viernes, 23 de noviembre de 2012

Crítica: The Tudors

SERIE TV




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Esta producción de la cadena americana Showtime sobre la vida y obra de Enrique VIII de Inglaterra fue idea de Michael Hirst. Comenzó a emitirse en el año 2007 con el propósito de contar con seis temporadas (una por cada mujer del monarca) pero el alto coste de la producción motivó un recorte de metraje hasta tan solo cuatro temporadas. Circunstancia que en mi opinión fue tanto beneficiosa como perjudicial para la serie. Al disminuir dos temporadas la duración se consiguió que las tramas y subtramas fueran más compactas y que estas últimas fueran necesarias para avanzar en mayor o menor medida la trama principal. Por otro lado, este recorte produce el mayor problema de la serie ya que por momentos te puede parecer repetitiva debido a la alta cantidad de bodas y ejecuciones que se sucedieron durante el mandato de este peculiar rey inglés.

                                                               
La frase con la que comienza la intro con música compuesta por Evanescence ya nos da una muestra de lo que vamos a poder visualizar.

Crees conocer una historia pero sólo sabes cómo termina, para llegar al núcleo de la historia tienes que volver al principio

                          

The Tudors no nos muestra toda la vida de este rey. La serie comienza años después de la boda entre Enrique VIII y su primera mujer, Catalina de Aragón, la viuda de su hermano mayor y heredero del trono fallecido poco después de su unión con Catalina. Un Enrique obsesionado con tener un heredero varón que Catalina no es capaz de darle se encapricha de otra mujer, Ana Bolena. Una mujer manipuladora y luterana que consigue que Enrique se quiera casar con ella y provoca la ruptura de éste con la Iglesia romana al negarse ésta a declarar ilegal su matrimonio con Catalina. Es el comienzo de la Iglesia Anglicana de la que Enrique VIII se declara cabeza.

Este es el detonante, Enrique pasa a ser un rey desquiciado y caprichoso que puede tomar cualquier decisión sin ninguna prueba y que no tiene piedad con los que fueron en algún momento sus amigos, como Sir Thomas Moro o el Cardenal Walsey.

                                                                  
La serie muestra muy acertadamente todas las intrigas palaciegas. Podemos observar como Enrique se convierte en la marioneta ejecutora del juego por el poder. Cuando un personaje flaquea debido a que no consigue lo que su rey le ha pedido aunque sea algo imposible, etc… los enemigos consiguen manipular de tal forma a Enrique que decide ejecutar a ese personaje.

Mantiene muy bien la tensión a pesar de que sabemos más o menos lo que puede pasar en cada momento. Esto se consigue sobre todo por las tramas secundarias.

Como serie histórica es de las mejores que se han filmado aunque tiene algunos problemas temporales. Muy fiel a lo conocido sobre la vida de este monarca aunque como aspecto negativo debo de comentar que la trama se centra únicamente en la parte más oscura de la vida de este famoso rey.  Sus romances, infidelidades, locuras, ejecuciones, enfrentamientos con la iglesia u otros países están espléndidamente hilados y descritos pero desgraciadamente nada se cuenta de otras cualidades de este rey como fueron prepararse ante posibles invasiones desde Francia o España construyendo numerosas defensas  para proteger las costas inglesas y ser uno de los fundadores de la Armada Real que más tarde desarrollaría su hija Isabel I. Además, compuso varias obras musicales y era un gran deportista, cualidades de las que no hay ni rastro en esta adaptación de su vida.

                                                                 
Jonathan Rhys Meyers (Match Point) fue el elegido para dar vida al rey Enrique. Una elección que es para muchos una licencia histórica imperdonable debido a que este rey es recordado por ser bajito, feo y gordo. La historia cuenta que hasta que no sufrió un accidente en una justa en 1536 que le supuso una herida en el muslo y que le impedía hacer ejercicio no comenzó a engordar de forma imparable. Así, podríamos decir que la elección de Rhys Meyers es comprensible para vender la serie al mayor número de espectadores. Creo que en cuanto a la faceta interpretativa, Meyers hace un muy buen trabajo, por momentos espléndido cuando sale el rey psicótico e iracundo.

En general los actores rayan a buen nivel aunque yo destacaría a Natalie Dormer (Juego de Tronos). Su papel como la manipuladora, fría y morbosa Ana Bolena me parece el mejor de la producción.






                                                                                                  
                   

Maria Doyle Kennedy como Catalina de Aragón no se queda atrás aunque en un papel menos agradecido y más difícil de evaluar, casi siempre triste y apenada pero sus duelos con Enrique son emocionantes y duros en algunos momentos.

Henry Cavill (Inmortals y  próximamente en El  hombre de acero) está correcto en el papel de Charles Brandon , mejor amigo de Enrique. Este personaje es un poco la consciencia del rey, su amistad se aleja cuando su locura alcanza altas cotas y vuelve hacia el final de la vida del monarca. Por otro lado, un fantástico James Frain (24, True Blood) da vida al implacable Thomas Cromwell, un convencido luterano que manipula a Enrique en connivencia con la familia Bolena para abandonar a la Iglesia romana y saquear todos sus bienes en Inglaterra.


                                    
Y por supuesto no puedo obviar a Sam Neill (Jurassic Park, El piano) como el Cardenal Thomas Walsey en un papel corto como manda la historia pero de gran calidad, sobre todo al final. Tampoco puedo olvidar a Steve Waddington (El último mohicano) como Duke of Buckingham.

Fue rodada en Irlanda y  la ambientación de la serie es espectacular, todo su vestuario, paisajes y escenarios son fantásticos, todo posee un altísimo detalle.

The Tudors es una serie histórica muy recomendable. Mezcla intrigas políticas, sexo, amor y religión de una manera para nada compleja. Consigue que durante un rato estemos inmersos en el siglo XVI mientras aprendemos Historia.





Por @Chu4che
                                                                   

3 comentarios:

  1. Buena síntesis.

    A nivel físico Enrique VIII está bastante mejor conseguido de la idea preconcebida que tenemos, ya que de joven era bien parecido y muy atlético. De hecho, demasiado: las heridas que se hace justando y cazando acelerarán su deterioro, lo que se ve en la serie. Rhys-Meyers es demasiado canijo. A ese nivel, Eric Bana, en "Las hermanas Bolena" da una parecido mucho más cercano al real.

    Eché de menos más política y menos "pasión". No acaban de estar bien contadas las intrigas puramente políticas, especialmente las de política exterior, muy simplificadas. Las religiosas sí están moderadamente bien contadas (difícil equilibrio para no ofender a unos ni otros). Por supuesto, destacan las amorosas-libidinosas y esas sí brillan, se entienden muy bien las situaciones y los personajes.

    Echo de menos un elogio a la SOBRESALIENTE actuación de Sara Bolger como María Tudor. Pocas veces había visto en TV a una actriz comerse las escenas como a ella cuando aparecía (igual tiene que ver que la ví en VOS). Pero le da a María I una dignidad sufriente, una inteligencia recatada, una pasión oculta que explica mejor el personaje que cualquier biografía al uso. En mi opinión, su caracterización merecía un spinoff o miniserie sobre su convulso y desconocido reinado.

    No me gustó nada que fusionasen personajes históricos (como las dos hermanas del rey). Me llamó la atención la reinvidicación de la figura de Anna de Cleves, muy originalmente interpretada por Joss Stone. Original, desde luego, pensé que optarían por la imagen tradicional de feota y despistada alemana. Muy curioso, aunque hubiese estado mejor si la hubiesen mezclado más con María, que se convirtió en su amiga a tal nivel que consiguió su conversión al catolicimo, viniendo ella de una de las familias más importantes en la expansión interesada de la herejía luterana.

    La verdad es que temía mucho a la serie, pensé que sería bastante anticatólica, como es habitual en la propaganda inglesa. Y no. Catalina y María salen magníficamente paradas. St. Tomás Moro y San Juan Fisher están muy bien tratados, así como la vesanía de Cromwell. Excelente también, y muy descriptiva, la rebelión de la Peregrinación de la Gracia, un evento importantísimo y poco conocido, esencial para comprender el verdadero carácter despótico del rey y de su autoliderada iglesia.

    En definitiva, quedé sastisfecho, aunque se me hizo larga, por repetitiva. Es de esas series que no te parece que ocurra gran cosa en muchos espisodios.

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  2. mucha razón en tu comentario

    lo de la simplificación de alguna tramas,sobre todo las exteriores es claramente debido a que acortaron dos temporadas la serie, supongo por falta de presupuesto.

    Yo disfruté la serie doblada y quizá lo de Sara Bolger sea verdad ya que tuve alguna vez la sensación de lo que dices pero como sale poco y de vez en cuando por capítulo no me llamó tanto la atención.

    No es anticatólica porque es histórica y no es una serie inglesa, muy bien resuelto todo el tema de la religión.

    gracias por comentarla

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  3. Esta entrada si que es una sorpresa, no me habia percatado de ella.

    Fijate esta es de esas series que se olvida de detalles importantes, a nivel histórico, el papel fundamental de la corona española para evitar el desprecio del rey, el papel del rey Carlos I presionando al entonces papa Clemente VII....

    Tambien es importante conocer la historia sobre el llamado privilegio de la decapitación para los nobles, hubiera sido importante saber que el verdugo fue llevado desde París, que fue decapitada de pie, a espada, etc

    Mas alla de los mitos, la caracterización no parece buena a la vista de los retratos existentes del monarca....

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