martes, 6 de septiembre de 2011

Crítica: IVANHOE (1952)

RICHARD THORPE





La novela más famosa de Sir Walter Scott es adaptada por Richard Thorpe con gran espectacularidad contando además con un gran reparto entre los que destacan Robert Taylor, Joan Fontaine, Elizabeth Taylor o George Sanders. Una historia épica de aventuras, con todo lo que se puede esperar de un espectáculo de este tipo aunque de irregular resultado.

Obviando los múltiples errores o licencias históricas (el tergiversado retrato de Ricardo Corazón de León y también de Juan sin tierra y el contexto histórico general, así como las motivaciones de normandos y sajones y su maniqueo retrato, que como digo no se ajusta a la verdad histórica) o anacronismos varios (de objetos e históricos también), lo cierto es que estamos ante un gran espectáculo vertebrado en 3 escenas culminantes. Los dos duelos, el del comienzo y el del final y el asalto al castillo.
Siglo XII, cuando el rey Ricardo Corazón de León vuelve de las cruzadas es apresado en Austria. El rescate es fijado en 150 mil marcos de plata, una cifra elevadísima. Su hermano Juan se niega a pagarlo pero la información llega a manos de un seguidor de Ricardo, Ivanhoe, el caballero negro o desheredado, que hará todo lo posible para lograr el rescate y evitar que Juan usurpe por más tiempo el trono.

El trovador Blondel pudo inspirar, en algunos aspectos al menos, el personaje de Ivanhoe.
Los puntos fuertes de “Ivanhoe” están en las 3 escenas de acción mencionadas y también en el conflicto personal de los protagonistas, especialmente en ese cuadrado romántico. Entre los defectos el simplismo, ingenuidad y descripción del momento político de la época que se hace un tanto pesado, no aporta nada y se le dan vueltas al asunto, con los judíos de por medio, de forma esquemática y deslavazada.
La magnífica fotografía sobresale tanto en exteriores como en interiores, siendo en los extraordinarios paisajes que se muestran donde más luce. La historia de Ivanhoe coincide con la de otro mito, Robin Hood, que le ayudará en sus propósitos.
Thorpe se muestra muy competente y a gusto en las escenas de acción, no tanto en el resto, su puesta en escena carece de imaginación, es anodina, sin personalidad y a veces torpe, por ejemplo en la llegada de los normandos junto a Ivanhoe a la casa del padre de éste, la mesa en la que se sentará todo el séquito normando está mitad ocupada y mitad vacía, esto será para que los recién llegados ocupen juntos todo ese lugar. Sin duda algo poco natural.

Los conflictos entre personajes serán una gran baza de la película, como mencioné antes, así están bien desarrollados desde el guión la rivalidad entre Ivanhoe y templario De Bois-Guilbert (George Sanders), el enfado entre Ivanhoe y su padre, y los líos amorosos mencionados, donde Ivanhoe (Robert Taylor) está enamorado de lady Rowena (Joan Fontaine) y correspondido por ella, donde Rebecca  (Elizabeth Taylor), también está enamorada de Ivanhoe, y donde De Bois-Guilbert lo está de la propia Rebecca.

Elizabeth Taylor sale realmente guapa, una de las películas por las que su belleza la acabaría elevando a la categoría de mito. Interpreta un personaje enamorado de Ivanhoe, curandera y que ayudará al héroe mientras rechaza en reiteradas ocasiones al villano que la quiere para él. Además deberá competir, en lucha elegante, con Joan Fontaine por el amor del protagonista.
Después de las primeras apariciones de la Taylor tenemos el primer duelo, la primera gran escena donde el bueno de Ivanhoe se enfrentará a 5 hombres de Juan en la justa. Impresionante trabajo de los especialistas y muy bien rodada por Thorpe. Bien estructurada, marcando los tiempos y resaltando el valor heroico del protagonista de forma concluyente y atractiva, con golpes de justa a los escudos para elegir contrincantes. Después de esto vemos como nuestro héroe va acabando con sus rivales uno por uno hasta llegar a su combate con De Bois-Guilbert, sin obviar ninguno de ellos para disfrute del espectador. Rodados magníficamente, repletos de tensión, realismo y fuerza. Thorpe no sólo desarrolla las escenas de acción y como va combatiendo Ivanhoe con sus 5 rivales, sino que no se olvida de los personajes y va o sigue, según el caso, desarrollando sus relaciones.
No se escatiman reflexiones sobre religión, los puntos comunes que las unen y las paradójicas luchas que se crean por sus diferencias. Los diálogos de la película son brillantes y muchas de sus frases muy buenas.
La única escena de acción que no está muy lograda, es la de la emboscada a Rebecca y Rowena, en ella se mezclan sketch cómicos, espadas a las que se les dobla la hoja y falta de tensión y credibilidad.
A partir de ahí comienza la brillantísima escena del castillo, con su planteamiento, engaños, preparación de las situaciones perfectamente regulada y el sitio del castillo como clímax.
En esta escena se llevan de forma paralela tanto el sitio en sí mismo, con sus espectaculares escenas con centenares de extras, grandes planos generales y un manejo extraordinario de las multitudes por parte de Thorpe, como la historia y evolución de las relaciones entre personajes y sus circunstancias. Una escena que es una gozada en todos los sentidos con el bueno de Robin Hood capitaneando el asalto, con una puesta en escena tremenda y exuberante, con planos generales donde se muestra todo sin escatimar nada, con los movimientos de ambos bandos con todo lujo de detalles y con un trabajo de los especialistas francamente asombroso, aquí no hay ordenadores que valgan, hay grandes especialistas, imaginación y efectos y trucos artesanales. La cantidad de especialistas o extras es ingente y el uso de los decorados tremendo. Una escena de más de 20 minutos, desde el planteamiento, evolución y asalto final que es puro y duro entretenimiento de primer nivel. Es algo espectacular, uno de los mejores asaltos a un castillo que se han visto.

Acto seguido con la resolución del conflicto romántico y la planificación para rescatar a Rebecca, casi sin solución de continuidad, tenemos el “juicio de Dios”. Otro duelo entre Ivanhoe y De Bois-Guilbert para decidir la vida de Rebecca, otro momento cumbre y un clímax excelente para la película.

El fanatismo religioso condena las artes de Rebecca para la curación, un fanatismo que en realidad no es religioso, sino que se ampara en la religión por motivos políticos y de poder, individuales o de interés.

En este punto la historia de De Bois-Guilbert llega a su momento más interesante, el villano se convierte en casi un héroe trágico, al tener que luchar en el juicio de la persona que quiere y donde no tiene nada que ganar, ya que si gana el combate la pierde a ella y si pierde el combate pierde la vida. Un gran personaje y una buena historia para el villano interpretado por George Sanders.

El duelo es excelente, con ese bombo reiterativo como fondo sonoro y la tensión creciente de la pelea, acentuada con el ruido de los golpes de la maza y el hacha en los escudos, la pérdida de armas por parte de Ivanhoe y ese beso que se contiene de la bellísima Rebecca a su amado una vez ha vencido.

Las interpretaciones son muy correctas, Robert Taylor es un aceptable héroe, no es brillante pero sí correcto, George Sanders está muy bien y las chicas, Joan Fontaine y Elizabeth Taylor, deslumbran por su belleza.
Un gran, pero irregular, entretenimiento.









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4 comentarios:

  1. Como muy bien dices lo mejor de la peli son las escenas de acción y algunos de sus protagonistas, esta peli me trae buenos recuerdos de cine en familia los fines de semana después de comer :)

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  2. Cuando ponían buenas pelis por las tardes... jajaja

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  3. En la novela cuando Ivanhoe acude al combate final esta todavia tan debil que apenas se sostiene a caballo. Bois Guilbert es elegido por el principe Juan no solo por sus cualidades marciales ino porque desconfia de él y quiere ponerlo a prueba. Cuando de Bios Guilbert cruza lanzas con el muy debilitado Ivanhoe lo derriba con facilidad pro a pesar de que Ivanhoeapenas lo roza tambien cae. Cuando Ivanhoe se levanta para proseguir el combate se da cuenta de que De Bois Guilbert esta muerto; lo ha matado el conflicto interior en el que está sumido.

    Esto es dificil de traducir al cine pero es una lastima de que las convenciones del cine de la epoca, "heroe el mas guapo y siempre vencedor" hayan impedido plasmar esto en alguna forma. Por ejemplo con De Bois Guilbert haciendo o diciendo algo para que el espectador e Ivanhoe sepan que va a dejarse matar para salvar a Rebeca. Un final asi, bien realizado, hubiera dado una grandeza tragica a la pelicula

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    1. Maravilloso comentario y realmente bien expuesto. Muchas gracias JFM.

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