toda la cinta, sino
también en lo visual con el uso de sombras. El director además diversifica la
acción en esta parte final dándole buen dinamismo y ritmo, el do de pecho
final. Un buen clímax que nunca pierde el sentido del humor.
Dentro del tono casi de cómic, de serial, de ese aliento
clásico al cine de aventuras de siempre sin más pretensión que entretener, hay
cierto aliento romántico, no ya sólo en la historia de la momia Imhotep sino en
algunos momentos de la pareja protagonista, como cuando Rick y Evelyn deben
separarse al ser ella secuestrada por el viejísimo villano. En ese rescate casi de
la muerte nos vuelve a venir a la cabeza el mito de Orfeo y Eurídice.
El plano mítico de la película es esa tormenta de arena
que acaba adquiriendo la forma de Imhotep para tragarse la avioneta donde está
Rick, seguramente el plano por el que es recordada la película.
Los defectos son por todos apreciables, tópicos, mucha
ingenuidad, un guión previsible, una conclusión convencional, interpretaciones
desfasadas aunque coherentes con el tono buscado, algún altibajo narrativo,
puesta en escena en las escenas de acción discreta, una sensación de estar
viendo constantemente a un Indiana Jones para críos… Lo de siempre vamos.
La película acaba con el beso de la pareja, como en las
películas de aventuras de toda la vida.
Buen ritmo y aliento clásico, como digo, una sorpresa digna,
un cine de entretenimiento que no insulta a la inteligencia del espectador.
Para pequeños y no tan pequeños... Acción, aventuras, pequeñas pinceladas de
suspense y terror y sentido del humor.
Le encanta a mi señora. Es de esas que dejas siempre puesta cuando la encuentras zapeando.
ResponderEliminarOsiris, así es, un entretenimiento muy simpático y aseado. Yo la disfruté mucho, recuerdo el estreno y todo.
ResponderEliminarPues siendo una propuesta tan sencilla y eficaz, que a mí además me encanta, no he encontrado ninguna en esta década y media que ha pasado que la equivalga. El espíritu "cliffhanger" treintero está muy bien actualizado, ya que yo no diría que copia a Indiana sino que desciende de las fuentes de Indy; vamos, que es hermana, no hija, del gran profesor Jones.
ResponderEliminarAdorable la Weisz, eficaz el Fraser (que me encantó en "El americano impasible") y muy gracioso Hannah. Y muy brillante Sommers en el punto justo de la mezcla.
Desde luego, siempre en mi top de cine de entretenimiento.
PD: ¿alguien aparte de mí que odie la egiptología y la egiptomanía?
Ya, Osiris, ya se que tú no odias la egiptología ;)
ResponderEliminarArchiduque, bienvenido de nuevo. Desde luego puede ser, pero Indiana tiene más edad, ésta es hija, son demasiados paralelismos, en el tipo de héroe, las formas, el tono incluso, muuuchos parecidos, pero también podría ser una hermana pequeña jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo crack.
Pues no había caído, Archiduque jaja
ResponderEliminarUna cosa que me sorprende de esta película es el secundario, el Hannah, creo. Es el mismo de Spartacus, lo que me demuestra lo gran actor que es. De hacer de carajote torpón a maquiavélico empresario romano. En Espartacus está asombroso. ¿Cómo puede ser el mismo?
Osiris, esto que comentas y que es radicalmente cierto me lleva a recordar otro ejemplo curioso y casi contrario también protagonizado por el entrañable Hannah. En la anterior película a ésta que comento, DOS VIDAS EN UN INSTANTE, del 98 con Gwyneth Paltrow, interpretaba, como protagonista, a un galán de comedia romántica del que se decía lo guapo y sexy que era... Claro, uno miraba una y otra vez y no sabía si le vacilaban o que jajajaja. De esto por supuesto no tenía la culpa Hannah, aunque bien que eligió el guión el jodío.
ResponderEliminarlo mejor de la pelicula es Hannah (Batiatus en Spartacus) y su humor.
ResponderEliminarel malo maloso más tarde aparecería como villano en la 4ª temporada de 24
película entretenida y divertida, consiguieron lo que buscaban.
Me alegra saber que disfrutasteis en general de la peli como yo. Veremos si se mantiene así la cosa con la secuela jajaja
ResponderEliminarLa momia, me encanta, si la hubieran rodado hace 40 años ahora estaríamos hablando de un clásico del cine... y es que, efectos especiales y algunas coreografias aparte, realmente podrían haberla rodado en esa época.
ResponderEliminarBueno, es una cinta muy tributaria de aquel cine de hecho.
ResponderEliminarLos sacerdotes de imhotep no se podían ni mover y más que ayudarle solo estorbaban xD
ResponderEliminarAsí es!! Jejeje
EliminarLo que no comprendo es por qué hacían ruiditos tan raros.. se supone que no tenían cuerdas vocales xD y tampoco entiendo esa reverencia que le hacen dos de ellos a Imhotep. Por culpa suya ellos fueron enterrados vivos..
EliminarNo entiendo para qué revive a sus ayudantes, pudo traer gente controlada y que ellos hicieran el ritual con él. Entre que no se podían mover, y hacían esos ruidos tan molestos...
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