LEE UNKRICH
En 1995 Pixar estrenó una obra maestra llamada “Toy Story”,
una película que revolucionó el mundo de la animación. Cuando se estrenó nadie
sabía cómo se iba a aceptar esa animación realizada íntegramente por ordenador,
donde el dibujo tradicional quedaba desplazado, pero el resultado fue tan
deslumbrante en todos los aspectos que el mundo quedó rendido a sus pies. El
aspecto técnico es lo que más llamó la atención y de lo que más se habló, pero
fue su guión y su historia lo que enamoró a los espectadores de todo el mundo y
de todas las edades. Ahí radicó el éxito.
Así se inició la andadura de Pixar, la productora
estadounidense que desde 2006 pertenece a Disney y que es, sin ningún lugar a
dudas, una de las cosas más grandes, talentosas y brillantes que le ha pasado
al cine en las últimas décadas. De hecho es lo mejor que le ha pasado al cine
desde que la productora estrenó su primera película.
Catorce son los films que ha producido Pixar (el último
hasta el momento llegará en 2013, “Monsters University”), y la calidad de sus
películas es absolutamente memorable. El talento, frescura, brillantez y
profundidad de sus guiones seduce y enamora, y la calidad del apartado técnico
asombra y embauca. ¿Qué se puede decir de una productora que nos ha dejado
semejantes joyas anualmente? La trilogía de “Toy Story”, una de las más grandes
que ha dado el cine; “Bichos, una aventura en miniatura” (John Lasseter y Andrew
Stanton, 1998), esa obra maestra que supone una vuelta de tuerca a “Los siete
samuráis” de Kurosawa; “Monstruos, S. A.” (Pete Docter, Lee Unkrich, David Silverman, 2001),
otra obra maestra de se sumerge en el mundo infantil de forma magistral; “Buscando
a Nemo” (Andrew Stanton y Lee Unkrich, 2003), que pegó otro pelotazo, una nueva
obra maestra y van… en la que puede considerarse como el “Centauros del
desierto” (John Ford, 1956) de Pixar; “Los increíbles” (Brad Bird, 2004), otra
joya indispensable a la que quizá sólo le sobra algo de metraje, aunque la
considero una obra redonda; “Cars” (John Lasseter, 2006) y su secuela, “Cars 2”
(John Lasseter y Brad Lewis, 2011), algo más flojillas pero tremendamente
entretenidas en esas historias de superación y aprendizaje en el primer caso y
de homenaje al cine de espías, puro Bond, en el segundo; la encantadora y deliciosa
“Ratatouille” (Brad Bird, 2007); otra obra maestra mayúscula como “WALL-E”
(Andrew Stanton, 2008) con ese robot “busterkeatoninano” que enamora; “UP”
(Pete Docter y Bob Peterson, 2009), que tiene unos de los primeros 15 primeros
minutos más conmovedores de la historia del cine… por no mencionar su final…; “Brave”
(Mark Andrews, Brenda Chapman y Steve Purcell, 2012), un poco más foja que las
demás… La mencionada “Monsters University” será una precuela de “Monstruos, S.
A.” y también está planificada una secuela para “Buscando a Nemo”…
Cuando me enteré de que la historia de “Toy Story” iba de lo
que hacían los juguetes cuando no los veíamos quedé total, completa y
absolutamente entregado y enamorado. Vencido antes de empezar.
¿Y por qué? Pues porque, como supongo que otros muchos
niños, yo pasé mi infancia dotando de vida a mis muñecos. Mi pasión por mis
muñecos ha sido total, aún los quiero no os creáis... Mi imaginación, que siempre
ha sido bastante activa, me llevó a crear Ligas de fútbol con ellos, formé
equipos, diseñé tácticas, regulé presupuestos (esto es largo de contar), dibujé
camisetas (sólo diseños dibujados), incluso usaba dorsales para ellos con
esparadrapo que lo ponía en sus espaldas… Jugaba los partidos y llevaba todas
las estadísticas (goles, asistencias, tarjetas, puntuaciones…), llevaba los
contratos, años que les quedaban, renovaciones… todo lo que os podáis
imaginar y más en un “frikismo muñequil
infantil” sin parangón. Además para mí estaban vivos, si los metía en una
piscina o una bañera aguantaba la respiración como una forma de dotarlos de
vida, si yo no respiraba ellos no se ahogaban… como todos los críos que los
cuidan como si estuvieran vivos, pudieran escucharnos o tuvieran conciencia.
Esto con el fútbol, porque también armaba batallas, guerras y
peleas, como las que salen al inicio de la película que nos ocupa, una escena
de antología del cine sin ningún lugar a dudas, donde creaba universos únicos e
intransferibles, que sólo entendíamos mi hermano y yo, o quizá otros chavales.
El mundo infantil, en suma, con sus juguetes, cada uno a su modo, con mayor o
menor elaboración, pero reconocible por todos.
Siempre recomendaré a todos los padres la trilogía de “E.T. El extraterrestre” (Steven Spielberg, 1982); “Mi vecino Totoro” (Hayao
Miyazaki, 1988) y esta que nos ocupa, “Toy Story 3”, para ponérsela a sus hijos y
para entender el mundo infantil. De hecho en “Toy Story 3” hay un sentido
homenaje a “Mi vecino Totoro”, ya que uno de los juguetes que aparecen es el
propio Totoro, Lasseter es un tremendo fan de Miyazaki y de esta película en
concreto.
Sí, “Toy Story” es pura magia en celuloide, los hallazgos y
logros de esta película están fuera de rango, logra definir la infancia en la
primera escena y su abandono en la última, un sentimiento de pérdida doloroso y
muy emotivo. Pero la magia de todo es que no lo hace desde el punto de vista
del chico, sino desde el punto de vista de los juguetes, ahí acaba radicando
una genialidad pocas veces vista.
La escena se presenta como un western con nuestro
protagonista, Woody, como héroe de leyenda, una presentación excepcional con un
juego maestro con su sombrero, que es tan famoso como el de Indiana Jones. Sin
solución de continuidad pasamos del western al cine de acción puro, porque "Toy
Story 3”, además de un recorrido por los sentimientos y el crepúsculo de la
infancia, es un increíble viaje por todo tipo de géneros cinematográficos. Un
western donde sale un coche deportivo y los anacronismos ilógicos se suceden.
Del cine de acción y aventuras pasaremos, en la misma trama y de forma
sorprendente, al cine de ciencia ficción, la historia que vemos ante nuestros
ojos es cada vez más surrealista y asombrosa… Cine de acción, western,
aventuras, ciencia ficción en uno… una ilógica locura que sólo puede tener
sentido si… ¡está en la mente de un niño!
Ese giro final, al ver la conclusión de la historia en la habitación de Andy y darnos cuenta de que es él jugando con sus muñecos lo que hemos estado presenciando, es simple y llanamente la magia de la infancia ante nuestros ojos. Me quito el sombrero y el de Woody si hace falta.
Una asombrosa primera secuencia que, como describí en “E. T. El extraterrestre” (Steven Spielberg, 1982), nos muestra el mundo único, personal e inescrutable de los niños, donde todo es posible y tiene sentido, lógica, y que vosotros, queridos adultos, lo comprobasteis en su día en primera persona, porque estas fantasías también tuvieron sentido en vuestras cabezas hace años. El desarrollo de la imaginación infinita.
En 5 minutos “Toy Story 3” es capaz de retratar todo ese
mundo y psicología infantil de forma deslumbrante y emotiva.
La secuencia no termina en ese momento, mientras oímos la
mítica “Hay un amigo en mí”, veremos el paso del tiempo, el desarrollo de una
amistad inolvidable, la de Andy con sus muñecos, y el del inevitable crecimiento,
la evolución. Todo con una absoluta naturalidad.
¡Yo también medía a mis muñecos!, lo confieso. ¡Yo también
veía las películas o la televisión con ellos! ¡Y dormía junto a ellos…!
Cualquier cosa de
este mundo es susceptible de convertirse en una maravilla, un juego, algo sobre
lo que crear magia, crear un universo… Eso es la infancia.
La canción “Hay un amigo en mí”, su letra, acaba resultando
un contraste irónico, nostálgico. De la felicidad con los amigos juguetes al
olvido.
La idea de los juguetes como amigos es bien conocida por
todo niño, son de una generosidad absoluta, como vamos viendo durante la narración,
casi como amor de madre. Seremos nosotros los que los abandonemos, pero a la
vez, y lo veremos retratado en Andy, sentiremos siempre un apego especial por
ellos, algo que llevamos dentro y que provoca que incluso cuando ya no juegas
con esos muñecos te sea muy difícil abandonarlos.
Los diálogos de la película son magistrales y fresquísimos,
además se suceden a una velocidad de vértigo. Estad muy atentos a las innumerables
joyas que nos dejan, con total naturalidad, casi en segundo plano muchas veces,
sin apenas resaltarse. Talento puro.
“¿No hace calor?”
"¡Me ha cogido! ¡Me ha cogido con sus manos!"
La magia de todo esto es que está logrado desde la perspectiva
de los juguetes, no de la del crío, que sería lo tópico. Los juguetes, como
nosotros, necesitan sentirse queridos por su dueño, apreciados y sobre
todo…útiles. Woody el líder; Buzz Lightyear, su fiel escudero; Jessie la
valerosa vaquera enamorada de Buzz; el señor y la señora Patata, un entrañable
matrimonio; Perdigón, el caballo de Woody; Rex, nuestro histérico e intenso
dinosaurio; Barbie, tan presumida como cabría pensar, pero honesta, fiel y nada
tonta; Slinky dog, siempre una solución en los momentos más importantes; Jam,
la hucha de cerdo ingenioso y redicho…todos ellos nos han conquistado, como
conquistaron a Andy, y ahora se sienten desubicados, algo muy común conforme
crecemos.
Todos ellos ejemplifican los mejores valores, la
solidaridad, el compañerismo, la camaradería, la amistad, la honestidad, el
sacrificio…
Ahora se sienten desolados y poco útiles. El tema de la
utilidad es clave en la cinta.
“No os engañéis, ya tiene 17 años”.
No podemos olvidar a los soldados, siempre heroicos, que abandonan
el barco cuando ven que las cosas se ponen difíciles. Magnífico detalle cuando
justifican su marcha con que son ellos siempre a los primeros que tiran cuando
se hace limpia. Supongo que es por eso que siempre desaparecían cuando los
buscabas para jugar…
“Detesto tanta incertidumbre”.
Otros un poco olvidados pero indispensables son los
marcianitos, su obsesión por los ganchos será vital.
Los personajes están francamente bien perfilados, todos
ellos, algo que se logra gracias a una maravilloso guión de Michael Arndt y a
esa vertiginosa velocidad en los diálogos. Todos tienen aportaciones o
apariciones brillantes o indispensables. El dinosaurio Rex es verdaderamente
genial en su entusiasmo infantil casi histérico.
También tendremos nuevas incorporaciones en el grupo de
juguetes de la guardería, el malísimo oso Lotso, el influenciable Ken que se
redimirá gracias a su amor por Barbie, el terrorífico bebé, el musculoso hombre
Mantis, el Teléfono con ruedas confidente… o los de la casa de la deliciosa
Bonnie, con Poni; Púas; Trixie, una dinosaurio que hará buenas migas con Rex; la
simpática Dolly que es la muñeca favorita de Bonnie; Sonrisitas… además de un
mullidito Totoro.
Preciosa entrada, Sambo.
ResponderEliminarEspero impaciente las otras tres entregas...
Hola Wsmith, muchas gracias, la verdad es que es de esas entradas en las que pones mucho de ti. A ver si el resto está a la altura.
ResponderEliminarPeliculón.
ResponderEliminarY primera entrega a la altura, MrSambo.
Pues sí. Está habiendo mucho más talento cinematográfico en cintas de animación que en las otras.
ResponderEliminarY ahora un poquito de spam
http://www.facebook.com/sombrasserie
Mi hermano participa como guionista en esta serie. Si no recuerdo mal, de un día para otro (literalmente), le pidieron que la convirtiera de largo a serie, y que cambiara la ubicación de la historia. Es un máquina y lo tuvo a tiempo.
A ver cómo va la cosa.
Por cierto que en ¿Séptimo? de EGB nos mandaron hacer una redacción, creo que sobre literatura o algo así. Y lo que a mí se me ocurrió fue que los libros hablaran entre ellos. Algo parecido a Toy Story. Los libros conversaban desde las estanterías. Recuerdo que discutían sobre la diferencia entre las guerras de la época de Homero y las actuales. No creo que me copiaran la idea, pero el germen ya estaba ahí :):)
ResponderEliminarMuchas gracias Eddie, a ver si mantengo el nivel entonces jeje.
ResponderEliminarPues el proyecto suena muy bien, luego lo veo con tranquilidad, Osiris.
Tu historia prometía bastante y da para mucho juego, cudado que fijo que Lasseter y Unkrich leen el blog para entender mejor su película jajaja
Salía Ulises hablando de que las batallas de su época eran más humanas que las de ahora, con tanta maquinaria. A la profesora la sorprendí, desde luego. Y pasé un mal rato leyéndola en voz alta... Con el pánico que le tengo al público, imagina leyendo algo friki, friki delante de una clase. ¡Ahora recuerdo que quizá fue en el instituto, en Primero! Vaya tela. Es que no me acuerdo bien.
ResponderEliminarEso da para un película bien engarzada!!!!
ResponderEliminarYo también aborrecía lo del público, luego con lo del teatro... "hice cosas que jamás creeríais" jajaja
Seguro que te gano. Mis profesoras de 3º y 6º creían que la timidez se quitaba saliendo en público. Así que nada, palante. Una vez hicimos una versión de Carros de Fuego, mariconadas de danza así despacito al ritmo de la música. Tanana nanana, tanana nanana, tanana, nananam, tanana naní. Y allá que iba yo con mis mallas ajustadas haciendo el carajote. Era para mejorar nuestra psicomotricidad, por lo visto.
ResponderEliminarPero estábamos hablando de Toy Story, que siempre la lío. Aunque recordar la infancia viene a ser parecido
Jajaja yo me negué a participar en bailes y eso que venían las niñas a pedírmelo, pero eso de hacer coreografías... Noooo. Si me hubieran obligado como a ti y hubiera tenido que salir solo, lo hubiera pasado "mu malamente".
EliminarAquí se puede hablar de lo que sea.
Una empresa que hace obras maestras como la saga de Toy Story, Wall-E y Up. Que además te monta una delicatessen como Ratatouille, unas de aventuras como Cars, Nemo y Bichos, y unas caricaturas geniales como Monstruos y Los increibles.
ResponderEliminarCuriosamente, cuando pienso en Spielberg, lo catalogo de modo parecido: obras maestras, aventuras notables, títulos deliciosos y redondos, junto a alguna obra menor (y algún bodrio, que todo hay que decirlo). Y tocando cualquier género.
Así es, lo mejor que le ha pasado al cine en 2 y casi 3 décadas. Pixar.
EliminarAhora los directores, y actores, son más eclécticos, antes muchos se centraban en un género de forma especial. Hawks es el gran genio que hizo obras maestras en todos los géneros. Spielberg tiene bodrios... pero ¿quién no los tiene? Lo que queda es su increíble talento a fin de cuentas.
Por cierto Sambo no recuerdo si tienes crítica de La guerra de los mundos. Es que el otro día vi otra vez 3/4. Solo la he visto entera una vez, en el cine. Cada vez me gusta más. Prodigioso ejercicio de lenguaje cinematográfico. No la veo en el listado. A ver si hablamos un día de ella.
ResponderEliminarNo la he hecho, yo siempre la he defendido, suelo alejarme de los extremistas que en cuanto algo no les gusta plenamente ya dicen que es basura, con toda la basura que hay en la que cebarse, no generemos más de la nada jajaja.
EliminarLA GUERRA DE LOS MUNDOS no es perfecta, pero es una aceptable pelí, sus problemas vienen del guión y el toque familiar Spielberg, pero lo demás... ahí está el maestro.
Eh, que tampoco son tantos bodrios. 'Amistad' y poco más ¿no?
ResponderEliminarBueno, pues películas más flojillas... jajaja.
EliminarAmistad es como E.T pero en esclavista, una cosa rara.
Acabo de recopilar su filomografía y es que se me ponen los vellos como escarpias.
ResponderEliminar1941, Always, Hook, Amistad, quizá PJII, la última de Indy, Tintín ni fú ni fá (espectacular visualmente, eso sí). Estos serían mis títulos menores. No he visto War horse.
ResponderEliminarWAR HORSE la tengo en el blog, es muy en la onda alegórica de ET., perfecta para que le acusen de sensiblero, algo que se la repamfinfla, me gustó porque no se cortó un pelo en se sentido, hace muuucho que hace lo que le sale del níspero. Y ahora LINCOLN, con Daniel Day Lewis, por la que estoy salivando, aquí el trailer http://www.youtube.com/watch?v=qiSAbAuLhqs
EliminarSpielberg para adolescentes:
ResponderEliminarTiburón, ET, Indiana Jones, Parque Jurásico, La guerra de los mundos.
Spielberg serio:
El color púrpura, El imperio del Sol, Schindler, Munich, Soldado Ryan, Munich
Spielberg 'clásico':
La terminal, Atrápame si puedes
Spieberg fantástico:
Encuentros en la 3ª Fase, La guerra de los mundos, Inteligencia Artificial (tengo que revisarla), Minority Report
A mí me parece inigualable, sin contar siquiera su contribución a salvar la industria del cine.
Uno de los grandes, su esencia clásica es la clave. Es uno de los directores, sino el director, que más he traido al blog
ResponderEliminarSi estoy hablando de SS es porque asocio Pixar con su rival Dreamworks, fundada por Spielberg. Me quedo con Pixar.
ResponderEliminarSin duda, Pixar es inalcanzable ahora mismo
ResponderEliminarNacho:Una pelicula muy bonita con una llantina asegurada al final.Un 10
ResponderEliminarAsí es!!!
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